martes, 2 de mayo de 2006

LOS GRIFOS DE CHAVEZ ... Y TAMBIEN LAS REFINERIAS


La mención directa hecha por el ex Presidente Alan García al Presidente de Venezuela Hugo Chávez acerca de las inversiones de su Gobierno nacionalista en los Estados Unidos han sido un golpe bien calculado, estudiado y dado donde más le puede doler al venezolano.La calificación de una doble moral que Alan le ha asignado, por promover falsas posturas nacionalistas anti imperialistas para otros países, pero dejando utilidades de su transnacional en la Gran Metrópoli, es otro golpe fuerte y al hígado. Por eso la respuesta desaforada del militar y que todos estamos en la obligación de rechazar sin medias tintas.
Sin embargo, no todos conocemos con mayor detalle las características de las inversiones transnacionales del Gobierno chavista.
Venezuela es hoy, que duda cabe, el polo energético más importante de América, por cuanto posee unos 235 millardos de barriles de crudo (millardo es la definición adoptada por la real Academia de la Lengua Española para nominar los mil millones que los americanos llaman billón), en la Faja Petrolífera del Orinoco, que a la tasa de producción actual alcanzarían para 200 años de negocios venezolanos o para 4,300 años de demanda peruana. Actualmente, el 50% de las exportaciones venezolanas de crudo van a parar a USA, en operaciones que según ha señalado recientemente el Presidente Chávez “subsidian al señor Bush”.
A través de Petróleos de Venezuela – PDVSA, adquirieron diecinueve refinerías en Estados Unidos y Europa que no les rendían utilidades a sus antiguos dueños, y que adicionalmente no sirven mayormente para procesar los excedentarios crudos pesados que son los que más posee Venezuela. Por eso PDVSA necesita importar de Arabia Saudita o del Mar del Norte no menos de 747 mil barriles diarios de petróleo liviano sin azufre para alimentar las refinerías de CITGO.
Vistas las cosas así, es un mal negocio el efectuado pues no puede colocar todo el crudo que quisiera sino que debe adquirirlo a terceros países para satisfacer la voraz demanda norteamericana. Agreguemos a esto la adquisición de la red de más de quince mil Estaciones de Servicio en territorio de los Estados Unidos pero que no le reportan ninguna ganancia significativa, sirviendo más bien, como denuncian los venezolanos, para dar empleo a más de doscientos mil residentes americanos, con una desmesurada tasa de empleo de 13 trabajadores por Estación de Servicio.
CITGO es la tercera corporación petrolera en los Estados Unidos. Es propietaria u opera una red de refinerías ubicadas en Texas, Louisiana e Illinois. Igualmente es propietaria del 42% de la refinería Lyondell en Houston y de refinerías de asfalto en Paulsboro, New Jersey y Savannah, Georgia con una capacidad de refinación de 859 mil barriles diarios (3.5 veces más que la capacidad instalada total peruana que es de 195 MB/DC). Las refinerías de CITGO producen 140 millones de barriles de gasolina, 55 millones de barriles de destilados y 30 millones de barriles de combustible para motores a reacción por año. Adicionalmente CITGO Asphalt and Refining Company es la mayor refinería de asfalto de la Costa Este de los Estados Unidos.
PDVSA atiende aproximadamente el 50% de los requerimientos de crudo de CITGO. Queda claro que no necesitan para esta inmensa participación en la economía americana de ningún Tratado de Libre Comercio.Un daño para la economía venezolana, se da en que deben suministrar petróleo crudo a los consumidores americanos subsidiándolos con descuentos innecesarios (tratándose de un commodity). Este descuento oscila entre 1.5 y 2 US$ por barril por la venta de crudo, lo que repercute gravemente en las cuentas de la petrolera venezolana mientras que beneficia a los Estados Unidos. Los descuentos no se declaran al fisco estadounidense generándose una ganancia ficticia en los Estados Unidos, sobre la que tributan. Estos descuentos a las empresas de las que son propietarios total o parcialmente deben tributar impuesto a la renta al tesoro del Tío Sam.
Se calcula que las pérdidas por los descuentos otorgados a CITGO ascienden a 7,500 millones de Dólares. Se suma a esto un estimado de 100 millones de Dólares anuales por el hecho que su filial declare impuestos en los EEUU. El marqueteo del Presidente Chávez llevó a CITGO a otorgar recientemente descuentos de 40% en combustibles por 1.5 millones de dólares para las víctimas del Huracán katrina. Repartió 40 millones de galones de combustible para calefacción.El contrato con LYONDELL-CITGO no vence sino hasta el 2017.
PDVSA provee la mayor parte de los insumos de la refinería bajo un contrato a largo plazo y CITGO en reciprocidad compra casi toda la producción de gasolina, Turbo Jet y diesel bajo un contrato a largo plazo. Es decir, toda la operación se lleva a cabo para el beneficio de CITGO. Sin embargo, en febrero de 2002, LYONDELL-CITGO entabló un juicio contra PDVSA en los EE.UU. alegando que PDVSA injustamente declaró eventos de fuerza mayor y le redujo las entregas de crudo extra-pesado. Reclamaron daños por la violación del contrato de suministro de crudo a largo plazo. Pdvsa acordó pagar una indemnización de 50 millones de dólares en insumos.
PDVSA ha estado inhabilitada para endeudarse en los EEUU desde el 2003, último año en que presentó su informe al Security and Exchanges Comission (SEC) debido al paro petrolero y todavía sus cuentas no han sido clarificadas ni presentadas en detalle ante ese organismo. Según se afirma el régimen venezolano está evitando los controles del sistema financiero internacional.
Chávez ha anunciado la venta de ocho refinerías en EEUU controladas a través de CITGO. Sin embargo, el negocio refinero es tan malo actualmente que no se construyen refinerías nuevas en los Estados Unidos en los últimos 30 años y en los últimos diez han cerrado unas 150. La venta sólo sería atractiva si tuviera amarrada una compra de crudos con descuentos.
Otros ejemplo sobre la gestión petrolera venezolana es que el año 2001, como consecuencia de un negocio poco claro, la empresa INTESA llegó a un acuerdo con la petrolera venezolana, luego de comprobarse que realizó cobros indebidos por más de 55 millones de dólares, para "aceptar" la devolución de -apenas- 2.2 millones de dólares.
La apertura de oficinas de PDVSA y del Banco Industrial en Cuba, la venta de crudo venezolano en el Caribe por Cuba Petróleo (PDVCupet), la transferencia de las Reservas Internacionales de EEUU a otros países y el plan de recompra de la deuda externa para eliminar la supervisión del SEC obedecerían a un solo motivo aparente, que no es ni de lejos el nacionalismo sino más bien evitar cualquier control, auditoria o supervisión sobre la enorme caja negra que es PDVSA.