domingo, 12 de junio de 2011

Falsos profetas del gas

Hoy, casi todos los medios de prensa peruanos dan cuenta que los representantes del nuevo Gobierno aceptan en forma unánime que es imposible bajar el precio del balón de GLP a doce Soles, tal cual oportuna y reiteradamente señalamos. Pero esto quizá sea lo relativamente menos importante pues en realidad no hay nada que rebatir; lo preocupante es el acudir a nuestra tradicional falta de memoria para decir que el presidente electo Ollanta Humala jamás ofreció tal cosa y peor aún introducir más errores de apreciación al mercado ya de por si confundido.


La pregunta que se cae de madura es ¿Por qué estos técnicos, que ahora abundan, no lo dijeron antes? ¿Por qué no corrigieron a su líder de lo errado de este ofrecimiento una y otra vez en Lima y provincias donde probablemente nunca llegará el gas natural? ¿Qué sanción política le correspondería a quien hubiera conseguido aunque sea un voto mediante esta mentira o que, teniendo el conocimiento, no hubiera dicho nada? El ahora Presidente no estaba obligado a conocer los detalles diferenciales del gas natural con el GLP y probablemente con buena intención se dedicó a ofrecer gas barato; Pero sus asesores SI estaban obligados.


Creo que más sensato hubiera sido escuchar a Ollanta, una vez ganador de la contienda electoral, sobre la mala información que había recibido, pedir disculpas a la población, alejar a los errados asesores y más bien presentar, como ya lo he señalado anteriormente, un plan de masificación del GLP (que no requiere gasoductos) y no del gas natural. Por supuesto que mejores resultados darían a sus seguidores en provincias si se aprobara el programa de GLP rural para reemplazar la leña que consumen 2 millones de familias, en lugar de promover la masificación en Lima.


Igualmente equivocada esta defensa cerrada para proteger al líder en la que se vuelven a incurrir en una serie de errores técnicos, como los siguientes:


1. Ofrecer masificar el consumo del gas natural sin decir a que región del Perú se refieren ni que esta masificación implicaría fuertes subsidios para poderla llevar a cabo. Esta propuesta excluye definitivamente a los lugares más pobres del Perú del consumo de gas natural y se basa sólo en el menor costo del producto, como si el precio fuera la única variable a analizar. ¿Seguiremos exportando GLP por falta de consumo interno en el Perú?


2. Decir que la oferta electoral se hizo cuando el precio del GLP era más barato: “Esa cifra viene de un cálculo con un precio antiguo”. Esto no es cierto. El precio de paridad más barato del último año (13-07-10), fue de 21.24 S/10 Kg ¿Cómo podría haberse pensado que el precio final al consumidor podría bajar a 12 Soles si sólo el precio del productor era 77% más caro?


3. Decir que el GLP, es un derivado del petróleo que está sujeto al precio internacional de este hidrocarburo es una verdad a medias. En realidad, el 70% de la producción mundial de GLP proviene del Gas Natural y apenas un 30% del petróleo crudo. Los precios mundiales del GLP se han incrementado por los altos precios del petróleo, pero también están influenciados por su disponibilidad de almacenamiento y por los precios del gas natural.


4. Otra verdad a medias es señalar políticamente que “El gas natural no es de ellos, es de todos los peruanos”. Es cierto que la propiedad del recurso es de todos los peruanos; pero, todos los peruanos, representados por la empresa estatal Perupetro S.A., hemos cedido con todas las garantías del caso nuestros derechos de propiedad por un contrato de licencia al operador a fin que en nuestra representación extraiga y procese el recurso y lo ponga a la venta a los mejores precios tanto en el mercado local como en el de exportación.


5. En compensación el operador paga al país regalías calculadas sobre el precio internacional, por ejemplo del GLP. Así, en el caso de la producción del lote 56 se pagaron en abril 2011 regalías equivalentes a un 40.0% del precio internacional del GLP y que equivalen a 10.57 Soles/10 Kg. En adición, el operador paga al Estado un impuesto a la renta de 30%.


6. Se señala la trasnochada tesis que existen empresas “estratégicas” para insistir en el reforzamiento de la actividad empresarial del Estado y se dice además que la cautela de los recursos no puede ser realizada por un solo sector. Esto genera un zafarrancho, sin cabezas responsables de la negociación, con responsabilidades indefinidas.


7. Decir ahora que, ya que es imposible bajar el precio del GLP a doce soles, entonces podría bajar a un precio “entre 25 y 29 soles”, sin mayor cálculo ni explicación técnica. Esto es insistir en el error y mantener la incertidumbre del consumidor.


8. Igual se habla de un “precio real del balón de GLP”, concepto sacado de no sé dónde y decir que “debería estar entre 12 y 16 soles”. Esto es reciente, post elección.


9. Lo insólito: “Para alcanzar esta meta (12 soles el balón de gas), el gobierno tiene que conversar con la empresa Cálidda para que apure la masificación del gas domiciliario, pues esto se ha estancado y la empresa en mención no cumple con el servicio que sí brindan otras empresas. Se hace necesario conversar con Cálidda y negociar con ellos para que efectúen su trabajo de forma rápida”. Esta declaración no tiene en cuenta los costos de conexión que deben ser pagados por el usuario y que escapan a la responsabilidad del concesionario. Igualmente se centraliza esta propuesta en la ciudad de Lima olvidando las provincias. Masificar, en mi concepto, no es pensar en Lima ni sólo en el uso domiciliario.


10. Una manifestación igualmente errada es que "El 25 % restante del GLP es producido con otro insumo, en base a petróleo importado por las refinerías, en Talara y la Pampilla, cuyo alto precio lo imponen al conjunto”. Aquí se desconoce el concepto económico del costo de oportunidad que supera al del costo contable. La pregunta sería ¿podrían subsistir en el mercado peruano el GLP derivado del petróleo, supuestamente caro – 35 Soles por balón, y el proveniente del gas natural a doce Soles?


11. Y por el mismo camino se dice que “Pluspetrol cobra a los consumidores US$ 84 por tonelada por concepto de flete marítimo de Pisco a Lima”. El diferencial de precios facturado por Pluspetrol entre Pisco y Lima es de 25.00 US$/TM.


Vistas así las cosas, parecería que lo mejor sería que ya no les pregunten nada a los técnicos y políticos ligados a Ollanta, pues varios potenciales funcionarios del próximo gobierno, cada cual más desubicado, contribuye con entusiasmo a hacer más densa la telaraña informativa.

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