Entrevista en el espacio "Portal Financiero" de Canal N bajo la conducción de Fernando Chevarría León el 23/07/2012
Presento aqui comentarios de actualidad sobre la economía de los hidrocarburos en el Perú. Incluyo también algunos artículos de opinión personal con la esperanza de ver cambios en mi país. E Mail cabedon@gmail.com
martes, 24 de julio de 2012
domingo, 15 de julio de 2012
Algunos apuntes sobre el negocio del Gas Natural Vehicular (GNV)
Apenas poco más de dos meses nos
separan del término de la promoción, vía precio en boca de pozo, del GNV aplicada
por Pluspetrol. Terminada ésta, el precio final en gasocentros subiría un 20% a
los consumidores (en el supuesto que los gasocentros mantengan la utilidad
absoluta y no la porcentual).
El 30 de septiembre vencen los
seis años de promoción otorgados por el operador del Consorcio Camisea,
incentivo mediante el cual los gasocentros pagan sólo 0.80 USD/Millón de BTU´s
(equivalentes a 0.08 Nuevos Soles/Metro cúbico). Este precio significa actualmente
un descuento de 73.5%; A precios de hoy el monto del descuento otorgado entre
el año 2007 y mayo 2012 es como mínimo de 307.2 millones de Nuevos Soles.
El descuento tuvo como fundamento
“…Como una medida promocional, tendiente a incentivar
la instalación de Estaciones de Servicio de GNV, el precio del gas natural que
se venda a dichas estaciones de servicio será de USD 0.80 por MMBTU durante el
plazo de seis(6) años, contados a partir del 01 de octubre de 2006…”,
conforme figura en el “Contrato sobre el precio de
gas natural para las Regiones” suscrito el 20-02-2007 con efecto
retroactivo entre las empresas del Consorcio Camisea y ProInversión, por parte
del Estado peruano.
Y es que, en efecto, al mes de
septiembre 2006 apenas 3,194 vehículos operaban a GNV y eran atendidos en sólo 2
gasocentros; Luego de dos años de disponer de gas natural, sólo un 0.5% del
parque de vehículos ligeros peruanos operaba con GNV y parecía que el proyecto
no caminaría favorablemente si es que no se efectuaba un esfuerzo especial en
el precio. Claro que este esfuerzo era sólo una importante pero pequeña parte
del conjunto de medidas que deberían aplicarse para fomentar la “masificación”
del GNV.
Sin embargo, la reducción del
precio en boca de pozo que en ese entonces fue de 63.9%, significó una
reducción de sólo 2.8% en los puntos de venta. A pesar de ello, a mayo del
presente año se cuenta ya con 189 puntos de venta de GNV operando y 25 más en
construcción.
Existe una innegable preocupación
entre los agentes comerciales acerca de cuál sería el impacto en el mercado de
GNV al eliminarse el descuento promocional de Pluspetrol a partir del 01-10-12.
Se piensa que esto acarrearía un desincentivo para la construcción de
gasocentros y la conversión de vehículos, complicando aún más la situación de
un mercado alicaído por políticas comerciales inadecuadas de los puntos de venta
que han desaprovechado el descuento recibido y llevado al GNV a una etapa en mi
concepto de madurez y muy cercana a la decadencia.
A pesar de los incentivos
recibidos durante 6 años, la tasa de vehículos a GNV en el parque de vehículos
menores es de 10.8% al cierre del 2011. Tengamos en cuenta además que en
nuestro país, producto de la reactivación económica y de las facilidades de
financiamiento para la adquisición de vehículos nuevos, se ha registrado un
crecimiento de las ventas de vehículos menores de 46.3% durante los primeros 5
meses del año 2012 con relación a similar período del año 2011; en promedio la
venta de vehículos menores ha crecido 18.9% anual en el período 2008-2011,
mientras que la conversión de vehículos a GNV viene cayendo 12.0% anual promedio
en el mismo período.
Hoy en día el 72.4% de los puntos
de venta comercializan en Lima el GNV a 1.29 Nuevos Soles/Metro cúbico. El
margen bruto del canal gasocentro asciende a 226.7% sobre costos en boca de
pozo+transporte y distribución. De la misma manera debe destacarse que tanto el
costo de transporte por gasoducto y el de distribución en redes secundarias (cada
uno de ellos), es mayor que el del gas en boca de pozo, sin aplicación de
descuento alguno para promoción de ventas.
Un factor que explica en parte el
porqué del declive del negocio es que el promedio de vehículos atendidos por
gasocentro es cada vez menor. Atrás quedó el 2006 en que se atendían 1,372
mientras que en mayo 2012 la cifra de atención fue de 723 vehículos por
gasocentro; para colmo de males el consumo promedio por vehículo se mantiene
prácticamente sin variación (con tendencia más bien a la disminución) en los
últimos 4 años.
Es indudable que el mercado viene
demostrando que el precio menor del GNV frente a combustibles alternativos no
es un factor primordial para decidir adquirir un vehículo nuevo a GNV; menos
aún para invertir en conversiones; sumémosle a esto que los precios de los
combustibles alternativos vienen bajando significativamente y a que cada vez
con mayor énfasis los especialistas señalan lo poco conveniente para la vida
útil del vehículo de promover la utilización de GNV frente al GLP. Si esto es
así no habría razón para que los gasocentros trasladen la eliminación de
descuentos incrementando sus precios más allá de lo normal. Igualmente no
resultaría válido en un mercado de competencia que se establezcan medidas
proteccionistas para los gasocentros existentes como algunos pretenden y más
bien habría que replantear los intereses de nuevos inversionistas que de
ingresar al mercado incrementarían los problemas de subsistencia del negocio.
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jueves, 12 de julio de 2012
El precio del GLP y la planta envasadora en La Convención
Revista GLP AMERICA
Año 1 N°1 Mayo/Junio/Julio 2012
ww.glpamerica.net
Buenos Aires - Argentina
Págs. 20-21
Buenos Aires - Argentina
Págs. 20-21
miércoles, 11 de julio de 2012
Camisea: Hablemos sin reservas
Revista Oro Negro
Año 01 - Edición 06
Julio - Agosto 2012
Págs. 40 y 41
Págs. 40 y 41
Camisea: Hablemos sin reservasEscrito por: Econ. César Bedón Rocha[1]
La Memoria Anual 1990 de Petroperú S.A. correspondiente al año 1990 incluía el informe de su Presidente del Directorio, Ing. Jaime Quijandría Salmón señalando que “Las reservas probadas de gas y de líquidos de gas natural, que en su mayor cuantía están localizadas en el yacimiento de Camisea, permanecieron prácticamente invariables respecto al año anterior. El desarrollo de Camisea, según el proyecto integral elaborado por PETROPERU S.A., exige una inversión de 1,500 millones de dólares, monto que excede las posibilidades del país y hace imprescindible la participación del capital foráneo, todavía no lograda”.
Quijandría había sido llamado en agosto de 1990 por el nuevo gobierno para hacerse cargo de la empresa estatal (responsable en ese entonces tanto de la exploración como de la explotación de hidrocarburos), la misma que había sido llevada a un estado de insolvencia tal, que los auditores Rodolfo Retamozo y Asociados señalaban en su informe del 31-07-91 que “… La situación expuesta obedece básicamente a que los precios establecidos no cubren los costos incurridos. Estos factores originan una deuda respecto a la capacidad de la Empresa de continuar en existencia…”
Al terminar el año 1990 el pasivo corriente (obligaciones de corto plazo) excedían a su activo corriente en 117.2% (más del doble). La pérdida neta de Petroperú S.A. fue de 908.6 millones de USD[2]pues, mientras la empresa estatal tenía ingresos promedio de 27.1 USD/Barril, su costo y gastos de venta y generales era de 31.7 USD/Barril. Como referencia el precio spot promedio del petróleo crudo WTI fue de 24.50 USD/Barril. .
Señalaba el Ing. Quijandría en el mismo informe que “Los ingresos resultaron inclusive insuficientes para cumplir con la necesaria labor de mantenimiento de refinerías, plantas, oleoductos y campos petrolíferos, todo lo cual afectó sensiblemente la capacidad operativa de la empresa… Se dio el caso que una gaseosa de dos litros costaba más que un galón de gasolina…”. En estas condiciones era lógico que llevar adelante un proyecto de la importancia y magnitud de la explotación del gas natural de Camisea resultaba imposible para la empresa estatal.
No es sino hasta el año 2000 (diez años después), en que el gobierno del Presidente Transitorio Valentín Paniagua (1936-2006), suscribió el D.S. 021-2000-EM aprobando el contrato de licencia con el Consorcio Camisea Lote 88. Dos años después el gobierno de Alejandro Toledo concesionó el transporte y la distribución del gas, completando el esquema; Posteriormente con D.S. 033-2004 el mismo Presidente Toledo aprobó un nuevo contrato de Licencia, esta vez por el Lote 56 en Camisea.
La inversión total acumulada del Consorcio Camisea en infraestructura de explotación y exploración en la selva del Cusco y en la Planta de Fraccionamiento de Pisco ha ascendido a 3,848 millones de USD en el período 2000-2012[3], contradiciendo a quienes equivocadamente sostienen que no se ha hecho inversión mayor pues todo ya había sido realizado antes de la firma de los contratos de Licencia. Esta inversión es de un monto elevado, imposible e innecesario de ser realizado por la inversión estatal, qué duda cabe.
Sin embargo era necesario que esta inversión se llevara a cabo pues una cosa es conocer que se tienen reservas probadas, como lo conocía Petroperú S.A. en 1990, y otra ponerlas en explotación comercial.
El año 2000 cuando se firmó el contrato por el Lote 88 las reservas probadas de gas natural en Camisea (excluidos sus líquidos), eran de 8.1 TCF, ninguna de las cuales había sido desarrollada (más de una década perdida desde la declaración de Petroperú); Al 31-12-11, estas reservas probadas se han incrementado a 10.7 TCF, de las cuales 8.3 TCF (71.0%), se encuentran completamente desarrolladas. La explotación de Camisea ha generado millonarios ahorros al país; ha transformado la matriz energética y contribuido en un estimado de 0.6 puntos porcentuales al crecimiento anual del PBI promedio en el período 2000-2010.
Declarar políticamente que tenemos gas natural “para cualquier cosa que se les pueda ocurrir”[4]no resulta razonable en la medida que no se siga alentando la inversión privada de riesgo y se mantenga una política vacilante sobre los contratos petroleros.
La riqueza del país no se valoriza económicamente por sus reservas probables o posibles que sólo son tenidas en cuenta cuando, mediante inversión de riesgo, se conviertan en probadas desarrolladas. Tampoco es sensato pensar que todo el desarrollo del gas natural en el Perú se hará con las reservas de Camisea y seguir vendiendo ilusiones sin mostrarle al país cual es la política que seguirá Perupetro S.A. para promover la exploración y explotación del gas natural.
[1] Ex Decano del Colegio de Economistas de Lima (2010-2011)
[2] 1 USD promedio año 1990 = 187,886 Intis (aunque parezca mentira). Fuente BCRP
[3] Fuente: Apoyo Consultoría julio 2010 “10 años de beneficios económicos de Camisea”
[4]http://www.larepublica.pe/24-05-2012/mem-reservas-de-gas-en-camisea-sumarian-40-tcf
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