Una medida del avance en la masificación del consumo de GLP Automotor y GNV, es la importación de los equipos para conversión (Kits). Sin ellos, el proceso de minimizar la utilización de gasolinas y su reemplazo por gas sería imposible.
Nuestro país ha importado en los últimos ocho años kits procedentes de 38 países, una medida clara de la falta de iniciativa gubernamental que no ha homologado estos equipos.
Las importaciones de Italia han liderado en el mercado con un porcentaje acumulado de 48.5% del valor CIF, seguido de las procedentes de Argentina con un 33.1% de participación. Como vemos, a pesar de la inacción oficial, el mercado se ha ido encargando de concentrar en sólo dos países, Italia y Argentina el 81.6% (1) del valor de las importaciones . Esta es una clara señal de que si se quiere masificar las conversiones a Gas, como garantía del trabajo realizado, se debería homologar los equipos y listar aquellos que cumplen o exceden las normas técnicas. Lo demás, en un mercado tan poco formal como el nuestro, es sólo contribuir a la multiplicidad de marcas y talleres de dudosa garantía que en nada favorecen la penetración aún mayor del gas.
El aporte de la iniciativa privada para la masificación del gas ha sido muy importante. Sólo en Kits de conversión se ha invertido a precios CIF un total de 54.7 millones de USD pagando además tributos (ad valorem e IGV) por 10.8 millones de USD. En la actualidad el impuesto ad valorem ha sido eliminado, aunque se tributa el 18% de IGV, aspecto poco comprensible cuando lo que se quiere es masificar el consumo y no hay ningún aporte estatal para hacerlo.
La tecnología cada vez más desarrollada y que nos ha llevado hasta kits de quinta generación, ha hecho igualmente que el costo promedio por kit importado haya pasado de 42 USD CIF el año 2006 a 192 USD CIF los últimos dos años.
En lo referente a la conversión de vehículos a gas igualmente se va consolidando en nuestro país el hecho que la existencia del dúo GNV/GLP es un hecho y lo será en el futuro; por más que con miopía se quiera promover sólo el GNV, hasta con los llamados “gasoductos virtuales”.
Cada año se incorporan más vehículos convertidos a gas; y eso es bueno. Si bien es cierto la importación de vehículos nuevos presenta un boom; igualmente es cierto que se siguen efectuando conversiones a gas. Claro que la dinámica de la importación de vehículos es mayor que el ritmo de crecimiento de las conversiones.
Se carece de una política promocional que anime a los importadores a volcarse a los vehículos a gas. Yo he sostenido que el sólo factor de un precio menor del combustible no basta para incentivar su consumo. El consumidor requiere precios bonificados por importar un vehículo a gas o por garantizar mecánicamente las conversiones, al punto que se justificaría eliminar el IGV a importaciones y conversiones.
A pesar de todo, al mes de agosto 2011 contamos con un estimado de 323.9 miles de vehículos operando a gas. El 56% opera a GLP y el 44% a GNV, estructura que en el futuro se consolidará a favor del GLP.
[1] El Año 2011, el 62.6% del
valor de la importación de kits de conversión fue de Italia y el 27.5% de Argentina.
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