lunes, 16 de mayo de 2011

Había una vez un Plan de Gobierno

“Lineamientos centrales de política económica y social para un gobierno de concertación nacional”, es el complicado título puesto por el equipo técnico del Cmdte. Ollanta Humala a lo que llaman la “Hoja de Ruta” que permita implementar su Plan de Gobierno de llegar con el voto popular a la presidencia del Perú en la segunda vuelta electoral del 5 de junio. Más o menos algo así como una enorme fe de erratas de 8 páginas. Es decir, se presenta la figura de un candidato presidencial ganador en primera vuelta con una propuesta definida, aunque irreal, enredado ahora en su propio laberinto, alejado de sus propuestas iniciales y queriéndonos hacer comulgar con ruedas de molino.


No hay que ser pitoniso para señalar que el Plan de Gobierno ha sido para los nacionalistas el gran error electoral de su campaña. Las sucesivas y atravesadas “interpretaciones” que se vienen haciendo del Plan serán la principal justificación que esgrimirán los nacionalistas en el evento de no ganar la segunda vuelta. Esto estuvo siempre claro, como una cuestión de fondo, estructural, de concepción y no de simples afeites o errores de interpretación de mal intencionados como se pretendió señalar. Aquí no bastaba con que lleguen nuevos expertos, pues son creencias de extremos de concepción económica. Gran error creer que con nombres de personalidades se puede hacer borrón y cuenta nueva y pasar de un extremo a otro sin pagar a Caronte la necesaria contribución.


En algún comentario anterior señalé que a mi entender Ollanta era bien intencionado y que no tenía la culpa de este desbarajuste, pues probablemente él ni había interiorizado el Plan de Gobierno con su novedosa economía nacional de mercado y sus verdades a medias, como el decir que nacionalizar no es estatizar y proponiendo el reflotamiento de empresas públicas y la calificación de actividades estratégicas que requerían modificaciones constitucionales que ahora señala no va a realizar.


Si no puede hacer las modificaciones constitucionales, como ahora promete no hacerlas, toda su doctrina y propuesta se cae pues con razón llamó originalmente a estas modificaciones “fundamentales e indispensables”.


El Plan original “Llapanchik Perú” - (2006)

El Plan original del Partido Nacionalista, el de la campaña 2006, era formalmente mejor preparado. Aunque mencionaba sólo 22 veces la palabra “energía” (mientras que en el Plan 2011 la cita 61 veces), contenía la definición de actividades estratégicas puestas al servicio del desarrollo nacional, planteaba la independencia nacional energética, señalaba los objetivos básicos de la transformación energética y detallaba los cambios fundamentales e indispensables en la constitución y la legislación vigente. Detallaba como ejecutar la reducción de precios de los hidrocarburos y como garantizar su suministro, así como la participación nacional en la integración energética y como poner la energía al alcance de todos e igualmente señalando las características del cambio de matriz energética y la necesaria fiscalización de la administración pública en el sector energía. Todo esto ha desaparecido.


Señalaba el plan original que la energía y los hidrocarburos serían nacionalizados y que la nueva Constitución consagraría la participación empresarial del Estado en el sector energético y supeditaría la libre disponibilidad de los hidrocarburos a los intereses nacionales, asegurando un futuro permanente de veinte años de satisfacción de la demanda interna. Podríamos estar de acuerdo o no con esta propuesta pero era mejor concebida que lo que ahora enarbola.


Planes presentados el 2011 – La Gran Transformación


Finalmente ahora contamos con una corrección al Plan con el que ganó la primera vuelta. En el aspecto energético simplemente no plantea gran cosa, semejándose enormemente al de Fuerza 2011, pues sólo contiene declaraciones genéricas como:


1.- El gas natural será prioritariamente para el Perú. ¿Cómo lo hará?

2.- Se masificará su consumo. Esta masificación viene siendo promovida desde hacen 6 años con precios bajos y amplísima publicidad.

3.- Se renegociará el contrato del Lote 88. No se dice nada de la ofrecida revisión del contrato de licencia del Lote 56 y de los contratos de transporte y distribución de gas. Esperemos que esto sea una garantía para los concesionarios que tienen compromisos de inversión para intensificar el programa exploratorio y de perforación.

4.-Se construirá la infraestructura necesaria para el consumo masificado a fin que llegue rápidamente al norte, centro y sur del país. Ya no se dice que en tres años el gas natural llegará a tres millones de usuarios domiciliarios y a las pequeñas y micro empresas. Tampoco dice quién hará esto cuando en el documento original le encargaba a Petroperú hacer las inversiones para recuperarlas en 20 ó 30 años.

5.- Insiste en que se disminuirá el precio del GLP, sin decir cómo. La Hoja de Ruta señala que el precio del GLP (Gas Licuado de Petróleo señala esta vez para evitar confusiones), es el que será disminuido. No dice que a doce Nuevos Soles, como ha prometido Ollanta, ni a cuanto bajará sino que habrá disminución aunque igualmente sin decir cómo. Para el lector informado esto sólo se puede lograr con aumento de subsidios. ¿Qué dirán sus electores de la primera vuelta a los que ha prometido que en los primeros cien días de gobierno bajaría el precio del GLP a doce Nuevos Soles el balón? Ahora sus asesores dicen que la baja sería a un precio entre 25 a 29 Nuevos Soles, igualmente sin ninguna explicación técnica de cómo se haría.

6.- Se promoverá la despetrolización de la matriz energética. Lo malo es que señalan que esto se hará para no ser vulnerables a los precios internacionales, insistiendo en la teoría de la formación de precios sobre costos, base de todas las políticas controlistas enemigas del libre mercado desconociendo el costo de oportunidad.

7.- Se promoverá la cultura del uso eficiente y racional de la energía. No se dice nada sobre el mantenimiento del Fondo de Estabilización de Precios de los Hidrocarburos (subsidios). Tampoco se dice nada sobre la ineficaz promoción de la generación termo eléctrica en lugar de la hidroeléctrica por el bajo precio del gas natural.

8.- Se impulsará el desarrollo de la industria petroquímica. Simple declaración.

Al parecer la nueva orden es no poner metas ¿Si el Programa de Fuerza 2011 no dice nada, por qué el de Gana Perú debería decirlo? No se dice nada, por ejemplo, sobre el nuevo rol de Petroperú interviniendo fuera de su rol subsidiario en la exploración y perforación petrolera.

Persiste una racional duda sobre si lo que ahora se ha presentado es todo el Plan y entonces ¿qué ha pasado con lo antes dicho?, pues algunos de sus técnicos señalan que lo que no se ha puesto no se va a hacer. ¿O será que lo que no se ha tocado persiste?

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