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La reciente reacción mediática, motivada por el reajuste del precio del GLP en cilindros, me trajo a la memoria la reacción del ex Presidente Alberto Fujimori con relación a los precios de las gasolinas en las diferentes Estaciones de Servicio de Lima, en esa época nuevas o remodeladas bajo banderas de cadenas internacionales de prestigio y en el marco de la apertura a la inversión extranjera.
Bajo el grito de ¡Que lisura, más de un sol de diferencia! nos colocó en las pantallas de televisión a un grifero de color que se preguntaba si a los consumidores nos sobraba la plata por permitir estas diferencias de precio. Quien sabe si este fue el inicio de la posterior desaparición de estas cadenas. A pesar de existir libertad de precios y una amplia oferta, la máxima autoridad de la Nación cuestionaba que existiera tal diferencia en un galón de gasolina y que además calificara casi de tarados a los consumidores por pagar tales diferencias. Y de paso nos pedía a los funcionarios de Petroperú que consiguiéramos afiliar puntos de venta y pintarlos en un fin de semana para competir contra estas “abusivas” Estaciones. Si hoy revisamos el diferencial de precios de la gasolina 97 en Lima, éste llega a 2.99 Nuevos Soles por Galón en Ate, por ejemplo y a 1.85 la Gasolina 90 en Villa El Salvador. ¡Por algo será!
Recientemente en nuestro país se ha vuelto a poner de moda que no es posible que los precios del GLP en cilindros de 10 Kilogramos varíen entre 28 y 33 Nuevos Soles (precios moda), entre una y otra marca, si el producto supuestamente “es el mismo” y se recomienda no adquirir el más caro sino el más barato. En términos redondos este cilindro contiene 5 Galones de GLP y el diferencial de precios sería de 1 Nuevo Sol por Galón, mucho menor que la brecha de precios en las gasolinas. Esta es una característica del mercado de hidrocarburos, a la que vemos que el GLP no escapa. ¡Por algo será! Debe ser por algo, no les parece que el consumidor castiga esa “oferta” de precios tan bajos no dándoles la preferencia de su consumo y relegándola a un mínimo casi marginal. Estas envasadoras a las que el mercado reconoce como “pequeñas”, acordaron (ACORDARON, así lo dice el Acta correspondiente de la Comisión Pro Inversión de junio 2005), que sus márgenes no iban a ser en ningún caso superiores a 6.25 Nuevos Soles más IGV. A los niveles actuales de precios de Petroperú, el precio de estas envasadoras no debería pasar de los 28.58 Nuevos Soles (y lo redondean a 28.00). Ese fue su compromiso, con márgenes que se obtienen principalmente de evadir el mantenimiento y la reposición de cilindros, así como el canje e incurrir en competencia desleal al utilizar cilindros ajenos.
Otro aspecto que se rescata actualmente es que los diferenciales entre los precios máximos y mínimos se ratifican en 5 Nuevos Soles a lo largo el tiempo.
Otra aseveración que se vuelve a sacar en medios es que algunas envasadoras de GLP que habían incrementado sus precios al público, deberían haberlo hecho en 15 ó 20 céntimos de Nuevo Sol y no en cincuenta. Señalaban que no hacerlo de esa manera era abusivo (el proveedor había aumentado el precio en 61 céntimos).
Históricamente los precios del cilindro de 10 Kilogramos los ha fijado el mercado en 50 céntimos o un nuevo sol. De esa manera, si los incrementos de costos no se acercan al medio Sol, no son trasladados al consumidor y si se acercan pues se trasladan. Ese podría ser un paralelismo de conducta.
Si revisamos la información de precios que publica OSINERGMIN a través del programa Facilito se puede verificar fácilmente esta característica. Yo tengo cuadros preparados con precios del 27/12/05, 14/09/2006 y del 28/02/07 y en ninguno se encuentra un precio en punto de venta que difiera de lo señalado. Esto es muy similar a lo acostumbrado en las Estaciones de Servicios cuyos precios de combustibles líquidos terminan en nueve.
Una tercera afirmación igualmente falsa es que la venta de GLP envasado se trata de un monopolio (colocado en primera página de un diario local sin mayor análisis).
Se registran oficialmente 2,065 locales de venta a enero del 2007, así como 105 Distribuidores en Cilindros y otras 105 plantas envasadoras, amén de 73 marcas distintas. En estas condiciones es fácilmente deducible que ni de lejos, la oferta de GLP envasado sea monopólica.
Otra cosa es la venta de las productoras en las que si se observa que las plantas envasadoras que compran a Pluspetrol no tienen otra opción de compra pues el otro productor importante, Petroperú, no tiene volumen para atenderlos y la única vía que quedaría sería la del mercado de importación, imposibilitado por ser más caro que el precio local. De ahí la explicación de algunas conductas desacertadas del productor como la de bajar o subir los precios comprometiendo a los otros canales de la cadena a que trasladen estas variaciones.
Sólo una reflexión final, tomada de la Web del INDECOPI y que deberíamos tener siempre en cuenta. La libre competencia es “la libertad tanto del consumidor, a quien no se debe privar de opciones para que elija libremente lo que mejor se adecué a sus necesidades, como del productor, quien debe tomar libremente sus decisiones empresariales en función de lo que considere más apropiado a sus intereses”.
[1] La opinión del Sr. Bedón es personal y en nada compromete a la Asociación Gas LP Perú, de la que es su Director Ejecutivo.
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