lunes, 19 de marzo de 2007

Eliminación de exoneraciones o ¿Cómo ponerle el cascabel al gato?

“Juntáronse los ratones,
para librarse del gato,
y después de un largo rato
de disputas y opiniones,
Dijeron que acertarían
en ponerle un cascabel;
que, andando el gato con él,
librarse mejor podían.
Salió un ratón barbicano,
colilargo, hociquirromo,
y encrespando el grueso lomo,
dijo al senado romano,
después de hablar culto un rato:
“¿Quién de todos ha de ser
el que se atreva a poner
ese cascabel al gato?”
[i]

La decisión del Gobierno del Dr. Alan García de eliminar gradualmente (con reducciones semestrales, en un espacio de 5 años, empezando en enero del 2008), las exoneraciones tributarias a los combustibles en las regiones de San Martín, Amazonas, Ucayali, Madre de Dios y la provincia de Alto Amazonas de la Región Loreto [ii] ha sido quizá una de las decisiones más difíciles de tomar políticamente. Será también, en mi opinión, uno de sus mayores logros.

El abuso que hacen inescrupulosos al amparo de estas exoneraciones, sin ningún beneficio para las poblaciones de la amazonía supuestamente apoyadas, ha sido uno de los más denunciados problemas de la fijación de precios de combustibles en nuestro país.

El aliento al contrabando derivado de esta exoneración, la generación de corrupción y negocios ilegales, la nula mejora en las condiciones de vida y el enriquecimiento de sólo algunos ilegales comerciantes y productores han sido el denominador común muchísimas veces denunciados (yo mismo lo he hecho en varias ocasiones), sin que nadie se atreviera a ponerle el cascabel al gato por temor al manejo político que pudieran hacer de las expectativas de la población amazónica quienes verán en adelante eliminados su turbios negocios.

La exoneración fue inicialmente establecida por el gobierno del Ing. Alberto Fujimori (Ley 27037 del 30/12/98), a manera de contener las protestas derivadas del conflicto con el Ecuador y fueron inicialmente establecidas hasta el 31/12/00. Posteriormente, el gobierno del Dr. Valentín Paniagua (teniendo como Ministro de Energía y Minas al Ing. Juan Incháustegui), tuvo la gran oportunidad de no continuarlo, basado en el enorme apoyo popular a su gestión, pero con la Ley 27406 (22/01/01) dispuso “permitir que sigan vigentes las exoneraciones contempladas en la Ley de Promoción de Inversión de la Amazonia, su reglamento y leyes conexas…”.

Las exoneraciones tampoco trajeron consigo una reducción en los precios de los productores de combustibles. Es así como, por ejemplo, hoy comercializan ex refinería (sin impuestos), el Diesel 2 en Talara a 6.01, en Conchán a 6.10, pero en Iquitos a 6.76 y en Pucallpa a 7.43 S/./Gln [iii] (cuatro ciudades con refinerías), sobre precios a los que podrían buscarle cualquier fundamento de costos para justificarlos pero que sólo son explicados en un mercado de oferta oligo o monopólica .

Si vemos el caso del Kerosene, el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC), es de 2.11 S/./Gln. Hoy un galón de Kerosene se vende en promedio en grifos de Ucayali a 7.27 S/./Gln con un irreal beneficio para la población pues si a este precio se le tuvieran que agregar el ISC y el Impuesto General a las Ventas (IGV) de 19%, su precio subiría a 11.16 al público mientras que en el punto de ventas más caro del Perú (Puno), pagando todos sus impuestos cuesta sólo 10.49 S/./Gln [iv], siendo que es producido en Talara y trasladado por Buque Tanque desde ahí a Mollendo y luego por tierra hasta Puno.

En el caso del GLP, la situación es igualmente grave. En Pucallpa el precio del productor Aguaytía Energy es actualmente de 1.92 S/./Kg iv. Si a este precio se le agrega el 19% del IGV resulta en 2.19 S/./Kg., el más caro del país; 14% más caro del producido en Talara de la refinación del petróleo crudo.

De acuerdo con el Censo 2005 del INEI, sólo el 0.8% de las familias de las Regiones en que se producirá la eliminación de las exoneraciones consumen Kerosene para cocinar por lo que el efecto del alza de precios que se derivaría de la eliminación de exoneraciones afectaría fundamentalmente a los contrabandistas y narco traficantes.

Sin embargo creo que no debemos olvidar que el encarecimiento del Kerosene lo que ha producido en nuestra amazonía es un enorme vuelco hacia la insalubre y contaminante leña para cocinar. Un terrible 62.1 % [v] la utiliza (217,500 familias), y sólo el 30.1% utiliza GLP. Es decir en lugar de haber mejorado las condiciones de vida, éstas se han empeorado; Mientras en 1997 la pobreza total en la Selva era de 47.1%, esta creció el 2004 hasta 64.9% [vi], a pesar de las exoneraciones vigentes.
A manera de sugerencia, un programa de apoyo estatal de promoción del consumo de GLP apoyado por la gestión privada serviría de mucho para la promoción de estas localidades y debería acompañar la eliminación de las exoneraciones, sobre todo cuando a corto plazo tendremos una enorme cantidad excedente de este combustible para exportación inclusive.

Como conclusión lógica igualmente se desprende que el esfuerzo del gobierno por ponerle el cascabel al gato tiene que ver también necesariamente con un sinceramiento de los precios ex refinería de los productores en la amazonía y un estrecho seguimiento de su evolución a partir de ahora. Petroperú, que es el principal abastecedor de estas zonas, debería desde ya comprometerse a acompañar el esfuerzo estatal también en la determinación de sus precios ex refinería en la amazonía. No vaya a ser que algunos de sus expertos propongan recuperar el efecto del IGV vía incremento mayor de los precios ex refinería.


[i] ¿Quién le pone el cascabel al gato? – Fábula de Lope de Vega[ii] Esta eliminación excluye a la Región Loreto (con la excepción de la provincia de Alto Amazonas - Yurimaguas), por su innegable aislamiento.[iii] Precio de Lista Petroperú (24-01-07)[iv] Boletín de Precios – OSINERGMIN – Febrero 2007 http://www.osinerg.gob.pe/osinerg/hidro/pdf/DGH_REPORTES_FEB2007.pdf[v] Censo 2005 - INEI[vi] INEI – Información Socio Demográfica http://www.inei.gob.pe/Sisd/index.asp

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