domingo, 18 de septiembre de 2011

Una envasadora en cada esquina

La semana pasada escribí sobre algunos aspectos reglamentarios que se tuvieron en cuenta en la República de Paraguay para autorizar la carga de balones de GLP en gasocentros y señalé lo inconveniente que sería aplicar esta práctica en el Perú dado el elevado grado de informalidad que campea en lo referente al cumplimiento de normas (http://cbedonrocha.blogspot.com/2011/09/glp-en-estaciones-de-paraguay-si-hay.html ) y a los serios problemas que genera en dicho país.
Algunos amigos me han escrito señalando que la práctica de llenar balones con GLP se hace ya de manera informal en el Perú desde hace mucho tiempo en gasocentros que utilizan adaptadores para despachar desde los surtidores a balones por 5, 10 ó X Nuevos Soles, según sea el efectivo disponible. No tengo las pruebas necesarias en este momento para denunciar a quienes ejercen esta irresponsable práctica pero se señalan zonas aledañas a la carretera central que de seguro no son ajenas al conocimiento del OSINERGMIN. La Ley Orgánica de Hidrocarburos prohíbe el envasado de cilindros en gasocentros y el OSINERGMIN lo sanciona hasta con 5 UIT (unidades impositivas tributarias) equivalentes a 18,000 Nuevos Soles (6,590US$ aprox.) y podría darse también el cierre del establecimiento. No conozco tampoco de ningún caso sancionado por el regulador.
Algunos aspectos adicionales que deberíamos tener en cuenta en este delicado asunto de buscar una baja de precio vía autorizar el despacho en gasocentros y que finalmente nos inclinan a no recomendar su aplicación son:
1. Se presentarían denuncias de balanzas de llenado en gasocentros que se encuentran descalibradas; no olvidemos que el GLP envasado se comercializa en Kilogramos y a los automóviles se venden en Litros.
2. Los gasocentros no llegarían a adquirir los gabinetes de despacho seguro y venderían el GLP simplemente conectando a los envases un adaptador con un enorme riesgo de accidentes.
3. Se promovería la informalidad del mercado con un incremento del trasiego de cilindros en los propios puntos de venta.
4. Pequeños comercializadores formales serían eliminados del mercado, quebrando por una competencia desleal.
5. Se presentaría un serio desaliento para las inversiones por pérdida de rentabilidad.
6. La autoridad encargada de la supervisión de los gasocentros no llegaría a ejercer un control total, lo que permitiría una severa impunidad para el cumplimiento de la normativa.
7. Los mercados de USA y Canadá tienen como sabemos una notable conciencia de seguridad y cumplimiento de las normas, muy distinto como sabemos al de nuestro país.
8. Se generaría un desincentivo para la adquisición de cilindros nuevos, así como a su mantenimiento.
9. Los gasocentros se dedicarían al llenado de balones que son de propiedad de las empresas envasadoras convirtiéndose en cientos de “plantas envasadoras” informales; prácticamente una envasadora en cada esquina.
10. El ambiente de un gasocentro es inadecuado para las labores de llenado por la existencia de potenciales puntos de ignición inexistentes en una instalación dedicada a esta labor.
En Brasil igualmente se presentó una propuesta legislativa para autorizar el llenado pero la Agencia Nacional del Petróleo demostró la peligrosidad de la práctica archivándose el proyecto teniéndose en cuenta la no destrucción de un sistema eficiente que lleva GLP a los lugares más remotos del país, como sucede en el Perú.
En Brasil se plantea más bien el subsidio directo y la promoción de fabricación de envases menores, así como una adecuación de la carga tributaria diferente en diversos Estados donde los más pobres cobran 17% y los más ricos 12% de ICMS (Imposto sobre Circulação de Mercadorias e Serviços).



Tipo de Cambio al 16-09-2011 1 US$=2.7315 Nuevos Soles

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