miércoles, 29 de diciembre de 2010

Vuelve el ISC al GLP

Este 24 de diciembre, mientras nos aprestábamos a recibir la noche buena en la paz de nuestros hogares, en medio de buenos deseos y demostraciones de amor, el Ministerio de Economía y Finanzas de nuestro país, no tuvo una mejor idea que reintroducir el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) al Gas Licuado de Petróleo (GLP) con un equivalente al 2.3% del valor ex planta. Nos hizo recordar épocas que creíamos ya superadas cuando, por ejemplo, en el día de la madre se subían los precios del GLP y Kerosene.

El ISC es un tributo aplicable al consumo específico de determinados bienes (en el caso que comentamos, los combustibles), que grava la venta e importación de los mismos. La percepción del consumidor es que éste es un impuesto injusto pues, al gravar el consumo de combustibles hace tabla rasa de todos los consumidores, ya sean de uso doméstico y popular como el GLP (envasado y para uso automotor), de uso para la locomoción particular (Gasolinas), o de uso para los servicios de transporte público (Diesel 2) o fabril como el Petróleo Industrial. No hay aquí nada de selectivo.

Los montos impuestos por el ISC no interesan tanto, cuanto la justificación o no del tributo. Se argumenta teóricamente que el principal objetivo de este impuesto ha sido el de afectar la composición de la demanda final, a fin de adecuarla al uso adecuado de los recursos con que cuenta nuestra economía. Su aplicación tiende en teoría a desalentar la demanda interna de bienes y servicios no esenciales. Sin embargo, ya desde épocas de la ALALC se señalaba que el objetivo del impuesto en nuestros países era simplemente la recaudación tributaria. Y así parece que continúa siendo.

Han sido muchos los esfuerzos que se han hecho en el Perú para encaminarnos hacia la eliminación del ISC. Creado mediante Decreto Legislativo Nº190 el 12-06-1981 en el Gobierno del Presidente Fernando Belaúnde Terry, su aparición obedeció a un escenario de recesión mundial y a medidas restrictivas adoptadas en algunos países industrializados que habían redundado en una baja de los precios internacionales de nuestros principales productos de exportación. Tuvimos problemas de Balanza de Pagos y un menor dinamismo de los principales sectores exportadores. La recaudación por impuesto a la renta de personas jurídicas en 1981 había caído en términos reales (descontada la inflación), en más de la mitad; por su parte la inflación interna creció en 72.7%. Echar mano al ISC a los combustibles fue la opción más fácil para mejorar los ingresos fiscales. Rápidamente la recaudación del ISC a los combustibles se constituyó en parte importante de un presupuesto con razón llamado “petrolizado”. Así, el año 1985 constituyó el 28.9% del total de los ingresos del Gobierno Central y el 2006 su recaudación fue equivalente al 3.0% del PBI.

Durante la historia el ISC tuvo una serie de incrementos y disminuciones en sus tasas y montos, pasando igualmente de aplicarse inicialmente como porcentaje, a su aplicación en un monto fijo por unidad de venta como es actualmente y desde el año 1997. De la misma manera, fue regulado para dar señales de predictibilidad a partir de las tasas de inflación interna; así se daban señales positivas al mercado sobre que no se harían cambios traumáticos en su aplicación. En otro momento se aprobó que sea alineado con una tabla índice de nocividad de los hidrocarburos elaborada por el FONAM de forma que paguen más ISC los combustibles más contaminantes; por el contrario, hoy en día un galón de gasolina paga casi 4 veces más ISC que un galón de residual 500, este último 15 veces más nocivo. Y peor aún se ha vuelto a aplicar sobre el GLP que no tiene efectos contaminantes.

La tasa original del ISC al GLP fue de 13% (año 1981). En agosto de 1990 llegó a ser de 134%, apenas ingresado al Gobierno el Presidente Alberto Fujimori estrenando los “paquetazos” con el recordado “¡Que Dios nos ayude!” de Hurtado Miller.

Fue el año 2005 cuando se aprobó la eliminación del ISC al GLP mediante D.S. Nº081-2005-EF publicado en el diario oficial El Peruano el 01-07-05. Figuraba entonces como Ministro de Energía y Minas el Ing. Glodomiro Sánchez Mejía siendo Ministro de Economía y Finanzas PPK. La Memoria del Banco Central de Reserva del Perú de dicho año señala: “La menor recaudación por este impuesto (ISC) respondió a las sucesivas rebajas del ISC aplicado a los combustibles orientadas a mitigar el impacto del alza del precio internacional del petróleo y derivados realizadas durante 2004 y en los meses de julio, agosto y setiembre 2005”.

La eliminación del ISC al GLP fue un acto de estricta justicia frente al Gas Natural que no pagaba tampoco ISC. Era ilógico pensar en una cultura del Gas, apenas llegado el gas de Camisea a Pisco, aplicando ISC al GLP. Formó parte de otras medidas de aliento dadas al consumo de GLP como la eliminación de los aranceles a su importación, el ofrecimiento de los productores de precios más competitivos, etc.
Corresponde a la actual administración la triste decisión de haber reintroducido el ISC al GLP, sin ninguna explicación de sustento técnico para cometer semejante desatino. Repito que el monto aplicado no importa tanto (a pesar de su impacto en el balón de GLP al consumidor), cuanto su justificación económica. Por lo demás, una vez abierta su afectación no sería sorprendente ir viendo como se incrementa poco a poco.


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