jueves, 6 de septiembre de 2012

No solo del descuento vive el GNV

Un indicador importante para medir la penetración y potencial del GLP Automotor y el Gas Natural Vehicular – GNV en el Perú está dado por la importación de kits para la conversión de motores a gasolina. 

El año 2006 la importación de kits totalizó un valor CIF de 3.0 millones de USD, prácticamente  sólo para conversión a GLP. Sin embargo, en octubre de dicho año Pluspetrol inició la aplicación de un descuento promocional destinado a promover la construcción de gasocentros, aplicando de esta manera la Ley de Say[1] (conocida también como la Ley de los Mercados),  que nos dice que toda oferta genera su propia demanda, es decir no puede haber demanda si es que no hay oferta. Y es que no se podría haber generado en el Perú el consumo de GNV (que ya Camisea había puesto a disposición), si no existían puntos de venta para el mismo. De ahí el valor de esta importante política temporal de descuentos. El valor de la importación de kits registró así 12.8 millones de USD CIF el año 2008, un explosivo crecimiento promedio de 108.1% anual. En el período acumulado 2004 – mayo 2012 se han importado kits de 38 países consolidándose Italia y Argentina como los proveedores más demandados, cubriendo entre ambos el 81.6% de la demanda nacional.

Por supuesto que el número de talleres autorizados para efectuar conversiones a GNV igualmente pasó de 41 a 140 entre los años 2006 y 2008 con una media de incremento anual de 84.8%. Por supuesto que este crecimiento no fue nada planificado sino basado sólo en lo barato del GNV, sin considerar que la inversión privada en un producto nuevo requiere de incentivos en toda la cadena de valor.

La campaña oficial para la conversión se basó casi totalmente en los beneficios del combustible barato, sin acompañar el esfuerzo privado en conversiones, importación de vehículos y kits, instalación de talleres, etc. más que con una publicidad mal orientada y que buscó siempre el enfrentamiento estéril con el  GLP automotor.

Sin embargo, los años han demostrado que no es suficiente con la promoción vía descuentos en el precio y que ésta además no puede ser eterna; es más, ya cumplió su cometido.
El Perú vive hoy un verdadero boom en la importación de vehículos nuevos, resultado de la mejora en su economía. El PBI per cápita ha crecido 79% en USD entre los años 2006 y 2011 pasando de 3,284 a 5,873 USD corrientes.

Los movimientos de precio del GNV registrados en los gasocentros en los últimos años han demostrado que su demanda es inelástica al precio.

Hoy el consumidor peruano, con mayor poder adquisitivo, tiende más a la compra de vehículos nuevos que a las conversiones.

El menor precio del GNV frente a las gasolinas ha dejado, en mi concepto, de ser una herramienta publicitaria y/o promocional. Así, la compra en la categoría de vehículos ligeros (autos, sw, van familiar, multipropósito y SUV), ha crecido a un ritmo de 35.7% promedio anual en el período 2006-2001 mientras que la tasa de conversión a gas ha decrecido anualmente 4.4% en promedio en el mismo lapso.
Hoy se requiere promover más bien que la importación de vehículos menores nuevos, sea orientada hacia vehículos que sean convertidos a gas o vengan de fábrica a gas, ya sea GNV o GLP.

El esfuerzo económico en la aplicación de descuentos promocionales ha sido sumamente costoso para el país. Se estima que durante los seis años  el Consorcio Camisea aportó 112 millones de USD y el Estado peruano dejó de percibir 42 millones de USD de regalías. La solución, reitero, para la masificación del gas debe darse mediante la aplicación de incentivos para contar con más vehículos a gas en el parque. Por qué no, la exoneración de IGV o devolución del mismo en la importación de vehículos menores a gas e igual medida en la importación de los kits de conversión. De lo contrario seguiremos incrementando el parque gasolinero desaprovechando un recurso abundante.






[1] Esta Ley fue formulada por el Economista francés Jean-Baptiste Say en su obra “Traité d'économie politique, ou simple exposition de la manière dont se forment, se distribuent, et se composent les richesses”, (1803)

1 comentario:

Anónimo dijo...

interesante nota ,pero si el gnv va a tener un precio mas alto ,no seria logico que la gente comun no compre un vehiculo a gnv?por mas incentivo que haya,como propietario de una estacion de servicios que vende solo liquidos y glp desalentaria invertir en gnv por el alto costo que significa poner uno.