El
diario oficial El Peruano[1]
refiriéndose a declaraciones del Sr. Presidente de la República hechas el
29-03-2012 desde Quillabamba (Cusco) da cuenta de un nuevo ofrecimiento con
respecto al precio del GLP “Señaló
que a fines de mayo o principios de junio se concretaría la meta de entregar
gas barato para Quillabamba y mencionó que la exigencia que ha hecho es que la
reducción del precio de gas para el consumo debe ser de un nivel de 50 por
ciento”.
Deben
ser de los más mal intencionados quienes asesoran a nuestro Presidente para que,
no contentos con haberlo llevado a ofrecer en la campaña electoral que bajaría
el precio de este combustible envasado en balones de 10 Kgs a 12 Nuevos Soles,
lo llevan ahora a hacerlo declarar que ha exigido a los técnicos de su entorno
que bajen el precio a más o menos un 50% en 60 días. Anteriormente se había
señalado que construir esta planta tomaría 2 años. Una innecesaria exposición
al descrédito presidencial
En
los locales de venta del Departamento del Cusco se comercializa hoy el balón de
GLP (Facilito – OSINERGMIN), a un promedio ponderado de 35.30 Nuevos Soles,
precio promedio incluso menor al calculado para Lima por el INEI en 35.46
Nuevos Soles (febrero 2011). En el caso de La Convención el precio promedio es
de 36.67 Nuevos Soles. El precio mínimo en el departamento del Cusco se reporta
en las provincias de Canchis y Cusco y se ubica en 32.00 Nuevos Soles. Todo
esto para refutar las declaraciones del Presidente de Perupetro S.A. que se
refiere a precios irreales muy superiores. Aquí funcionó el compromiso del
sector privado de vender el GLP a precios iguales a los de Lima.
De
esta manera la exigencia presidencial esta vez es porque se comercialice a
17.65 Nuevos Soles aproximadamente. Este precio debe cubrir el pago de la
regalía que es el 40% del precio internacional, el 18% de IGV, el transporte
terrestre Pisco/Cuzco, así como la inversión en balones de GLP, en camionetas
para distribución y comisiones de los puntos de venta y en la propia planta de
envasado, así como los costos de operación, administrativos, generales y
financieros y hasta un margen de utilidad para la empresa petrolera del Estado.
De lejos, antes de afinar los números, una operación a pérdida, conforme lo
demostró el estudio encargado por el Ministerio de Energía y Minas.
El mismo 29, Petroperú S.A.
emitió su Nota de Prensa, dando a conocer que construirá una planta de envasado
de GLP en Quillabamba lo que permitirá a los pobladores de la Convención y gran
parte de la región Cusco acceder al GLP “a un menor precio”. Se omitió aquí
(como se omite también en la página Web de los discursos de la Presidencia de
la República[2]),
lo del compromiso presidencial de bajar el precio al 50%. Un menor precio no es
lo mismo que reducir 50%.
Indica Petroperú S.A. que la
planta tendrá una capacidad inicial de 300 barriles por día y despachará balones
de 10 Kgs. La cifra señalada equivale a 2.5 miles de balones diarios.
La demanda total del período
enero/febrero 2012 en todo el Departamento del Cuzco (13 provincias), es de
apenas 1.3 miles de balones diarios de 10 Kgs y es que sólo el 18.2% de los
hogares lo consume. Un preocupante 77.3% cocina con combustibles sólidos según
el censo del año 2007. Pero esto no es todo.
Petroperú S.A. señala en su Nota
de Prensa que llevará el GLP desde la planta de Pisco, conforme lo hacen
actualmente sin que le cueste un céntimo a los peruanos dos plantas de envasado
de inversionistas privados que tienen una capacidad de envasado de 6.5 miles de
balones diarios de GLP, casi el triple de la inversión anunciada por la empresa
estatal. Y si vamos un poco más allá, en la provincia de Juliaca (Puno), a 353
Kms del Cusco, el sector privado cuenta con tres plantas de envasado con capacidad
de envasar 7.1 miles de balones diarios.
¿Es o no es un desatino
invertir 25 millones de USD en una planta de envasado de GLP cuando los precios
son menores a los de Lima, cuando hay exceso de inversión y oferta del sector
privado y no se ha ofrecido nada de nada, como mínimo para las más de 34,000
familias que usan leña para cocinar en La Convención (Censo año 2007)?
¿No hay otra forma de atender
las necesidades de inclusión social?
¿Cómo hacer esto cuando las
utilidades netas de Petroperú el año 2011 han sido de apenas 73.9 millones de
USD y tiene por delante compromisos mucho más importantes como la modernización
de la refinería de Talara?
¿Puede un compromiso político
arrastrar a una empresa de todos los peruanos a involucrarse en operaciones
anti económicas?
¿Y el representante de los
trabajadores en el Directorio, no tiene nada técnico que decir?
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