Al parecer este ejercicio de prospectiva se da a partir del reconocimiento que la falta de capacidad de la producción nacional el 2007 para atender la demanda interna será sólo temporal y por ningún motivo generará escasez pues el faltante será mínimo y el propio mercado debería resolver con eficiencia el problema. Más aún cuando se espera que el año 2008 tengamos un excedente de 75 mil TM de GLP, equivalente a un 8% de exceso sobre la demanda interna, cifra que el 2011 llegará a más de 200 mil TM ó 20% de exceso.
En Lima (Censo INEI 2005), se registran 174 mil hogares que aún utilizan Kerosene para cocinar, asumiendo los enormes daños a la salud que traen consigo los humos de combustión en el interior de las viviendas. A pesar que el GLP es 24.8% más barato que el Kerosene por millón de BTU´s , el acceso a este último es más fácil en la medida que el consumidor desembolsa 3.10 S/./Litro frente a los 32.73 S/. que en promedio cuesta un balón de 10 Kgs (INEI- Lima Metropolitana - setiembre 2006).
Entendemos que hace falta un análisis más profundo para determinar si este consumo de kerosene se da por la falta de una cocina a GLP, por un problema financiero o por un problema económico de las familias. En el caso de la propiedad de cocinas se estima que en Lima el 80% de las familias cuentan con cocina a GLP. Por lo tanto faltarían 400 mil cocinas. El problema financiero para quienes cuentan con cocina a GLP al parecer, según comenta también el Diario Correo, vendría siendo cubierto por distribuidores que financian a sus clientes la entrega de un balón de 10 Kg con pagos semanales. El que no tendría solución sería el problema económico para familias que no cuentan con lo mínimo para subsistir o que acuden a los comedores populares.
El comentario de Gutiérrez entonces vendría a sugerir una opción para aquellos hogares que cuentan con una cocina a GLP y que tienen capacidad económica para comprar 5 Kgs. Los distribuidores en todo caso podrían también financiar la compra de esta cantidad menor.
El reto consiste entonces, como también señala Gutiérrez, en incentivar la fabricación de balones de 5 Kgs así como lograr que el precio por Kg al consumidor sea igual tanto para un balón de 10 como para uno de 5 Kgs. Es aquí donde se presentan algunos inconvenientes:
- El parque de balones de 5 Kgs es significativamente bajo en el país. Si bien es cierto que algunas plantas envasadoras brindan esta modalidad de venta, no representan ni el 1% del parque de balones de 10 Kgs. Por lo que debería financiarse su fabricación y venta.
- El costo de fabricación formal de un balón de 5 Kgs es prácticamente el mismo que el de 10 Kgs. Como mínimo se estima que costaría un 90%, es decir cerca de 18.00 US$. Si se toma como meta el mercado de hogares de Lima sin cocina a GLP deberían incorporarse 400 mil cocinas. La inversión en ambos accesorios estaría cerca de los 15 millones de dólares.
- Los costos de envasado, mantenimiento de cilindros y válvulas, transporte y distribución de GLP para envases menores es lógicamente mayor. Como referencia válida, en Santiago de Chile un Kg de GLP vendido al consumidor en envases de 5 Kgs es 25.4% más caro que el vendido en otro de 11 Kgs. (1.83 vs 1.46 US$). De esa manera un balón de 5 Kgs en Lima podría estar comercializándose a 20.50 en lugar de 16.37 Nuevos Soles o menos que debería costar para ser atractivo.
- Pero la mayor carencia, es que no contamos en nuestro país actualmente con estabilidad jurídica ni institucionalidad suficientes como para garantizar que las inversiones (que estamos seguros podrían hacer las envasadoras para incursionar en este nicho de mercado), tengan la necesaria garantía del respeto a la propiedad de los balones que adquirirían. Actualmente un nuevo Proyecto de Ley en la Comisión de Energía y Minas del Congreso propone nuevamente (en una letanía antitécnica y de inestabilidad que viene desde el 2004), restablecer el parque común de balones de GLP haciendo tabla rasa de las inversiones ya efectuadas. Si este trato se da así con la inversión acumulada, no existe ningún incentivo para nuevas inversiones, agravado igualmente por la nula acción del OSINERG para combatir la piratería en balones de GLP y la desidia del Ministerio de Energía y Minas para emitir un Reglamento moderno de la comercialización del GLP tantas veces reclamado y con un buen número de propuestas alcanzadas.
La propuesta del Presidente de Petroperú está en debate. Quizá los temas de precio de venta proporcionales para la venta en 5 ó 10 Kgs podrían aliviarse con esfuerzos, ¿porque no? de Petroperú y de la inversión privada de las envasadoras pero estamos ante una necesidad social urgente, con producto excedente, con los actores y mecanismos listos para ser implementados pero que no se echan a andar en la medida que el Estado no cumple con su rol de dar el marco legal promocional necesario. Todo esto en detrimento de los hogares más pobres del Perú.
[1] Medido a nivel de BTU´s de energía útil la situación es aún más favorable al GLP, pues resulta 48.0% más barato que el Kerosene
[1] El tipo de cambio promedio en Lima es de 1 US$=3.25 Nuevos Soles (setiembre 2006)
GLP
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Bedón
Perú
César Gutiérrez
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