miércoles, 31 de marzo de 2010

Se estanca crecimiento del GLP Automotor en el Perú; y eso no es Bueno

A nivel mundial, el año 2008 se registraron 14.6 millones de vehículos operando con GLP, cifra que significa un crecimiento anual de 6.5%. Para atender este importante parque se contó con 53,410 gasocentros[2] (3.7% más que el año anterior), con un promedio de 274 vehículos atendidos por cada uno. En el Perú, el 2009, el promedio diario por gasocentro fue de 278 vehículos atendidos, cifra que lo ubica dentro del promedio mundial (aunque demasiado pronto), pero con mercados más maduros.
En lo referente al promedio de ventas diario por gasocentro en el mundo, debe destacarse que este promedio se ubica en 530 Galones, mientras que en nuestro país el año 2009 ha sido de 691 Galones. Sin embargo, el promedio ha bajado de 893 a 691 Glns/DC en apenas tres años, con una significativa caída de 22.6% el año pasado y con una tendencia clara a continuar a la baja, en el extremo que bien podríamos señalar que de continuarse el escenario nacional como hasta ahora, estaríamos cerrando el año con promedios de ventas similares a los que se registran a nivel mundial. Y esto podría ocurrir este año, el 2010, en que estimo caerá la venta promedio en 17%, si es que no se implementan medidas comerciales destinadas a hacer que el mercado crezca, pero medidas que tienen que darse en forma corporativa. Creo que seguir promocionando las ventas tímidamente y en forma individual sólo movería en algunos pocos puntos la participación de mercado entre uno y otro agente, pero el mercado y el negocio en sí no crecería de manera importante, lo cual sería de un serio desaliento para nuevas inversiones y para avanzar aún más en el ordenamiento del mercado.

En el Perú, las ventas de GLP Automotor aumentaron 7.6% el año 2009, resultado comercialmente hablando para tan importante combustible “decepcionante” pero previsible. Las cifras y la tendencia parecen alejarnos definitivamente de crecimientos como el del año 2007 superior al 60%.


Factor importante para la baja de ventas ha sido, por un lado la baja de precios de las gasolinas motor y por otro el incremento del número de gasocentros.


A noviembre 2009 ya el precio de la gasolina 84, por ejemplo, en estaciones de servicio había caído 22.4% (2.45 S/Gln), con relación a diciembre 2008. Así, esta Gasolina que había costado casi 75% más que el GLP a fines del 2007, se ubicó 55.4% más cara a fines del 2009. Indudablemente que la baja superior a los dos Nuevos Soles en el precio de las Gasolinas y la disminución de su precio relativo con las Gasolinas desalentó el aumento de su demanda.

Por otro lado, el número de gasocentros se ha mantenido en crecimiento. El 2009 se registraron 123 establecimientos más (39% de aumento), alcanzando los 438. Un 75.6% de estos son Estaciones de Servicio que han visto imprescindible contar además de los combustibles tradicionales con GLP. De esta manera la demanda ha orientado a la oferta para que no deje de contarse con GLP en cualquier Estación moderna.

La respuesta de los gasocentros ante la coyuntura de crecimiento de ventas de apenas 7.6% y crecimiento de puntos de ventas de 39% ha sido la de desarrollar una baja de precios bastante notable.

Si tomamos como referencia el mercado limeño veremos que mientras el precio del productor ha bajado apenas 0.19 el margen comercial bruto de los gasocentros se ha visto reducido el último año en 0.84 S/Gln, una baja de 32.1% que indudablemente impactará en los planes de inversión del presente año.


Esperemos que los agentes que participan en el mercado del GLP automotor realmente hagan esfuerzos para que en nuestro país se siga promoviendo su consumo y de paso una ayudita del Gobierno no estaría demás.


[1] El autor es Director Ejecutivo de la Asociación Gas LP Perú y Decano del Colegio de Economistas de Lima.
[2] Incorporo en el término gasocentros a todos los puntos con venta de GLP, ya sea en forma exclusiva o en forma de “combo” con otros combustibles líquidos y/o Gas Metano.




Revista Gas&Negocios
Marzo 2010



lunes, 8 de marzo de 2010

Reflexiones sobre el PBI


Una severa caída en el crecimiento del PBI peruano fue lo más característico del año 2009 desde el punto de vista económico. Acostumbrados como están los políticos a medir los éxitos de la política económica a través exclusivamente del crecimiento de la producción, no ha habido sin embargo forma de ocultar el modesto 0.9% de crecimiento logrado, y menos aún de confrontarlo contra los resultados de los últimos 7 años en que habíamos desarrollado una acelerada trayectoria de crecimiento, la misma que nos llevó a un impresionante 9.8% positivo el año 2008.



La Memoria 2008 del Banco Central de Reserva del Perú, con inocultable optimismo, al comentar el resultado de dicho año indicaba que se había dado “no obstante la difícil situación por la que atraviesa el resto de la economía mundial, luego que se desatara la crisis financiera en los Estados Unidos y afectara rápidamente al resto de economías, tanto desarrolladas como emergentes”. El crecimiento del 2008, sin embargo, fue la característica común en 31 de los 33 países de América Latina y el Caribe, en el que sólo decrecieron las repúblicas isla de Jamaica y Bahamas . Incluso Panamá creció 10.7% y Venezuela 4.8%

Reitero que una caída tan brusca del PBI en el Perú, ha sido por su gravedad un tema poco tocado por los políticos que orientan su comentario más bien a justificar mediáticamente que, aún en condiciones adversas, “se ha crecido” y que el 2010 será otra cosa y tendremos un crecimiento cercano al 5%. Sobre este número mágico de crecimiento del PBI lanzado por las fuentes oficiales es que giran las expectativas y los comentarios.

Quiero insistir, sin embargo, en que caer la producción el 2009 en casi 9 puntos porcentuales es un récord establecido por el Perú en los últimos 20 años y su impacto será difícilmente superado en el corto plazo. En América Latina, sólo fuimos superados en resultados negativos por Paraguay con -9.3% y las islas San Cristóbal y Nieves con -12.7%. Incluso Haití creció 0.7%.


Este resultado tan adverso para nuestro país se da cuando la información oficial insistía que nos encontrábamos “blindados” frente a la crisis. Así, nuestro Presidente Alan García en Mensaje a la Nación con ocasión de la reunión de APEC señaló con entusiasmo político en noviembre del 2008 que en el Perú “Venceremos a la crisis económica internacional, mientras otros países se rinden, nosotros impediremos la recesión”. Y así, todos los que no coincidíamos con su tesis pasábamos a engrosar las filas de los incrédulos.

Creo que el excesivo entusiasmo de nuestro Presidente se basó en lo que el consideraba eran cuatro pilares fácilmente alcanzables por nuestro país: más comercio mundial, más inversiones, más transparencia económica y más democratización de las instituciones y de los pueblos. Olvidó aquí aspectos tan importantes que a mi entender han afectado negativamente la producción como son la lucha contra la corrupción – en la que no observamos ningún avance -, el excesivo burocratismo en los sectores más directamente ligados a la producción nacional y la falta de capacidad de gasto de los funcionarios del sector público atentos y temerosos más a la fiscalización contable de la Contraloría General de la República que a una reclamada Auditoría Económica que debe ser más bien la que prime en nuestro país.

Quizá el Presidente tuvo en cuenta también que al asumir su Gobierno en julio del 2006, el entonces Ministro de Economía y Finanzas del Gobierno del Economista Alejandro Toledo, Fernando Zavala, señaló que la economía peruana estaba “blindada”, dadas sus altas reservas internacionales y su estructura tributaria sana constituyéndose en una economía sin posibilidades de sobresaltos. Sin embargo también Zavala señaló que para mantener por 20 años esta situación se deberían reforzar tres grandes temas: la reducción del déficit fiscal y la estabilidad de precios, la apertura comercial y la mejora del gasto social. Aquí creo sólo se ha atendido la apertura comercial dejando enormes pasivos, sobretodo en la mejora de la distribución.

Este entusiasmo ya había sido manifestado por Alan García en octubre del 2008 cuando al finalizar la segunda reunión del gabinete binacional con Ecuador reafirmó su convicción que, con la fuerza de la inversión privada y el crecimiento económico “el país está mejor preparado para enfrentar la crisis mundial”, mientras que su homólogo ecuatoriano, el Economista Rafael Correa, prefirió ser más cauto y reconoció que “no hay economía blindada frente a una crisis mundial como ésta”. EL PBI de Ecuador cayó apenas en 0.4% el 2009.

Lo que preocupaba a todos los peruanos a lo largo del año pasado era que mientras el mundo entero temía recesión y desempleo, nuestro Presidente veía crecimiento y oportunidades excepcionales ante mercados cada vez más ampliados. Bueno es el mensaje de aliento pero nefasto sus extremos. Así, por ejemplo, seguimos consumiendo combustibles subsidiados sin ninguna política de ahorro energético.

El Ministerio de Economía y Finanzas presentó el Marco Macroeconómico Multianual (MMEMA), 2009-2011 al que puso como título lleno de optimismo “Del Crecimiento Económico al Bienestar Social”, aprobado por el Consejo de Ministros el 28-05-2008. Aquí lanzó una prevista tasa de crecimiento del PBI corriente de 9.4%. Peor aún, llegó agosto del 2008 y ajustó igualmente con acuerdo del Consejo de Ministros su tasa de crecimiento del PBI corriente a 11.6% señalando que a pesar del entorno adverso la producción nacional continuaba “creciendo en forma vigorosa sostenida por el dinamismo de la demanda interna, en particular la inversión pública y privada.” Más quimeras.

Posteriormente, en plena crisis, mayo del 2009, el MEF publicó su MMEMA 2010-2012 al que tituló con igual pomposidad “Para Continuar con el Crecimiento, el Empleo y la Inclusión Social” e insistió con pronosticar un crecimiento de 5.4% a pesar de reconocer que “la economía mundial atraviesa una de las más severas crisis de su historia” y declarando que “El Perú es el único país de la región para el que se estima un crecimiento significativamente distinto de cero”. Posteriormente, la cruda realidad fue que 7 países de Latinoamérica superaron en crecimiento a nuestro país, con Bolivia a la cabeza registrando un crecimiento de 3.5% en su PBI. Incluso Cuba y Haití crecieron más que nuestro país.

Es más, el BCRP señalaba que el crecimiento económico del país durante el 2008 había estado ligado “principalmente al aumento de la demanda interna, la misma que había venido creciendo a ritmos superiores a los del PBI durante los últimos tres años reflejando el dinamismo del consumo privado y de la inversión privada y pública”.
Este comportamiento significativamente importante de la demanda interna se reflejó en los estimados de su crecimiento que dio el MEF para el año 2009, partiendo de 7.6% en mayo 2008. Aún en plena crisis, en mayo 2009 ajustó su estimado pero manteniendo un esperado crecimiento de 4.2%. La realidad fue un descenso de -2.9%. Aquí creo se pudieron todos los huevos en una sola canasta.

En esta situación, ¿Cómo podríamos tomar un pronostico del MEF de crecimiento de 7.5% en el PBI corriente y de 5.0% real para el año 2010? ¿Cómo tomar un pronóstico de crecimiento de 5.9% de crecimiento real en la demanda interna? Más que con pinzas.

Los antecedentes de los pronosticadores estatales no son tan buenos. Peor aún el manejo político que se hace de estos indicadores. Si los midiéramos por su nivel de acierto, el año 2009 quizá pensaríamos que, a lo más el crecimiento de este año sería de 1%.

Debemos apostar por sincerar la información que se da a la población. Precisamente la transparencia de la que desea convencernos nuestro Presidente y que no se viene dando. Basta de mensajes políticos y pasemos a los mensajes económicos. Nos han venido mintiendo sistemáticamente con el tema del blindaje. ¿Cómo puede estar blindada una economía en un mundo globalizado y que tiene tanta apertura al comercio internacional? Increíble continuar con esta Tesis.

Igualmente empezar a utilizar índices sociales que acompañen en igualdad de preferencia a la concentración en sólo el PBI. Índices como el de Desarrollo Humano elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Este es un indicador social compuesto por tres parámetros: La esperanza de vida al nacer, la tasa de alfabetización de adultos y la tasa bruta combinada de matricula en educación primaria, secundaria y superior, así como los años de duración de la educación obligatoria y el Nivel de Vida Digno (medido por el PBI per cápita en Dólares). En esta lista, el Perú ocupa el lugar 78 del mundo.