lunes, 9 de abril de 2007

Yurimaguas: Algo más sobre exoneraciones tributarias en la Amazonía

Alto Amazonas es una provincia de nuestro país. Es una de las siete que conforman la Región Loreto. Limita al norte con la República de Ecuador, al sur con la Región San Martín, al Este con la provincia de Loreto y al Oeste con la provincia de Datem del Marañón. Su capital es Yurimaguas, que proviene de la fusión de los indios Yuris con los Omaguas. Ha sido sede de poblaciones indígenas desde hace milenios con antiguas naciones como los Chayahuitas y los Cocamas, descendientes de los Cahuapanas y los Tupi-Guarani.
Desde los albores de la vida republicana es conocida como la “Capital Histórica de la Amazonía Peruana” y también como “La Perla del Huallaga”
Con 101,934 habitantes, 78.0% de la población de Alto Amazonas cocina con leña y sólo 2.8% con Kerosene. Un bajísimo 15.0% usa GLP. El kerosene, sin embargo, es usado por el 57.9% de la población para alumbrado a través de mecheros y lamparines pues sólo un 41.1% goza de alumbrado eléctrico [1]
La Provincia de Alto Amazonas alberga 40,506 habitantes indígenas, distribuidos en 243 comunidades, clasificadas en 11 grupos étnicos y a su vez en 5 familias etnolingüísticas. La representatividad porcentual de la población indígena es la mayor de la Región Loreto con el 40 %
La provincia del Alto Amazonas, goza de exoneración tributaria en la comercialización de combustibles, exoneración que el Gobierno actual ha planteado sea eliminada en forma progresiva (cinco años), transfiriendo el importe correspondiente al Gobierno Regional para una mejor utilización.
Un común denominador de las poblaciones exoneradas es que el consumo de gasolina por vehículo lidera los consumos nacionales, a todas luces reflejo de la ilícita actividad del contrabando. Madre de Dios con 24.5 galones diarios por vehículo ocupa el primer lugar en el Perú, La Región Loreto (de la cual forma parte Alto Amazonas), consume 9.5 Galones de gasolinas por auto, ocupando el segundo lugar nacional y Ucayali ocupa el tercer puesto con 6.4 mientras el promedio nacional es de 1.0 y en Lima de sólo 0.7[2]. Toda esta información sobre consumo de gasolinas y las evidentes distorsiones del mismo es conocida por nuestras autoridades, aunque soltada a cuentagotas para el público, y como es lógico seguramente muchos de los pobladores de Yurimaguas quizá no conocen estos registros por lo que se hace fácil presa de prédicas demagógicas


En Yurimaguas, Petroperú construyó una Planta de Ventas la misma que podía ser abastecida desde su Planta Tarapoto por vía terrestre o desde Iquitos por vía fluvial. Las condiciones desastrosas de la carretera Yurimaguas/Tarapoto impulsaron muchas veces en Petroperú la idea de construir un poliducto entre ambas localidades, el mismo que se justificaba económicamente por el ahorro en fletes que se lograría para abastecer Yurimaguas. Temores a la reacción de los transportistas desplazados y la falta de recursos postergaron este proyecto.


Políticas inadecuadas posteriormente llevaron a Petroperú a construir almacenamiento para Gasolina 90 en Yurimaguas cuando lo lógico era construirlas en Tarapoto. Otro error de la fijación de precios de Petroperú fue que sus precios (antes de impuestos), en Yurimaguas de la Gasolina 90 eran 0.10 S/Gln más baratos que en Tarapoto cuando lo lógico era promocionar más bien esta última Planta. Para peor de males la gasolina 90 en Yurimaguas era inexplicablemente casi 40% más cara que la de 84 octanos. Lógicamente no se vendía prácticamente nada de Gasolina 90 en Yurimaguas, al punto que desde abril del 2006 ya no la comercializa más que en Tarapoto.

En el caso de la gasolina 84 su precio en agosto de 1984 era 0.25 S/Gln más caro en Yurimaguas que en Tarapoto y progresivamente ha llevado este diferencial hasta el triple, 0.75 S/Gln más cara como actualmente la comercializa.
En el caso del Kerosene el diferencial en contra de Yurimaguas el 2004 era de 0.22 y actualmente llega a 0.57 S/Gln.
Pero donde más se refleja el desacierto de la política de precios es con el Petróleo Diesel 2. Progresivamente Petroperú ha ido aumentando el diferencial de precios (antes de impuestos), en Yurimaguas con relación a Tarapoto. Mientras en los años 2004/2005 era 0.43 S/Gln, más caro, en abril del 2006 disparan el diferencial a 0.81 y en el actual Gobierno han llevado este sobreprecio hasta 1.35 S/Gln.

Es decir, a todas luces la petrolera estatal trata de recuperar a través de las ventas de combustibles en la localidad donde se demuestra la relevancia del contrabando, los bajos resultados de otras localidades. No existe otra justificación para que los diferenciales de precios vayan desde los 0.25 en el caso de la Gasolina 84 hasta 1.35 S/Gln en el Diesel 2 y así, seguro que sin querer, nuestra empresa estatal se convierte en socia de la actividad del contrabando. A mayor venta en Yurimaguas, mayores ingresos para Petroperú. Si los contrabandistas ganan tanto ¿por qué no hacerlo también en la estatal? En el caso de la Gasolina 84 llegan a cobrar 14.2% más caro y en el Diesel 2 un exagerado 21.4% cuando el diferencial debería ser el mismo.
Argumentos tiene varios Petroperú seguramente para este accionar. Uno de ellos es que no pueden recuperar el IGV pagado en la adquisición de petróleo crudo a través de ventas exoneradas del mismo y por eso incrementan el precio a las poblaciones exoneradas. Es el mismo argumento que utilizó cuando la población de Pucallpa salió a las calles para reclamar por que el petróleo residual se lo vendían más caro a Electro Ucayali que a las embarcaciones colombianas y ecuatorianas[3]. Otro sería que así reducen el diferencial de precios finales (incluidos impuestos) y hacen menos atractivo el negocio para los contrabandistas
Sin embargo los resultados de un consumo a todas luces ilícito y seguramente creciente del combustible comercializado en Planta Yurimaguas, sin ningún beneficio para la población sino para sólo algunos vivos es un asunto que estamos seguros será revisado por la administración de Petroperú tanto por razones éticas como porque la no privatización de Planta Yurimaguas por falta de interés del sector privado la convierte en instrumento de la política nacional la que debe orientar un retorno del beneficio extraordinario que obtiene a través de sus mayores precios. No creo que el tema de la reducción o eliminación de las exoneraciones tributarias a los combustibles sea un tema sólo del Ministerio de Economía y Finanzas, sino también de nuestra empresa del Estado que quiéralo o no llega a ejercer una actividad monopólica y además, como lo hemos demostrado, obtiene beneficios extraordinarios en las ventas a localidades exoneradas que podría trasladar en programas de promoción de combustibles limpios, por ejemplo.

1. Censo 2005 - INEI
2.
OSINERGMIN – Boletín SCOP Febrero 2006 “Consumo de Gasolina por Vehículo Gasolinero”
3.
A propósito, hasta la fecha los precios de los combustibles para naves (Bunkers) nacionales y extranjeros no son publicados en la Web de Petroperú

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