miércoles, 20 de junio de 2007

Yo exportador

El 12-04-07 se publicó en el diario oficial El Peruano un Decreto de Urgencia (con rango de Ley y con cargo a dar cuenta al Congreso de la República), mediante el cual se declara en emergencia el mercado del GLP en el Perú ante el peligro de desabastecimiento.En efecto se estima que entre abril del 2007 y agosto del 2008 se requerirán más de 91 mil TM provenientes del mercado de importación. La preocupación era que este volumen faltante sería importado a un costo mucho mayor al vigente en el mercado interno y que, al mantenerse en el mercado local un precio congelado desde julio del 2005, no existía posibilidad para que los importadores pudieran hacerse cargo de cubrir esta necesidad.

La fórmula adoptada para cubrir el esfuerzo porque no se presenten aumentos de precios para el consumidor peruano fue:
  1. Restituir el factor de compensación del GLP para productores e importadores. Este se calcula como la diferencia entre el límite superior de la banda de precios estimada por el Ministerio de Energía y Minas y el precio de paridad de exportación (que es el precio máximo de venta en el mercado local, según compromiso voluntario de los agentes del mercado).

  2. Reconocer a los importadores un monto correspondiente a la diferencia entre los precios de paridad de importación (a los que en teoría importan el GLP), y de paridad de exportación a los que venden.

  3. Todos los agentes, productores e importadores, aplican en sus ventas (principalmente a envasadoras), un factor equivalente a 0.01 S/Kg para cubrir los mayores costos de la importación, debiendo tenerse en cuenta que se estima que sólo el 7.4% del volumen comercializado durante el período de emergencia sería importado; pero el factor lo paga el 100% de la comercialización.
A manera de ejemplo podemos señalar que, en la semana del 19 al 25 de junio, se tienen los siguientes aportes oficialmente establecidos (1 US$=3.17 Nuevos Soles):

Como se observa el mecanismo impide que los productores locales se beneficien del total de los mayores precios del mercado internacional (aunque nada les impide subir sus precios) y compensa sólo a los importadores reales en la medida exacta de lo que significa importar GLP para cubrir el déficit de la producción local.

El subsidio como observamos alcanza los 104.10 US$/TM, sin el cual el precio al público de un balón de 10 Kgs de GLP se habría incrementado desde abril en por lo menos 3.93 Nuevos Soles (incluido 19% de IGV).

Suma de esfuerzos; ingenio en la solución concordada entre productores, importadores, y plantas envasadoras; preocupación por un tema tan importante como es el suministro sin baches de GLP. Subsidio del Estado para evitar el alza. Inmediata cobertura logística con producto importado, aporte de los importadores que financian temporalmente con importaciones de mayor costo que el precio al que se vende en el mercado local. Precios de envasadoras congelados igualmente, a pesar que soportan incrementos en sus costos. Mercado abastecido con eficiencia y sin sobresaltos.

Sin embargo, en medio de todo este esfuerzo se presenta una falla no considerada en la declaratoria de emergencia: La exportación de GLP.

La estadística oficial de SUNAD señala que entre la fecha de publicación del Decreto de Urgencia y el 06-06-07 dos empresas envasadoras han exportado GLP a Granel a Chile por un total de 551,910 Kilogramos (casi 11,000 Kgs diarios). La modalidad de exportación es mediante camión/tanque desde la ciudad de Tacna.

Se dan aquí dos resultados igualmente perversos.

Por un lado, cada Kilogramo que se exporta a Chile, significa un Kilogramo menos para la atención del mercado local, es decir un Kilogramo más que hay que importar.

Por otro lado, los mecanismos que se han ideado para evitar el desabastecimiento local, bonificarían al importador que provea GLP a la envasadora exportadora con un promedio de 104.14 US$/TM, o lo que es lo mismo un total de 57.5 MUS$ hasta ahora; 1,100 US$ diarios que pagamos finalmente todos los peruanos para que se exporte al mercado chileno.

Si bien es cierto pudieran haber explicaciones de una operación de exportación no nueva, o quizá de hasta señalar que son volúmenes mínimos, pero igualmente debemos tener presente que en situaciones de emergencia, el tema pudiera ser, por lo menos revisado. Recordemos que los despachos de Gas a Chile fueron suspendidos por Argentina (por supuesto que en mayor cantidad), cuando se presentaban situaciones críticas. Y nosotros atravesamos por una situación crítica.

En todo caso si se considera que, igual, debiera mantenerse la exportación, resulta lógico que estos volúmenes exportados no sean bonificados con los aportes de los diferentes mecanismos que hemos creado en el Perú para contener las alzas de precios. En este caso debiera acotarse a los exportadores los montos de subsidio y compensación que creemos no les corresponden en justicia. De lo contrario corremos el riesgo, además, que esta omisión se multiplique.

miércoles, 13 de junio de 2007

Los benditos precios de referencia de los hidrocarburos

El consumidor peruano de hidrocarburos ganó enormemente cuando nuestra legislación inició la exigencia de aprobar una metodología de cálculo de precios de referencia, así como la obligación de mantenerlos actualizados a través de la Web del OSINERGMIN, obligación que se cumple semanalmente los días lunes desde el 31 de marzo del 2003.

La información así calculada facilita la transparencia en el mercado, transparencia que hace apenas algunos años era inexistente y reclamada; Los vaivenes de las políticas de precios y las diferentes formas de aplicar el Impuesto Selectivo al Consumo (monto fijo, porcentaje del precio, escalado con la inflación, exonerado del ISC, etc.), obligaban poco menos que a adivinar cual sería la tendencia de los precios en el mercado interno y esto no es conveniente en una economía en pleno desarrollo como la nuestra y que requiere de indicadores claros sobre la evolución futura de variables tan difíciles de manejar como el precio para una gestión estratégica de los negocios.

De esa manera se planteaba, al iniciarse la publicación de los precios de referencia, que el más común de los mortales pudiera saber como nos comparábamos con precios de otras localidades y si en el país había ganancias exageradas a través de los diferentes eslabones de la industria de los hidrocarburos. Igualmente se fueron introduciendo en el habla cotidiana diferentes conceptos de nuestra jerga, tales como la paridad de importación, la paridad de exportación, el precio de referencia Mont Belvieu, el precio del crudo WTI, etc.

Este hecho sin embargo no significa que todos los ahora petroparlantes conozcan exactamente a que se refieren cuando utilizan la terminología que la transparencia les está ofreciendo.

Todo esto porque recientemente se vuelve a tocar en los medios el tema de la fijación de los precios de referencia y se habla que no debe usarse el precio del crudo WTI para el cálculo de los precios de referencia (sino el de los crudos ecuatorianos) y que el flete no es desde el Golfo (sino desde puertos ecuatorianos), y que nuestro crudo en el Norte es de calidad semejante a la del Brent y que éste se ha vuelto más caro (desde abril), que el WTI no sirve para calcular precios y así sucesivamente se sigue hablando sobre el precio del crudo.

La Nota de Prensa del Ministerio de Energía y Minas (07-06-07), contribuye a la confusión reinante señalando que el Comité de Administración del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles se reunirá para evaluar la situación respecto “al alza del precio del petróleo” agregando que es para “ver el comportamiento de los precios de las gasolinas y el petróleo diesel”. Se mezclan aquí materia prima y productos terminados que son mercados completamente diferentes. Un poco más de lo mismo: la misma Nota oficial del citado Ministerio dice que “el Gobierno dejará libres los precios de los combustibles aunque así lo establece la ley”. Es decir, peor no podría haberles salido. Ni jugando contra su propio arco, le podrían haber puesto en boca del Sr. Ministro que habría dicho que no cumple con la Ley de la libre fijación de precios.

Refuerza Andina, la agencia oficial de noticias del Gobierno, cuando señala el mismo día que “el Ministro de Energía y Minas, Juan Valdivia, afirmó hoy que existe la posibilidad de que en las próximas tres semanas las refinerías incrementen el precio de los combustibles si no se inyectan nuevos recursos al Fondo para Estabilización del Precio de los Combustibles Derivados de Petróleo, y no disminuye el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC)”. Y, para remate, en la misma Nota indica que el Sr. Ministro “Comentó que a la fecha el atraso en el precio interno de los derivados, comparado con la cotización externa del crudo, está entre seis y ocho por ciento”.

Y a toda esta mazamorra informativa agréguele usted que el 7, el mismísimo Ministerio en otra Nota de Prensa dice que no dijo lo que dijo, afirmando que los precios de los combustibles son libres según la Ley y que el Ministerio no fija precio sino maneja un Fondo de Estabilización, explicación que no hace sino ratificar que en efecto los precios de los hidrocarburos han dejado hace muchísimo tiempo de tener precios libres por la intervención estatal. No calificamos aquí si buena o mala pero intervención al fin, intervención que cuando se morigera determina que las refinerías suban sus precios.

Siempre nuestra recomendación ha sido porque nos se entremezclen explicaciones de modificaciones de precios de derivados a partir del precio del crudo sino que cada derivado tiene su propio comportamiento.

Igual insistimos que no es conveniente para el Gobierno hablar ante los medios sobre atrasos o adelantos de precios a partir de precios de referencia, encargo más bien para los propios productores o importadores, pero no para que las altas autoridades señalen que los precios tienen tal o cual atraso. No, ese es un tema de los técnicos y sus empresas productoras, pero no de nuestros gobernantes.

Insistimos igualmente en lo sumamente peligroso que resulta que la administración de abonos a las refinerías se haga sobre los mismos precios de referencia a los que nadie respalda sino el propio autor de las formulas de cálculo (el MINEM). Nos sentiríamos enormemente apenados si con el transcurrir del tiempo se decide investigar técnicamente (o no), sobre estas compensaciones y se sancionen (quizá con exageración), errores de cálculo y que estos se moneticen. En este caso nuestra recomendación en la que insistimos es que el Gobierno maneje (como ya se ha hecho anteriormente), el Impuesto Selectivo al Consumo hacía arriba o abajo observando su impacto en el precio final, pero no con retribuciones calculadas teóricamente y que implican un serio riesgo para el futuro.

lunes, 4 de junio de 2007

La intervención estatal en los precios de las gasolinas

Seguir manteniendo el subsidio a las gasolinas ha sido calificado de irresponsable por nuestro Presidente Dr. Alan García. Y por eso, el Fondo de Compensación de Combustibles, en lo referente a las gasolinas motor ha sufrido una reducción desde el 29/05/07 de 0.64 Nuevos Soles por Galón pasando de un promedio de 2.00 a 1.36 Nuevos Soles/Galón, con la lógica consecuencia de un aumento de 0.76 promedio en los precios ex refinería netos de impuestos, calificado por todos como un “gasolinazo” (en el caso de la gasolina de 97 octanos la disminución del subsidio es de 1.20 Nuevos Soles por Galón u 85%).

Las críticas y comentarios sin embargo mantienen los mismos defectos manifestados por nuestros gobernantes y analistas en esta y otras ocasiones. Se entremezclan los conceptos de alza internacional de precios del crudo y alza de productos derivados, que son y deberían merecer tratamiento separado. O se habla de crudos y de los márgenes de refinerías o se habla de variación de precios de productos terminados. Pero, por favor no ambos criterios.

Así, en la nota oficial de Andina se señala que nuestro Presidente de la República declaró "Por lo menos yo estoy cansado de artificialidades económicas, quiero que el país sepa la verdad y la verdad es que cuando el barril de petróleo llega a 72 dólares la gasolina tiene que subir”. Sin embargo, en agosto del 2006, estrenando su Gobierno y con el petróleo crudo WTI a un precio promedio mensual de 73.04 USD/Barril, aprobó una reducción del Impuesto Selectivo al Consumo de las Gasolinas bajándolo, en 0.25 Nuevos Soles por Galón ó 9.4%. Por el contrario, en mayo 2007 el promedio del crudo WTI fue de 63.98 USD/Barril (9.06 USD más barato), y sin embargo se produce un gasolinazo.

La declaración confunde más que aclara la situación pues debemos recordar que entre agosto 2006 y mayo 2007, el precio internacional de las gasolinas ha subido 22.2%. Como vemos, mientras el precio del crudo bajó más de 9 USD, la gasolina en cambio subió más de 9 USD por barril. Tampoco hubiera sonado lógico que el Presidente diga que “Cuando el precio del petróleo crudo baje, tendremos que subir el precio de las gasolinas”, pues el común de los mortales no lo entendería.

En todos los casos deberíamos dejar de buscar explicaciones en la variación del precio del crudo pues no la vamos a encontrar en un mercado cartelizado y más van a ser las confusiones que la claridad del debate.

Las explicaciones de las variaciones de precios de cada producto derivado del crudo deben ser buscadas en los precios internacionales de los mismos y no en la materia prima.

Llevar el comentario a la variación de precios por productos terminados y no por el precio del crudo nos significaría, por ejemplo descubrir que el precio internacional medio del Diesel 2 ha bajado 6.3% entre agosto 2006 (cuando el Gobierno bajó el ISC), y mayo 2007, a pesar de lo cual el gasolinazo reduce 28.6% su fondo de compensación y se sube el precio ex refinería sin impuestos en 4.7 %.

Nuevamente y ante el reclamo general por el gasolinazo, nuestro Presidente declaró igualmente que el Ministro de Economía y Finanzas ha propuesto “evaluar la modificación del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) que se aplica a los combustibles en reemplazo del Fondo de Estabilización de los Combustibles Derivados del Petróleo, como medida para evitar el alza en los precios internos”, según la agencia de noticias oficial antes referida. Sin embargo el 1 de junio se publica el Marco Macroeconómico Multianual 2008 – 2010, el mismo que estima incrementar la recaudación por ISC el año 2008 hasta los 2,554 millones de Nuevos Soles anuales (7% de crecimiento en la recaudación, a pesar que cada vez se venden menos gasolinas). ¿Cómo compatibilizar entonces menor ISC para que los precios no suban, con a la vez mayor recaudación por el mismo concepto?

El Gobierno ha apelado a una justificación que pensábamos era cosa del pasado, superada ya por la racionalidad económica y la libre fijación de precios. Ha señalado que debe gravarse más la gasolina de alto octanaje y menos la de 84 octanos. Explican que la de alto octanaje la utilizan quienes tienen autos último modelo mientras que la de 84 la usan los más pobres.

Bueno, los pobres consumidores de Gasolina 84 tributan anualmente por ISC 360 millones de nuevos soles y los que consumen las de 98, 97 y 95 octanos 111 millones de Nuevos Soles.

Además, los ricos consumidores de las gasolinas 97 y 98 (las de más alto octanaje), han consumido en promedio 5.5% menos en el primer cuatrimestre 2007 comparado con similar período del año pasado. ¿Por qué compran menos gasolinas si tienen tanta riqueza? Y los pobres consumidores de Gasolina 84 han consumido 6.7% más en similares períodos.

Parece que la política gubernamental no es muy consistente en estos casos y no cumple con la necesidad de gravar a los combustibles más contaminantes que dicho sea de paso no pagan ISC. El consumidor que adquiere un vehículo nuevo (no necesariamente lujoso), requiere un combustible de mayor octanaje pero contribuye enormemente a la menor contaminación del medio ambiente y además paga un impuesto municipal por haber comprado un auto nuevo e igualmente un mayor precio del combustible.

Por lo demás, en EEUU un galón de gasolina de grado Premium se comercializó a 3.33 USD/Galón en mayo del 2007, mientras que en nuestro país costó 4.55 USD/Galón (35% más cara).

Y esta desviación al pasado para hablar de pobres y ricos se une con otra tanto o más preocupante como es la de haber declarado, ante la amenaza de una protesta de los transportistas por la elevación del precio del Diesel 2, que "el Poder Ejecutivo enviará al Congreso de la República un proyecto de ley para declarar al transporte interprovincial como un servicio público y tenga que ser regulado. Antes lo fue y en la época del gobierno dictatorial se liberalizó absolutamente y lo único que se consiguió es tener competidores informales e ilegales, con ómnibus destartalados que ponen en peligro la vida de los peruanos y no garantizan los flujos y horarios correspondiente".

En el caso de los transportistas debe señalarse que desde noviembre 2004 se mantiene un precio medio de pasaje urbano en Lima de 1.21 Nuevos Soles, a pesar que en el mismo lapso el precio del Diesel 2 ha crecido 14.1 %, como resultado de un exceso de oferta. Regular el mercado sería, bajo estos antecedentes sólo subir los precios del combustible y de los pasajes, tremendo problema.

Esperemos que tras las declaraciones oficiales sobre regulación no se vislumbre peligrosamente una vuelta a la fijación de precios por el Gobierno.