jueves, 18 de septiembre de 2008

Gracias al subsidio a los combustibles - Los Hogares más ricos reciben ocho veces lo recibido por los más pobres

Artículo publicado en la revista Gas&Negocios
Año IV - Edición 21, Julio - Agosto 2008
Al fin, en los últimos días, los peruanos hemos empezado a vivir el despertar del sueño erótico de vivir con precios subsidiados de los combustibles, ajenos a cualquier esfuerzo de ahorro, con proliferación de monstruosas, tragonas e inadecuadas camionetas 4x4, lejos de la búsqueda de la eficiencia energética, sin programas de racionamiento del transporte sino más bien con pistas cerradas que generan más consumo de hidrocarburos, proclamando más y más el economicismo de un supuesto ahorro oficialmente promovido; consumiendo más y más diesel contaminante, imposibilitando la construcción económica de hidroeléctricas al malbaratarse el gas natural sin sensibilizarnos de lo que significa distraer recursos que debieran destinarse a los menos favorecidos .

¿Acaso no hemos sido testigos de cómo semana a semana se pedía recursos al MEF como única salida, sin nada de creatividad que pudiera evitar ahondar las brechas sociales?

¿No se habló acaso que no era subsidio sino un precio “asistido”? ¿Y acaso no ha sido motivo de un desmesurado optimismo el decir que en el Perú habíamos encontrado la fórmula mágica que nos abstraía de la crisis internacional? ¿Acaso no es cierto que se confió y se le dijo a la población que los incrementos de precios eran sólo estacionales y que, así como subían en invierno ya bajarían en verano? Y así, se cogieron con inusitado entusiasmo del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles Derivados de los Hidrocarburos (FEPC), promoviendo esta panacea hasta el extremo de hacerla pasar como de su invención y no del Gobierno anterior como efectivamente fue. Hasta se dieron comparaciones equivocadas de crecimientos de precios mayores en el extranjero y proclamar supuestas bajas en el nuestro durante el Gobierno actual. ¿Esta era la conducta que había que establecer entre los peruanos?

Con una quimérica esperanza, nuestros gobernantes esperaban que los precios bajaran para que se les devuelva lo que ya venían comprometiendo cotidianamente. Pero, terca Economía, eso no se dio. Igual el MEF al cambiar de titular ha señalado que “el costo del fondo, que es aproximadamente de 2,000 millones de soles, equivale al costo de todo el gasto social que ha tenido el Gobierno en programas focalizados” [1]

¡Qué vergüenza!

Como si no la hubiéramos conocido y advertido desde un principio, la naturaleza de subsidio ciego que tenía el FEPC, hoy día los técnicos del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), a los cuatro años de vigencia del mecanismo, señalan que “según sus estudios, por cada 100 nuevos soles gastados en los subsidios del fondo sólo cinco llegan a las personas de menores ingresos”
¿Y entonces a quienes ha subsidiado el Gobierno? ¿a los de mayores ingresos? Agrega el MEF que “un análisis realizado por este sector, con ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI), determinó que el FEPC se ha convertido en un subsidio que no beneficia a las familias de menores ingresos”. Me queda sin embargo el sinsabor que el MEF diga políticamente que “En un análisis de calidad del gasto se tiene que decir qué es lo prioritario: un subsidio ciego (el fondo) o un subsidio focalizado a través de programas sociales”, pero si esto no requiere un análisis profundo y no veo donde exista la disyuntiva: Todo el Perú reclama apoyo a los programas sociales para salir de la pobreza.

“En el estudio hemos encontrado que este subsidio a los combustibles es altamente reversible, ya que el 20 por ciento de los hogares más ricos recibe ocho veces de lo recibido por los hogares más pobres”, subrayó (para remate) el MEF. No fue la oposición la que lo dijo sino el propio MEF auxiliado por el FMI.

¿Y ahora que hacemos? Como dice mi hijo Sebastián cando se agota la provisión de propuestas de diversión infantil.

En Setiembre de 2004, cuando se creó el FEPC, el precio del petróleo crudo se había presentado con tendencia al alza. Sólo en los últimos doce meses, como se puede ver en el siguiente gráfico había crecido 56%, pasando de 28.8 a 44.9 USD/Bl. Sin embargo el Decreto de Urgencia Nº 010-2004 creó el FEPC señalando en sus considerandos como un hecho “la imprevisible fluctuación de los precios en el mercado internacional del petróleo crudo y sus derivados”. En realidad no era imprevisible ni había existido ninguna fluctuación (oscilación), sino sólo suba. Igualmente en su Art. 1º decía que la finalidad del FEPV era “…evitar que la alta volatilidad (inestabilidad), de los precios del petróleo crudo y sus derivados se traslade a los consumidores…” De sobra se tenía que haber sabido que la única forma para que el incremento internacional de los precios no se traslade a los consumidores en un mercado de precio libre era interviniendo en el mercado, mediante el subsidio a los productores e importadores para que no incrementen sus precios al consumidor y le pasen la factura más bien al Estado.

El 14-09-04, con una vigencia de 180 días y por un monto de 60 millones de nuevos Soles se inició el FEPC con el Decreto de Urgencia Nº 010-2004, “con cargo a dar cuenta al Congreso”. Pues bien, el FEPC tiene ya casi 4 años de vigencia y se ha señalado que seguirá todavía, por lo menos este 2008. Los 60 millones estimados inicialmente se han multiplicado por 40. Decía nuestro Presidente el 03-01-08 que sólo Dios podía saber cual sería el precio del petróleo pero que el alza a 100 dólares no tenía porque preocupar a la población peruana pues aseguró que se habían tomado todas las medidas para revertir este problema.

Como se puede ver en el gráfico anterior, si bien como ahora se señala, no se podían adivinar los precios futuros, era imposible que los precios pudieran bajar. Otro factor importante que se tiene siempre en cuenta es por el lado de la oferta mundial. En este caso, las reservas probadas mundiales habían venido decreciendo desde el año 1988 de 42.6 a 41.7 años de consumo el año 2003 y la capacidad de refinación mundial en los años 2002 y 2003 se había prácticamente estancado en 83.5 millones de barriles día calendario.

Finalmente, se ha señalado con sesgo que desde el año 2004 el Fisco ha recaudado 7,690 millones de Nuevos Soles incrementales por concepto de IGV a las importaciones y compras locales de crudo y derivados [2] equivalente a casi 4 veces el monto contingente del FEPC, justificando así que se pudieran destinar durante los próximos años parte de lo que se recaude por IGV a manera de redistribución. Es decir, más de lo mismo: Que siga el subsidio, pero “focalizado”, como si eso se pudiera hacer en los hidrocarburos (recuerden sino el enorme problema de los precios diferenciados del kerosene doméstico y el industrial). Y más grave no se dice que, en el balance no sólo se debe poner el mayor ingreso por IGV sino también la menor recaudación por el Impuesto Selectivo al Consumo estimada en una merma de 4,000 millones de Nuevos Soles entre el 2004 y el 20008 con lo que efecto IGV queda prácticamente anulado con los compromisos del FEPC más la menor recaudación del ISC.

Es más, si los precios locales se formulan a paridad de importación y se comprometen subsidios para llegar a ese precio como costo de oportunidad ¿porque no aplicar ese mismo criterio económico a los mayores ingresos por IGV?, en cuyo caso estoy seguro encontrarían mejores usos en el país que subsidiar la gran minería, la generación eléctrica o las actividades pesqueras.


[1] Declaraciones a la agencia de noticias ANDINA el 07-08-08 del Director General de Asuntos Económicos y Sociales del MEF, Javier Kapsoli http://www.andina.com.pe/Espanol/Noticia.aspx?id=3xTNSZC/Zn8=
[2] Price Waterhouse Coopers “Recaudación del Impuesto General a las Ventas en Relación con el Fondo para la Estabilización de Precios de Combustibles Derivados del Petróleo” (30-06-08).


Use GLP y enfrente el cambio climático

Artículo publicado en la revista "Energía, Minería Medio Ambiente"
Año 3 Nº19 - Agosto 2008 -
Págs. 14, 15
La Convención Marco de la Naciones Unidas sobre Cambio Climático definía ya en mayo de 1992 (16 años atrás), “cambio climático" como “un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables” [i]. Los efectos los vemos hoy a diario, aunque en nuestra habla popular se usa más el cotidiano “el clima esta cada vez más loco” para referirse a las inundaciones, sequías, deshielo de glaciares, frío y calor, nieve negra, etc. Quiero destacar aquí que es la desfavorable actividad humana a la que debemos referirnos cuando hablamos del cambio climático y es ella la que podemos modificar con nuestros cambios de conductas, usos y costumbres. Quizá empezar a reforzar lo que aún poco vemos en nuestro país y que es el informarnos.

Naciones Unidas señalaba que la humanidad tenía que reconocer que sus actividades habían ido aumentando sustancialmente las concentraciones de gases de efecto invernadero (GHG por sus siglas en inglés Green House Gas) [ii] en la atmósfera, intensificando así el efecto invernadero natural esperándose en promedio un calentamiento global de la superficie y la atmósfera de la Tierra que podría afectar a los sistemas naturales y a la humanidad.
Hay infinidad de referentes acerca de las consecuencias que ya vivimos, no como una predicción de los 90’s, sino como una alarmante y cruda realidad. Señalan, por ejemplo, las Naciones Unidas que la temperatura promedio de la superficie de nuestro planeta aumentará entre 1.4ºC y 5.8ºC para el año 2100 [iii].

La razón principal de la subida de la temperatura es atribuida al proceso de industrialización iniciado hace siglo y medio y, a la combustión de cantidades cada vez mayores de petróleo, gasolina y carbón; a la tala de bosques y algunos métodos de explotación agrícola.

Es así como el año 2007, un 64.2% de la energía primaria consumida en el mundo fue derivada del petróleo y el carbón.
Hoy en día, se ha comprobado que la mitad de los bosques que alguna vez cubrieron la tierra (29 millones de Kilómetros cuadrados), han desaparecido, y las áreas forestales con mayor biodiversidad están en peligro. Un total de 76 países han perdido ya todos sus bosques primarios, y otros once pueden perderlos en los próximos años. Al comenzar el siglo XXI hay una pérdida neta anual de 11,3 millones de hectáreas de bosques, según la FAO, que se destinan a otros usos.

Esta enorme actividad industrial y el aumento del nivel de vida de la población, han incrementado el volumen de los GHG en la atmósfera, sobre todo de dióxido de carbono, metano y óxido nitroso. Estos gases se producen naturalmente (en la evaporación de los pantanos, por ejemplo), y son fundamentales para la vida en nuestro planeta pues impiden que parte del calor solar regrese al espacio; Sin ellos el mundo sería un lugar frío y deshabitado. Sin embargo, cuando el volumen de estos gases es considerable y crece incesantemente, provocan unas temperaturas artificialmente elevadas y modifican el clima.

La industrialización ha traído consigo que los GHG de mayor efecto perverso se hayan incrementado por la actividad humana según lo siguiente:[iv]

El GLP es un combustible limpio, por suerte de fabricación abundante en nuestro país y con una historia de consumo doméstico, automotriz e industrial que han permitido sentar las bases para una cultura del gas. Puede lograr una inmediata y mayor contribución para reducir las emisiones de combustibles fósiles incrementando la eficiencia energética, reduciendo el consumo de combustibles sólidos y fósiles de manera de reducir las emisiones, promoviendo el consumo de combustibles limpios, cambiando la matriz energética de combustibles de altas emisiones a bajas emisiones e incorporando nuevas tecnologías para el uso de recursos energéticos de cero emisiones. De esta manera contribuye a mitigar los efectos del cambio climático.

El GLP está listo para ser usado, es una energía disponible siempre y en todas partes, que acompaña muy bien la mejora del nivel de vida de la población y beneficia el ambiente. No sólo reduce la incidencia de las enfermedades causadas por inhalación del humo emitido por la combustión de combustibles sólidos sino que además libera más tiempo al ama de casa por el menor tiempo necesario para cocinar, reduciendo o eliminado además el volumen de combustibles sólidos quemados en el interior de las viviendas ayudando así a combatir también la deforestación. Este es un atributo social distintivo del Gas LP que no lo tiene otro combustible puesto que su penetración en los hogares rurales y pobres es mayor al no requerir costosas inversiones en ductos e instalaciones domiciliarias fuera del alcance.

El Gas LP proviene a nivel mundial en un 60% del procesamiento del Gas Natural y por ende sus precios están principalmente ligados a este combustible, más que a los del petróleo crudo. Si bien es cierto, la tendencia mundial es hacia el incremento de los precios, no es estadísticamente cierto que los precios del Gas LP sigan los precios del crudo más que lo que hace el Gas Metano (Natural). Esta es sólo una errónea herramienta de ventas.

El Gas LP está disponible para trabajar en sociedad con otras energías. El Gas LP abre camino a la penetración de otros combustibles, pero a la vez armoniza con proyectos de utilización de energía no fósil como la solar y eólica. Cuando la energía solar o la fuerza del viento están en niveles mínimos, la fuerza de la batería no es suficiente para una aplicación. El Gas LP puede ofrecer la energía faltante mediante un cambio automático que lo convierte en un socio confiable y silencioso que proporciona energía sólo cuando sea necesario.

El Gas LP es un excelente promotor de la reducción de emisiones de los gases de efecto invernadero en la medida que su combustión implica menores emisiones de CO2, N2O y CH4 que los otros combustibles fósiles disponibles como el carbón, los derivados pesados y ligeros del crudo y aún del Gas Natural en algunas aplicaciones[v]. Esto significa una alternativa ecológica para la industria, el transporte y el hogar.

Es por eso que una política energética promotora del consumo de Gas LP puede tener un impacto significativo en la reducción de los GHG y no debe estar ausente en la política gubernamental de cambio de la matriz energética.

[i] http://unfccc.int/resource/docs/convkp/convsp.pdf
[ii] Los “gases de efecto invernadero” son definidos como aquellos componentes gaseosos de la atmósfera, tanto naturales como antropógenos, que absorben y reemiten radiación infrarroja.
[iii] http://unfccc.int/portal_espanol/essential_background/items/3336.php
[iv] "Historical Overview of Climate Change Science" (PDF). Climate Change 2007: The Physical Science Basis. Contribution of Working Group I to the Fourth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change. Intergovernmental Panel on Climate Change (2007-02-05). Capítulo I
[v] LP Gas and climate change: Targeting the switch to a cleaner fuel” – World LP Gas Association