miércoles, 26 de diciembre de 2007

Escúchenlos, son economistas

Desde hace tiempo los economistas profesionales han venido ocupando roles significativos como asesores de los gobernantes. En años recientes han ido mucho más lejos en varios países y han llegado a ocupar las posiciones más altas en los gobiernos. Aunque sus conocimientos técnicos han tenido mucho que ver con ello creemos, no obstante, que su acceso a las más altas posiciones de autoridad constituye en gran medida un despliegue de tipo ritual. El aspecto simbólico de la designación de economistas - políticos de alto nivel es tan significativo como lo son los conocimientos específicos que ellos aportan a la vida política y es parte de una cultura política transnacional emergente en la cual los economistas desempeñan un papel sacerdotal.

El irresistible ascenso de los economistas John Markoff, Verónica MontecinosDesarrollo Económico, Vol. 34, No. 133 - 1994

El 20-12-2007, el Sr. Presidente de la República, Dr. Alan García Pérez tomó juramento en Palacio de Gobierno al nuevo Gabinete Ministerial que encabeza el Dr. Jorge del Castillo. De acuerdo con nuestra legislación son 15 Ministros los que acompañan a Del Castillo.

Un detalle que no quería dejar de destacar es que, cinco de estos Ministros (un tercio), son Economistas. Esta es una característica cada vez más creciente a nivel del mundo globalizado en que vivimos. Son cada vez más los gobernantes mundiales que confían las tareas más delicadas de diferentes áreas del conocimiento a profesionales de la Economía.

En Ecuador, la Presidencia de la República, la tiene el Doctor en Economía Rafael Correa y gran parte de sus Ministros son economistas; en el Perú hasta hace poco ocupó la Presidencia el Doctor en Economía Alejandro Toledo; En Chile 5 de los 19 Ministros actuales son economistas.
En el caso peruano las carteras de Salud, Vivienda y Construcción, Economía y Finanzas, Comercio Exterior e Interior son ocupadas por los economistas Hernán Garrido Lecca, Enrique Cornejo, Luis Carranza, Mercedes Aráoz y Luis Alva, respectivamente. Todos, con la única excepción del titular de Economía y Finanzas ( Economía en la Universidad de Minnesota), figuran como colegiados en el Colegio de Economistas de Lima.

Hay quienes, sin embargo, desde una óptica completamente obtusa, presentan como un hecho anecdótico que el nuevo Ministro de Salud sea un Economista, desconociendo la versatilidad de desempeño que otorga el dominio de la ciencia económica. De hecho, la cartera de Vivienda y Construcción la ocupa un Economista que reemplaza a otro colega en el Gabinete Alan, sin ningún contratiempo e igualmente Interior es liderado por otro Economista.

Como referencia adicional y enteramente válida podríamos señalar, por ejemplo, para quienes señalan que salud no es zapato de los economistas (sino de los médicos), que la Economía de la Salud es un área importante del conocimiento económico cuya finalidad es de analizar el proceso de salud - enfermedad, enfocándolo tanto en su descripción como en la búsqueda de sus causas y consecuencias, aspectos que son estudiados a través del instrumental analítico de la Economía.

A ningún Economista es tampoco ajena la constante similitud que encontramos en nuestros cursos de formación con el cuerpo humano. Las más claras explicaciones del comportamiento del homo económicas son aquellas que brindan semejanzas con nuestro cuerpo, sus sistemas y propiedades más importantes.

De la Economía de la Salud ha surgido igualmente la Fármaco economía que es la ciencia de evaluación económica de intervenciones en salud aplicada al uso de fármacos. Se utiliza frecuentemente como un sinónimo de la “evaluación económica de medicamentos” y se extiende a las actividades relacionadas con la atención farmacéutica o de servicios farmacéuticos. Esta evaluación económica se engloba dentro de una disciplina más amplia como es la “evaluación económica de las tecnologías sanitarias”, cuya finalidad es la selección de aquellas que tengan un impacto sanitario más positivo.

La evaluación económica utiliza la investigación de resultados en salud para responder las tres preguntas clave de la economía, ¿qué producimos? ¿Para quién producimos? y ¿cómo lo producimos? Esto aplicado a la Fármaco economía nos responde ¿que enfermedad tratamos? ¿Cómo la tratamos? y ¿cuál es la mejor manera de tratarlas?

La evaluación económica de intervenciones en salud (Fármaco Economía), combina las ciencias de la Medicina, la Estadística, la Economía y la Epidemiología para lograr el método científico para la toma de decisiones basadas en evidencias. No es extraña la utilización de términos como las relaciones costo efectividad y costo de efectividad incremental, análisis de sensibilidad, dominancia y dominancia extendida, plano de costo efectividad, análisis de Markov, análisis de eventos discretos, análisis determinísticos, análisis estocásticos, y muchos otros más que encuentran campo de aplicación en las ciencias de la salud.

Resumimos lo importante de una gestión en salud, que tenga como orientación la Economía en lo siguiente:
  1. Analiza no sólo el grado de eficiencia y eficacia sino agrega el criterio de equidad que alcanza el sistema de salud a partir de unos recursos, que por definición son limitados, y analiza su distribución entre los diferentes segmentos sociales.
  2. La Economía aporta la valorización de los servicios de salud desde una perspectiva macro, a través del análisis de las funciones de compra, aseguramiento y provisión, así como las tareas de planificación, financiación, regulación y supervisión de los servicios sanitarios, por ejemplo mediante la realización de estudios económicos comparativos internacionales.
  3. La Economía se ocupa de estudiar la oferta y la demanda de los servicios de la salud y como influir sobre ambas fuerzas de mercado, a través de la actuación sobre los precios y la creación de incentivos como por ejemplo el pago de subsidios a cambio de la vacunación de los hijos menores.
  4. La Economía valora la salud y evalúa la relación entre ésta y sus determinantes sociales y económicos, por ejemplo a través del análisis de la relación entre el estado de salud y la renta disponible.
  5. La Economía, mide los recursos necesarios para ofrecer determinados servicios y analiza las distintas alternativas para suministrarlos, seleccionando la más conveniente a través de la evaluación microeconómica, que se ocupa de valorar los costes y los beneficios socialmente relevantes, en comparación con los resultados de salud.
  6. Sólo la Economía puede incorporar con acierto la evaluación social al frío análisis matemático costo/beneficio, gestión más que importante cuando se trata de servicios públicos como la salud.

Confiemos pues en que una gestión en salud pública,dirigida por un Economista y que utilice el instrumental económico,brinde al país los mejores resultados posibles,medidos en capacidad de contribuir al desarrollo social. La pregunta sería si en el MINSA el nuevo Ministro (como sucede en otros organismos públicos), encontrará los economistas experimentados en salud pública y bien remunerados que necesite para el éxito de su gestión.


BIBLIOGRAFIA
Fundamentos de Farmacoeconomía. Ortega A. - Ed: Instituto. de Estudios Médico-Científicos. Madrid 2001. 34.http://sefh.interguias.com/libros/tomo1/Tomo1_Cap2-11.pdfConsultado el 26-12-2007

Principios Básicos de Intervención Clínica – Joan-Ramón La Porte Capítulo 8 Nociones de Fármaco Economíahttp://www.icf.uab.es/llibre/Cap-8.htmConsultado el 26-12-2007

Nota al pie:
El autor se desempeñó como Director Ejecutivo de Saneamiento Básico en el Ministerio de Salud del Perú (MINSA), entre los años 2001 y 2003, así como Director General de Salud Ambiental del mismo Ministerio el año 2004. Durante mi desempeño profesional en tan nobles tareas, encontré una enorme colaboración del personal profesional del MINSA, médicos, epidemiólogos, ingenieros sanitarios, sociólogos, etc., aunque no faltó alguna voz que dijo ¿Qué hace un Economista en Salud?

martes, 11 de diciembre de 2007

El consumidor verde y el marketing mix

El marketing ecológico no viene a ser sino una parte del marketing social, disciplinas ambas que no pueden dejar de ser consideradas en el manejo de todo tipo de empresas y que cuidan de implementar comportamientos ambientalmente responsables de cara a un nuevo tipo de consumidor; el consumidor verde

Llamar a un mercado como que “está verde”, significaba para la ciencia económica, que éste estaba en los principios de su formación y que le faltaba mucho para perfeccionarse. Adjetivar como verde a una persona significaba que era inexperta y poco preparada. Y menciono estas referencias en tiempo pasado pues ahora, el calificativo de verde, aplicado a un consumidor significa más bien, todo lo contrario. Se trata de un consumidor en plena madurez.

Chamorro (2001:2), señala que el consumidor verde es aquel consumidor que manifiesta su preocupación por el medio ambiente en su comportamiento de compra seleccionando productos que le sean percibidos como de menor impacto sobre el medio ambiente. Rescatemos aquí el concepto de “percepción” y cuanto del mismo tiene que ver con las estrategias de marketing.

En Brasil, un reportaje de la revista valor Económico (08-06-2001), señala que el consumidor brasileño vive el despertar de un una nueva relación con los productores y anunciantes pues aquellos productos que antes eran garantía de diferenciación como light o diet perderán espacio frente a las empresas que logren posicionar una imagen asociada al medio ambiente.

Más cerca aún, Cardozo (2003), dice que el marketing ecológico contribuye al fortalecimiento de la imagen de marca pues el consumidor se siente “seducido” por este tipo de propuesta.

No se trata de modificar la mezcla de marketing para oponerla frente a una nueva variable verde, sino de armonizar cada uno de sus elementos necesariamente con el consumidor verde. Este fenómeno del marketing, que obliga a las empresas a introducir en su estrategia de operación y crecimiento el respeto por el medio ambiente no hubiera sido posible, a mi juicio, sin que el consumidor verde asumiera cada vez más una posición de liderazgo dentro del mercado. Hoy en día el consumidor verde está dispuesto a pagar un precio mayor por un producto o servicio amigable con el medio ambiente.

Este consumidor no adquirirá, si tiene que escoger, energía eléctrica si proviene de fuentes contaminantes. Luchará para que las grandes generadoras dejen de utilizar carbón o petróleos residuales y se conviertan al gas. Todo consumidor verde, grande o chico, empresa pública o privada va a ayudar en cualquier lugar del mundo pagando un sobreprecio sobre su consumo eléctrico habitual a la generación de electricidad verde en Latinoamérica.

El consumidor verde busca en las góndolas envases reciclables y los preferirá a otros contaminantes. Ante dos presentaciones de producto, el plástico será desplazado de la preferencia.

Los estudiantes europeos vienen dejando de interesarse en carreras relacionadas con el petróleo y se empieza a sentir una falta de profesionales en esta industria por cuanto la consideran una actividad sucia y contaminante.

Los consumidores que hasta hace poco preferían las camionetas 4x4 son desplazados cada día más en sus gustos por el entendimiento del derroche de combustible que representan, a pesar de ser preferidos aún en algunas metrópolis, cuando en los Estados Unidos apenas un 28% los prefiere (casi nadie).

La tendencia mundial se inclinará hacia los autos pequeños procedentes de China.

En nuestro país se ha logrado por Ley que los combustibles más contaminantes paguen más impuestos que los que no lo son en función a su índice de nocividad. Todo un logro de enorme significación tras movilizaciones que conmovieron la opinión pública. Las refinerías ven reducir cada vez más sus ventas de gasolinas desplazadas por el GLP y el Estado recauda menos impuestos igualmente por esta causa.

El consumidor verde premiará con su elección a la Estación de Servicio que le proporcione gasolina sin plomo y Diesel sin Azufre.

La cuna de la producción automotriz americana (Detroit) sufre el embate de la generación verde. Sus tres grandes fabricantes General Motors, Ford y Chrysler son desplazados por consumidores verdes que perciben que los autos asiáticos están mejor preparados que sus competidores para respetar el medio ambiente. El auto que escoja este consumidor deberá haber sido producido por corporaciones que hayan incorporado investigación sobre energías no contaminantes y de ahorro de combustibles fósiles. Los productores japoneses seguirán incrementando sus ganancias y participación de mercado, siendo Toyota y Honda líderes en vehículos híbridos.

Una larga lista de recomendaciones en el mundo nos invitan igualmente a convertirnos en consumidores verdes, modificando drásticamente los patrones de producción de las empresas. Nos invitan a evitar platos y cubiertos descartables o en todo caso preferir los de madera o papel que toman menos tiempo en descomponerse.

La recomendación al consumidor en general que hacen los consumidores verdes es a preferir productos con embalajes reciclables, comprar cuadernos y papel reciclados, usar lo indispensable, escribir por ambas caras y reusar los sobres; si son productos de madera, preferir los provenientes de bosques con tratamiento de reforestación; evitar hortalizas cultivadas con agro tóxicos, preferir los productos frescos y no envasados, sembrar flores de colores brillantes, plantar árboles, no usar aerosoles con CFC pues destruyen la capa de ozono, leer siempre las etiquetas de los productos, las mismas que deben incorporar información ecológica, usar productos de limpieza sin fosfatos, sin soda, sin cloro, sin CFC y de rápida biodegradabilidad.
Nos invitan a no fumar, y ser responsables con los residuos sólidos, separar las latas de los vidrios, papeles y plásticos, regar los jardines de mañana para una menor evaporación, economizar agua, apagar las luces y la televisión cuando no se necesiten; preferir las lámparas fluorescentes a las incandescentes, abrir y cerrar rápidamente la refrigeradora y evitar almacenar mucha comida.

Todas estas exigencias del consumidor verde vienen a constituir un reto para la administración de empresas en el mundo contemporáneo. No se trata de una moda sino de una nueva conciencia, la misma que cada vez incluso se volverá más exigente.

Finalmente el consumidor, ahora felizmente verde, será el orientador de la producción de las empresas, como antes lo fue la masificación, posteriormente la individualización y los esfuerzos de prestación de servicios conexos, ahora lo es la responsabilidad con el cuidado del medio ambiente.

Saber interpretar este mandato y traducirlo en productos y servicios amigables será la clave para la sostenibilidad de las empresas. Una nueva concepción del marketing mix tiene que abrirse paso y el consumidor verde tiene que estar presente en la misma.


Bibliografía

Chamorro, A.
2001 “El Marketing Ecológico” 5campus.org, en línea, Medio Ambiente
http://www.5campus.org/leccion/ecomarketing
Consultado el 18/10/2007

5 días.com
27/09/07 “El nuevo reto de las gestoras se llama Generación Y”
http://www.cincodias.com/articulo/Sentidos/nuevo/reto/gestoras/llama/generacion/cdscdi/20070927cdscdicst_1/Tes/

Consultado el 26/10/2007

Cardozo, Julio
Marzo 2003 "Geração de valor e marketing social".

Valor Econômico, Año 4, Nº.712 MUNDO VERDE 13/11/2006 Seja um consumidor verde!
http://www.mundoverde.com.br/eumeamo/ecologia/noticiaSelecionar.asp?idNoticia=611
Consultado el 26/10/2007

POTENCIA VERDE
26-10-2007 Fomentando el consumo y la generación de electricidad verde
http://www.potenciaverde.cl/esp/consumidor.asp
Consultado el 26/10/2007