En su comentario, Carranza
presenta como casos emblemáticos del descontrol del déficit fiscal a aquellos
basados en una agenda populista como la nueva refinería de Talara (defendida
por quienes sostienen que Petroperú es una empresa estratégica), el incremento
de la planilla pública (12,500 millones de Nuevos Soles más entre el 2022 y
2024) y la reciente aprobación en el Congreso de aumentar en dos puntos del IGV
el Foncomun para los municipios manteniendo la tasa general de 18%.
LA FARRA FISCAL
Para
explicarlo con manzanitas: La farra fiscal puede deberse a una política
irresponsable sustentada en que “el 2026 nos vamos” y que “el que
viene detrás que arree”, o “después de mí el diluvio”, frases todas
que transmiten la idea de que el Gobierno actual actúa
sin preocuparse por las consecuencias que puedan enfrentar quienes le sucedan,
dejando que otros asuman la carga o los problemas que quedan.
Un gobierno que gasta de forma descontrolada o irresponsable en los
últimos meses de su mandato (por ejemplo, mediante aumentos del gasto público,
regalos fiscales, subvenciones masivas), para ganar popularidad o asegurar
votos, sin importarle que el próximo gobierno herede un déficit fiscal, deuda o
desbalances macroeconómicos. En otras palabras, el gobernante piensa: “Yo
gasto, yo me beneficio políticamente, y el próximo gobierno que se las arregle
con los problemas que dejo”.
Consecuencias del déficit fiscal
Las implicaciones fiscales de esta errada política económica es un aumento
del gasto sin respaldo sostenible, una deuda pública creciente, una creciente
crisis de confianza o presión inflacionaria y un deterioro del equilibrio
presupuestario. En política, sería como “pan para hoy, hambre para mañana”.
Las
consecuencias para el siguiente gobierno es que el gobierno actual termina su
mandato y entrega un país con un déficit fiscal elevado que requiere
financiamiento, una deuda pública creciente para cubrir el déficit, el riesgo
de aumento en tasas de interés o presión inflacionaria y un menor margen de
maniobra para hacer política económica responsable.
El nuevo gobierno tendrá que “arrear” con:
💸 Subir impuestos, recortar gastos, reducir
inversión pública.
💸 Enfrentar menor confianza de inversores o agencias calificadoras.
💸 Resolver una crisis fiscal heredada.
CONSEJO FISCAL DEL PERÚ
El Consejo Fiscal del Perú (CF) en su Comunicado 01-2025
“Incumplimiento de las Reglas Fiscales” del 20 de enero de 2025 nos recuerda
que “la disciplina fiscal como un pilar fundamental para atraer la inversión
privada, impulsar el crecimiento económico y garantizar la estabilidad macroeconómica”.
Esto no es otra cosa que la capacidad de los gobiernos para gestionar sus
finanzas de modo responsable evitando un endeudamiento excesivo y manteniendo
una situación fiscal sostenible, estableciendo y cumpliendo las reglas fiscales
que deben definir su responsabilidad, restringiendo la política del Fisco para
garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas.
UN DÉFICIT CADA VEZ MÁS CRECIENTE
El déficit fiscal de 2024 se
ubicó en casi 40 mil millones de Nuevos Soles, mayor en 37.0% al registrado en
2023; es decir aumentamos el déficit fiscal en 10,341 millones más y
ocasionamos un gasto en exceso a los ingresos de 1,124 Nuevos Soles por cada
peruano el año 2024.
Como puede observarse en la gráfica, el déficit fiscal es creciente y significa que el gobierno está gastando más dinero del que está ingresando a través de impuestos y otras fuentes de ingresos. Es una señal de que las finanzas del gobierno están en problemas necesitándose de medidas para equilibrar su presupuesto.
Con el soporte de ChatGPT y Luzia
[i] El Dr.Econ. Luis Carranza se tituló como
licenciado en Economía en la PUCP. Realizó una maestría y un doctorado en
Economía en la Universidad de Minnesota. En los Estados Unidos de América trabajó
en el Fondo Monetario Internacional. De 2005 a 2006 fue Economista Jefe para América
Latina y Países Emergentes del BBVA
(Wikipedia).
[ii] https://peru21.pe/opinion/dos-chelas-mas-y-nos-vamos-por-luis-carranza/#google_vignette