domingo, 24 de julio de 2011

Algo de lo que se espera sobre el gas en el mensaje de Ollanta

Una verdadera expectativa es la que se vive en el Sector Energía en espera del mensaje presidencial que brindará el nuevo Presidente de la República al asumir el mandato de la Nación el 28 de julio próximo, principalmente por la serie de ofertas políticas electorales realizadas y que se espera tomen forma responsable en una ceremonia tan importante en la que, por lo demás, se acostumbra que el Presidente entregue al Congreso los proyectos de ley que sustentan su programa más urgente.
El Presidente electo ha anunciado que el titular del Ministerio de Energía y Minas (MINEM), será el Ing. Carlos Herrera Descalzi, ex Ministro del mismo Sector durante el Gobierno de Transición del Dr. Valentín Paniagua y uno de los más críticos de los contratos por el gas de Camisea quien, de seguro, es quien ha asesorado al electo Presidente sobre las peculiaridades del negocio y, principalmente, como salir del problemón en que se ha metido al prometer bajar el precio del balón de 10 Kgs de GLP a 12 Nuevos Soles. Es algo de lo que no podrá escaparse en el mensaje y ojalá encuentre otra salida que supere la mera acción legalista o la de decir que no dijo lo que si dijo y aclarar cómo es la nuez.
He sugerido desde hace mucho tiempo y en reiteradas oportunidades, que nuestro país necesita elaborar una verdadera política de gas, que involucre tanto el gas natural como el GLP en todos sus usos y para costa, sierra y selva y no se mantenga un absurdo tratamiento discriminatorio a favor del gas natural, aún a sabiendas que los sectores menos favorecidos y las localidades rurales necesitan una propuesta de Estado para sustituir el consumo de combustibles sólidos para cocinar que no se la dará el gas natural. Esta y no otra debería ser la política a señalar para los próximos 5 años. Sin embargo se nota poca comprensión del tema (como confundir el gas natural vehicular con gas para cocina), y a la opinión pública se la lleva sesgada, equivocadamente, sin que propongamos como obtener provecho de nuestra privilegiada condición de excedentarios en gas natural y GLP.
El presidente se ha dirigido “fraternalmente” al consorcio Camisea para “recuperar” el Lote 88 para el consumo interno. Esperemos que no se tome políticamente esta recuperación (palabra que de seguro no estaría ausente en el discurso presidencial), como si fuera la nacionalización de la Brea y Pariñas. Las diferencias son enormes. Aquí es donde se percibe una seria preocupación de la industria originada por este supuesto “recupero” que generaría inestabilidad en la inversión pues se basa sólo en acciones legalistas. Sobre todo porque no encontramos que se quiere recuperar. Veamos porqué.
El contrato original del Lote 88, que es el que se reivindica para “recuperar”, señala en su cláusula 5.11 “El contratista tiene el derecho de exportar los hidrocarburos producidos en el Área de Contrato y la obligación de abastecer la demanda de gas natural del mercado interno, conforme a las normas legales vigentes. La exportación de gas natural producido en el área de contrato se podrá realizar siempre que el abastecimiento del mercado interno para los siguientes veinte (20) años se encuentre garantizado, de acuerdo a los pronósticos de demanda de gas natural del país, publicados anualmente en el “Plan Referencial de Hidrocarburos del Ministerio de Energía y Minas”.
Poca atención hemos prestado a este detalle. Algunos han creído que cambiar 20 años de reservas permanentes por “para los siguientes 20 años” son cosas diferentes y se ahonda en una discusión política de la que no hay como salir.
La palabra oficial sobre la demanda nacional la tiene el MINEM, a quien le corresponde evaluarla permanentemente y publicarla por lo menos anualmente. Bastaría con que el MINEM cumpla anualmente con elaborar el pronóstico de demanda al que el Estado se ha comprometido para saber que cada año antes de exportar se cumple con tener 20 años de reservas teniendo en cuenta la oferta de todos los suministradores de gas natural y la demanda de todos los sectores.
El MINEM viene publicando planes referenciales (que no son Planes de Energía). El último disponible en la Web ha sido elaborado el año 2007 cubriendo hasta el año 2016 (debió cubrir hasta el 2027), lo cual debe merecer nuestra protesta, sobre todo porque el proyecto Camisea genera fondos suficientes para encargar su elaboración periódica.
Si se cumpliera anualmente con tener un pronóstico de demanda actualizado, que incluya lógicamente todos los requerimientos del país y cubra 20 años conforme se ha establecido se conocería oficialmente y de antemano si se puede exportar o no cada año. Y basta, ¿para qué tanta vuelta política o legalista si la solución ha sido prevista en el mismo contrato y en el cumplimiento de las obligaciones del Estado?

Y en el clima de inversiones para hidrocarburos, ¿Cómo andamos?

El Global Petroleum Survey 2011 publicado por el Fraser Institute Global Petroleum Survey de Canadá (junio 2011), señaló que el Perú había pasado de la posición mundial número 85 sobre 133 el año 2010 a la 76 sobre 135 países, en lo que se refiere al clima de inversión en la industria de exploración de hidrocarburos en gas y petróleo. Esto ha sido destacado en medios.
Se trata de la 5ª evaluación anual que realiza el citado Instituto y que nos permite hacer un seguimiento al desempeño peruano durante los últimos años. Lamentablemente las leyes de copyright nos impiden un análisis público minucioso, sino sólo algunas referencias dentro de la investigación. Para el 2011 se trata de 502 encuestas efectuadas a representantes de 478 compañías de importancia en el mundo. Estas compañías representan más del 60% de los gastos mundiales en upstream. El puntaje considera 100 como peor y cero como lo mejor.
Que se tengan en cuenta los resultados de la encuesta de Fraser es de suma importancia para la industria de los hidrocarburos en el Perú, teniendo en consideración los desastrosos resultados que se vienen obteniendo en la producción nacional de crudo, que durante los últimos nueve años ha caído de 93.1 el año 2001 hasta los 72.7 MB/DC el 2010.
El puesto 76 ocupado por el Perú en el clima de inversiones, y que es lo que se destaca mediáticamente, corresponde al índice promedio de diversos factores (17 el año 2011), que afectan la inversión. En el caso peruano este puntaje del 2011 (46.37), ha mejorado en algo el del 2010 (48.36), pero está bastante distante de Chile que se ubicó en el puesto 20 mundial y primero de Sudamérica con un puntaje de 21.45 y de Colombia en el puesto 42 mundial y segundo en Sudamérica con 31.81 de puntaje.
Otro factor importante para el análisis es en mi concepto el porcentaje que opina que la estabilidad política es un factor que promueve (encourage), las inversiones. Para el caso peruano este porcentaje era de 8% el año 2010 y se ha disparado hasta un 20%, reflejo del cambio de gobierno.
Vale destacar algo que es conocido, pero algunas veces olvidado, y es que en los tres últimos puestos del mundo, según atractivo para la inversión, figuran Bolivia, Ecuador y Venezuela, que ocupan los puestos 133, 134 y 135 con puntajes de 96.18, 96.27 y 100.00, respectivamente. Se trata de casos que no deberían ni siquiera ser referenciados









lunes, 18 de julio de 2011

Guerra de precios en el GNV

Uno de los aspectos que más llamaba la atención en la comercialización del GNV en Lima era, qué duda cabe, el que se vendiera en todos los gasocentros con un único precio. Así, a comienzos de su comercialización el año 2007 se vendía a 1.43 Nuevos Soles/m3 hasta mayo 2008 en que bajó a 1.39 Nuevos Soles/M3 luego que el precio del productor fuera rebajado. Este último precio se mantuvo inalterable, y prácticamente único, en todos los gasocentros hasta febrero del presente año en que se empieza a dar lo que en el mercado se conoce como una “guerra” de precios.
Esta guerra se refleja en la actualidad, según el Facilito del OSINERGMIN, en un valor mínimo de 1.08 S/m3, que se da en dos de los 126 gasocentros registrados (30 gasocentros no registran sus precios a pesar de estar obligados). La libertad de precios hace que se mantengan aún precios más elevados aunque en la práctica, se observan diversos puntos de venta con precios aún mucho menores y la baja es cada vez mayor.
Un taxista me manifestaba hace poco su preocupación porque esta baja de precios se generalice, en la medida que eso, según él, tornaba más largo el período de cancelación de su crédito vehicular. Por otro lado la baja de precio del GNV no se ha traducido aún en la tarifa de taxi.
Trabajando la estadística mostrada por la Cámara Peruana de Gas Natural Vehicular (CPGNV), se nota claramente que la razón para esta guerra de precios viene dada por una importante caída de las ventas promedio por gasocentro, descenso que llega a 18.9% menos en los últimos dos años, con el agravante de que existen 34 gasocentros más en construcción al mes de mayo 2011 (incremento de 21.8% de puntos de venta sobre los actuales).
Por su parte, la incorporación de vehículos a GNV parece haber alcanzado su punto de inflexión. El último año se han incorporado 22,960 vehículos, mientras que hace dos años se incorporaron 33,004, es decir una disminución de 30.4%.
En resumen, la combinación en los dos últimos años de un incremento de 129.4% en el número de gasocentros, la próxima incorporación de 34 puntos de venta más, combinada con un menor ritmo de incremento del parque a GNV son elementos preocupantes en una propuesta de masificación de su consumo. Es a partir del análisis anterior que encuentro explicación (aunque no justificación), a las declaraciones del gerente general de la CPGNV en el sentido de pedir al próximo gobierno que los combustibles líquidos (gasolinas y Diesel), retomen su valor real eliminado los subsidios para que las conversiones a GNV suban un 25%.
Si aún con lo barato que es el GNV en puntos de venta y la vigencia de un precio promocional del Consorcio Camisea para el gas en Boca de Pozo para gasocentros, la venta de este combustible no logra despegar su consumo a términos importantes, no creo que sea por un problema de precios al automovilista pues no es sólo la variable precio la que inclina al consumidor hacia el GNV. Ni que decir si se cumpliera la promesa electoral de llevar el GLP a 2.42 Nuevos Soles por galón (12 Soles balón de 10 Kgs), con el cual le sería imposible competir.
Quizá sea tiempo de revisar la estrategia de ventas o reconocer que en tan poco tiempo el GNV ha llegado ya a su madurez y cercana decadencia. Por supuesto que en estas circunstancia y teniendo en cuenta la elevada inversión comprometida la guerra de precios no sea lo más recomendable.



viernes, 15 de julio de 2011

Llega el Gasohol a Lima pero ¿por qué subir el precio?

Mediante Nota de Prensa el Ministerio de Energía y Minas afirmó este 14-07-11 que el abastecimiento de Gasohol (mezcla de gasolina con 7.8% de Alcohol Carburante o etanol anhidro desnaturalizado), está garantizado en el departamento de Lima y en la Provincia Constitucional del Callao, donde su uso es obligatorio, a partir de este viernes 15 de julio, con la finalidad de coadyuvar a la protección del medio ambiente. Señaló igualmente que en cuanto al precio del Gasohol, éste será “ligeramente mayor al de la gasolina normal” dependiendo de la calidad de gasolina que se adquiera. En realidad debió decir esta Nota “octanaje” en lugar de “calidad” de la gasolina.
Independientemente de la evaluación que debe hacerse sobre la conveniencia o no de esta medida teniendo en cuenta que somos un país excedentario en gasolinas (exportamos 1.6 millones de galones de nafta diariamente en mayo 2011) y la aún insatisfactoria provisión de Alcohol, debemos llamar la atención porque esta obligatoriedad de comercialización se hace a costa del incremento de los precios al consumidor, como si no se pudiera haber evitado.
Señalar que el precio es ligeramente mayor puede explicar el problema pero no justificarlo; además quien mide si el incremento es ligero o no es el propio consumidor y no la autoridad ministerial. Igual que cuando se señala que el incremento es de 0.11 Nuevos Soles por Galón sin explicar que este aumento es el promedio (peor aún que es un promedio aritmético). Lamentablemente los usuarios no consumimos gasolina de octanaje promedio. Para el que consume gasolina de 84 octanos el aumento será de 0.18 Soles/galón y para el que consume de 97 octanos 0.08 Soles/galón ¿es cierto?, ¿se incrementa más el precio para el que consume gasolina de menor octanaje? Si es cierto. Yo, que compro gasolina de 90 octanos seguramente pagaré 0.14 Soles/galón más. Y decimos “seguramente” porque estamos señalando sólo los aumentos a los propietarios de estaciones de servicio que sería lógico se trasladen al consumidor aunque podrían ser mayores (o menores).


Pero ¿Cómo resulta este aumento final para el automovilista por pasar obligatoriamente al Gasohol?
1. El ingreso para Petroperú por la venta de Gasohol será mayor en 0.18, 0.19, 0.21 y 0.23 Soles por Galón para las gasolinas 97, 95, 90 y 84 octanos, respectivamente. El promedio ponderado es de un mayor ingreso de 0.21 S/Gln ó 2.9%. Suponemos que aquí sí se refleja el mayor costo de la adición de alcohol y de bajar el poder calorífico.
2. El Fisco reduce el Impuesto Selectivo al Consumo en 0.11 S/Gln promedio ponderado, pero recibe 0.02 S/Gln más por Impuesto al Rodaje y otros 0.02 S/GLN adicionales derivados de la aplicación del IGV sobre bases más elevadas. En resumen recibe 0.07 S/Gln menos.
3. La Estación de Servicios pagará 0.14 S/Gln promedio ponderado de incremento
Por su parte la Web de Petroperú señala que sus gasolinas actuales, sin incorporación de alcohol “cumplen con la norma técnica peruana vigente y guardan concordancia con los estándares internacionales American Society for Testing and materials (ASTM) D-4814 y Society of Automotive Engineers (SAE) J-312” y además sus aditivos de elevada eficiencia “contribuyen a proteger el medio ambiente al reducir la emisión de gases contaminantes e hidrocarburos no quemados”.


Sería recomendable que nuestra querida petrolera estatal informe a todos los consumidores sobre las precauciones adicionales que debemos tomar los automovilistas que a partir de hoy usaremos gasohol. En su página Web no dejan de preocupar algunas recomendaciones como que existe la posibilidad de deterioro de componentes metálicos o de caucho como consecuencia del uso del Gasohol, que no se deben hacer “cambios significativos” en los automotores, que debemos revisar periódicamente el sistema de combustible del vehículo para verificar que no se estén presentando daños y que, si se presentase alguna situación anómala, llevar a revisión el vehículo al taller autorizado y reemplazar partes con repuestos originales, revisar el filtro de gasolina durante los primeros 15 días dado el efecto limpiador del alcohol, sincronizar el vehículo luego de la primera tanqueada (afinación al nuevo combustible), etc.

Así que estamos advertidos ¿o no?

Propuesta de envasadoras peruanas de GLP

Ha llegado a mis manos una presentación en Power Point, supuestamente preparada por la ASEEG (Asociación de Plantas Envasadoras de GLP), para la Comisión Técnica de Transferencia de Energía y Minas fechada 08-07-11. Y digo supuestamente preparada, porque me cuesta creer que una institución gremial, representante casi única de las empresas envasadoras de GLP y que forman un eslabón muy importante en la cadena comercial, con diversos problemas técnico económicos por resolver y con amplias posibilidades para incrementar la penetración del combustible pueda plantear una propuesta que tiene más de política que económica y que demuestra un bajísimo manejo técnico de un sector de la economía sobre el cual deberían demostrar más bien excelencia de conocimiento por sobre otros agentes, principalmente teniendo en cuenta que los distribuidores de este importante combustible no tienen representación gremial y que se deben al consumidor.
Entre las deficiencias técnicas del planteamiento de ASEEG tenemos:




  1. Señalar que el GLP procedente del gas de Camisea es de “origen natural”, mientras que el derivado del procesamiento en refinerías es de “origen industrial”. Esta absurda separación sólo tendría como explicación el basarse en que el costo de obtener GLP desde el crudo sería más caro que el proveniente de la separación del gas de Camisea.


  2. Obtener GLP del petróleo crudo o del gas natural son ambos, orígenes naturales. Tomemos por ejemplo lo normado por la Autoridad de Regulación Profesional de Publicidad en Francia que señala que se pueden reivindicar menciones de “origen natural” cuando más del 75% del mismo y menos del 95% de los ingredientes de un producto sean naturales, situación que se aplica al GLP cualquiera sea su tecnología de obtención.


  3. Señalar que la paridad de exportación es la que debería aplicarse para fijar el precio del GLP de Camisea es omitir que, eso, es algo que ya viene sucediendo en la metodología de cálculo del OSINERGMIN. Sin embargo, inexplicablemente ASEEG agrega que no debe aplicarse el referente Mont Belvieu, olvidando que por algo se le considera referente, tanto así que las regalías que paga el licenciatario se calculan sobre ese precio referente.


  4. Señala la ASEEG que “¡SI SE PUEDE!” vender el GLP a 12 Nuevos Soles o menos para lo cual se debería pagar al productor 3.23 Nuevos Soles por 10 Kilogramos (5 galones), de GLP y los envasadores cobrarían por costos de “envasar y vender” 6.94 Nuevos Soles, sumándose así inexplicablemente a una campaña que se ha demostrado es imposible de lograr y con la cual se termina maltratando a los consumidores a quienes se considera ingenuos.


  5. Igualmente la ASEEG cita al Diario La Primera para destacar que “a los dueños nacionales y extranjeros les cuesta US$3.00 extraer un barril de petróleo, pero por razones de mercado nos lo venden entre US$78.00 y US$115.00 según esté la especulación internacional”. Tomo la información oficial de Perupetro correspondiente a junio 2011 para señalar que por ejemplo el valor de la producción de petróleo crudo ha promediado los 105.51 US$/Bl; sin embargo debe agregarse que las productoras pagan con cargo a este precio una regalía promedio de 33.54 US$/Bl (equivalente a un 31.8%); así que, hablar que el costo de producción es de apenas US$3.00, cuando sólo la regalía pagada es de 33.54 US$ no tiene ningún sentido.


  6. Solicitar se establezcan subsidios para los sectores B y C mientras que extrañamente no proponen éstos para los sectores menos favorecidos D (ingresos bajos) y E (por debajo de la canasta de subsistencia).


Una lástima que se desaproveche una fase tan importante como la transferencia para omitirse un análisis técnico del sector así como propuestas mucho más importantes para los consumidores y el propio gremio por sólo manifestaciones políticas como hablar de “sobreganancia” en el GLP, proponer que sea Petroperú el que maneje “estratégicamente” la producción de GLP, así como Investigar a “funcionarios comprometidos con el regalo del GLP”, reorganizar el MINEM y el OSINERGMNIN, amén de Controlar al INDECOPI.