Apenas poco más de dos meses nos
separan del término de la promoción, vía precio en boca de pozo, del GNV aplicada
por Pluspetrol. Terminada ésta, el precio final en gasocentros subiría un 20% a
los consumidores (en el supuesto que los gasocentros mantengan la utilidad
absoluta y no la porcentual).
El 30 de septiembre vencen los
seis años de promoción otorgados por el operador del Consorcio Camisea,
incentivo mediante el cual los gasocentros pagan sólo 0.80 USD/Millón de BTU´s
(equivalentes a 0.08 Nuevos Soles/Metro cúbico). Este precio significa actualmente
un descuento de 73.5%; A precios de hoy el monto del descuento otorgado entre
el año 2007 y mayo 2012 es como mínimo de 307.2 millones de Nuevos Soles.
El descuento tuvo como fundamento
“…Como una medida promocional, tendiente a incentivar
la instalación de Estaciones de Servicio de GNV, el precio del gas natural que
se venda a dichas estaciones de servicio será de USD 0.80 por MMBTU durante el
plazo de seis(6) años, contados a partir del 01 de octubre de 2006…”,
conforme figura en el “Contrato sobre el precio de
gas natural para las Regiones” suscrito el 20-02-2007 con efecto
retroactivo entre las empresas del Consorcio Camisea y ProInversión, por parte
del Estado peruano.
Y es que, en efecto, al mes de
septiembre 2006 apenas 3,194 vehículos operaban a GNV y eran atendidos en sólo 2
gasocentros; Luego de dos años de disponer de gas natural, sólo un 0.5% del
parque de vehículos ligeros peruanos operaba con GNV y parecía que el proyecto
no caminaría favorablemente si es que no se efectuaba un esfuerzo especial en
el precio. Claro que este esfuerzo era sólo una importante pero pequeña parte
del conjunto de medidas que deberían aplicarse para fomentar la “masificación”
del GNV.
Sin embargo, la reducción del
precio en boca de pozo que en ese entonces fue de 63.9%, significó una
reducción de sólo 2.8% en los puntos de venta. A pesar de ello, a mayo del
presente año se cuenta ya con 189 puntos de venta de GNV operando y 25 más en
construcción.
Existe una innegable preocupación
entre los agentes comerciales acerca de cuál sería el impacto en el mercado de
GNV al eliminarse el descuento promocional de Pluspetrol a partir del 01-10-12.
Se piensa que esto acarrearía un desincentivo para la construcción de
gasocentros y la conversión de vehículos, complicando aún más la situación de
un mercado alicaído por políticas comerciales inadecuadas de los puntos de venta
que han desaprovechado el descuento recibido y llevado al GNV a una etapa en mi
concepto de madurez y muy cercana a la decadencia.
A pesar de los incentivos
recibidos durante 6 años, la tasa de vehículos a GNV en el parque de vehículos
menores es de 10.8% al cierre del 2011. Tengamos en cuenta además que en
nuestro país, producto de la reactivación económica y de las facilidades de
financiamiento para la adquisición de vehículos nuevos, se ha registrado un
crecimiento de las ventas de vehículos menores de 46.3% durante los primeros 5
meses del año 2012 con relación a similar período del año 2011; en promedio la
venta de vehículos menores ha crecido 18.9% anual en el período 2008-2011,
mientras que la conversión de vehículos a GNV viene cayendo 12.0% anual promedio
en el mismo período.
Hoy en día el 72.4% de los puntos
de venta comercializan en Lima el GNV a 1.29 Nuevos Soles/Metro cúbico. El
margen bruto del canal gasocentro asciende a 226.7% sobre costos en boca de
pozo+transporte y distribución. De la misma manera debe destacarse que tanto el
costo de transporte por gasoducto y el de distribución en redes secundarias (cada
uno de ellos), es mayor que el del gas en boca de pozo, sin aplicación de
descuento alguno para promoción de ventas.
Un factor que explica en parte el
porqué del declive del negocio es que el promedio de vehículos atendidos por
gasocentro es cada vez menor. Atrás quedó el 2006 en que se atendían 1,372
mientras que en mayo 2012 la cifra de atención fue de 723 vehículos por
gasocentro; para colmo de males el consumo promedio por vehículo se mantiene
prácticamente sin variación (con tendencia más bien a la disminución) en los
últimos 4 años.
Es indudable que el mercado viene
demostrando que el precio menor del GNV frente a combustibles alternativos no
es un factor primordial para decidir adquirir un vehículo nuevo a GNV; menos
aún para invertir en conversiones; sumémosle a esto que los precios de los
combustibles alternativos vienen bajando significativamente y a que cada vez
con mayor énfasis los especialistas señalan lo poco conveniente para la vida
útil del vehículo de promover la utilización de GNV frente al GLP. Si esto es
así no habría razón para que los gasocentros trasladen la eliminación de
descuentos incrementando sus precios más allá de lo normal. Igualmente no
resultaría válido en un mercado de competencia que se establezcan medidas
proteccionistas para los gasocentros existentes como algunos pretenden y más
bien habría que replantear los intereses de nuevos inversionistas que de
ingresar al mercado incrementarían los problemas de subsistencia del negocio.
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