miércoles, 3 de octubre de 2007

El Perú tendrá un Programa de GLP Rural

El Sr. Vice Ministro de Energía, Dr. Pedro Gamio, anunció que el Gobierno apoyará el Programa de GLP Rural. Esta declaración política, hecha al inaugurar el 27-09-07 el Ier Foro Internacional “GLP Combustible para la Vida”, constituye uno de los principales logros de una serie de acciones que viene promoviendo la Asociación Gas LP Perú en nuestro país porque se ponga solución al grave problema de salud derivado de la utilización de combustibles sólidos para cocinar al interior de las viviendas rurales.

La declaración se suma además a nuestra solicitud hecha en la Audiencia Pública promovida por el Congresista Dr. José Carlos Carrasco Távara en el Congreso de la República el pasado 17 de Septiembre para que la promoción del GLP Rural forme parte de la nueva legislación del GLP.

La Organización Mundial de la Salud señala que un cuarto de la carga de morbilidad a nivel mundial y más precisamente, un tercio de la morbilidad infantil mundial son consecuencias de factores ambientales modificables. Una demostración se da cuando se señala que la tasa de mortalidad por factores ambientales del recién nacido es 12 veces mayor en los países en desarrollo que en los desarrollados. Esto demuestra que es posible mejorar la salud humana si se promueven ambientes saludables.

La salud humana es un factor básico para la mejora de la calidad de vida de la población. Calidad de vida son aquellas condiciones de vida que tienen una fácil traducción cuantitativa o monetaria como la renta per cápita, el nivel educativo, las condiciones de vivienda, etc. Pero igualmente incorpora aspectos considerados como categorías separadas y sin traducción individual como el bienestar, la sensación de salud, el consumo de alimentos sanos, una dieta equilibrada, la seguridad social, la ropa, el tiempo libre, la vigencia de los derechos humanos, etc.

La prestigiosa revista The Economist publica desde el año 2000 un ranking mundial sobre calidad de vida. En la medición correspondiente al año 2005 incorpora nueve factores para su medición, atribuyéndole a las condiciones de salud un importante peso, equivalente al 19.0%. A resultas de esta medición, el Perú se ubica en el puesto 53 (entre 82 países), muy por debajo de Chile que ocupa el puesto 31 y debajo también del Ecuador que se ubica en el puesto 52.

Dentro de esta problemática, subsiste en el Perú la costumbre de cocinar alimentos, principalmente en las localidades rurales, con combustibles sólidos como la leña y la bosta y en menor medida con el Kerosene. Razones de orden económico explican esta mayoritaria preferencia. Las consecuencias de su utilización traducidas en el deterioro de las condiciones de salud de los pobladores, es sin embargo un asunto poco divulgado para el público común. Para muchos de nosotros, el cocinar con Gas Licuado de Petróleo (GLP), es lo más común y natural y no llegamos a tener una verdadera conciencia sobre lo que su no utilización ocasiona principalmente a los niños menores de cinco años y sus madres. Las viviendas rurales, sin ambientes separados, sin ventilación ni ventanas en muchos casos, son causa de altas concentraciones de humos y residuos de la combustión con su traducción negativa en enfermedades respiratorias.
Algunos estudios recientes en el Perú han efectuado mediciones sobre el impacto negativo en la salud por los humos de las cocinas. Algunos esfuerzos de la cooperación extranjera igualmente han apuntado a programas de cocinas saludables manteniendo el consumo de leña e incorporando chimeneas y mejorando en algo las cocinas, dentro de presupuestos escasos y prácticamente sin apoyo estatal ni del sector privado. Pensar en la utilización de GLP en estos hogares parecería inicialmente una meta ambiciosa e inalcanzable. Cambiar la costumbre de utilización de combustibles sólidos se vislumbra también inicialmente como otra meta enorme, así como el concientizar a la población acerca de este grave daño para la salud humana y las condiciones de exclusión que genera para una inmensa cantidad de hogares, sobre todo los más pobres.

Por el lado de la política estatal se ha aprobado y se viene promoviendo con insistencia una cultura de gas pero que hace exclusión de las poblaciones rurales en la medida que lo que se promueve es el consumo de Gas Natural (Metano), el mismo que no tiene ninguna posibilidad de acceso para las familias más pobres y desplazadas por cuanto requiere de gran inversión para el tendido de gasoductos así como de factibilidad técnica y económica para atender a comunidades que no justificarían el retorno necesario para los inversionistas. Esta insensibilidad y olvido son a no dudarlo caldo de cultivo para conductas violentistas que podrían evitarse. Esta demostrado que para estas poblaciones la mejor solución es el GLP por su facilidad de transporte y almacenamiento, principalmente.

Nuestro país tiene, gracias a la producción del Gas de Camisea, la oportunidad histórica de paliar necesidades de los más pobres. Se espera que a partir del año 2008 incluso tengamos excedentes de GLP para exportación sin que en el ámbito interno hayamos resuelto la deuda con las localidades rurales que cocinan con combustibles sólidos.

El reconocimiento oficial a lo importante de contar con un programa de GLP RURAL nos hace abrigar la esperanza que esta que se presenta como una excelente oportunidad de trabajo conjunto entre productores, envasadores, distribuidores, fabricantes de cilindros y locales de ventas o productos de distribución para el logro del Programa. Con el esfuerzo de todos por supuesto que podríamos tener éxito en la tarea.

El primer paso considero que es el que se está viviendo. Ejecutar una estrategia de Marketing Social para que exista conciencia entre la población que el problema existe y que es de gran magnitud. Esta estrategia igualmente requiere que se de el convencimiento que a pesar de no ser fácil la solución es un compromiso social con los más pobres. Acompaña este propósito la existencia de lecciones aprendidas como la colombiana a través de sus programas Gas para el Campo y GLP Rural. Colombia, un hermano país en donde existe una enorme red de gasoductos de gas natural entendió que era necesario incluir a los más pobres en la utilización de combustibles limpios para mejorar su calidad de vida. Si ellos lo van logrando ¿por qué los peruanos no?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hasta que punto el gobierno deberia centrarse en promover el GLP rural cuando hay una distorción grande en las gasolinas donde las más contaminantes pagan menos y las limpias pagan más. No solo eso, no deberia incentivar primero el consumo domestico de gas natural y su implementación a mayor escala en el parque automotor.

César Bedón Rocha dijo...

El Gas natural considero que está suficientemente incentivado por la política de Estado. No olvidemos que este importante combustible no llegará por razones técnicas ni económicas a las localidades rurales. Más bien continuar difundiendo como se hace las bondades inegables del Gas Natural sin presentar a la vez un programa alternatívo para los más pobres acrecienta la exclusión