lunes, 21 de agosto de 2006

¡Y aquel que lo desincentive, un buen desincentivizador será!

Por esta razón, en el Ministerio de Energía y Minas (MEM) se evalúa desalentar el uso de este hidrocarburo (GLP) … El ministro de Energía y Minas, Juan Valdivia, indicó que se estudia medidas tributarias para disminuir, principalmente, el consumo de GLP vehicular.

Sólo porque lo señaló así El Comercio en la nota escrita por Manuel Marticorena es que podríamos pensar que es cierto lo que se atribuye al Sr. Ministro de Energía y Minas. Sin embargo, conociendo de su capacidad y experiencia en el Sector, ganada en la Comisión de Energía y Minas del Congreso de la República, quisiera pensar que lo que ha querido decir es que planea desalentar la venta ilegal de GLP a vehículos automotores que usan cilindros domésticos en lugar de los cilindros adecuados.

Sin embargo han sido varios los colegas que me han alcanzado comentarios sobre el asunto, todos ellos tan válidos como que los incluyo en esta nota, resistiéndome a creer que sea intención del Sr. Ministro ir contra la historia, la ecología y el futuro desalentando el uso vehicular del GLP.

El GLP es el combustible alternativo más utilizado en el mundo porque es el único, en la actualidad que tiene real posibilidad de introducción efectiva e inmediata en el mercado automotor. En Europa, por ejemplo, existen casi 3 millones de vehículos alimentados con GLP, que pueden abastecerse en más de once mil estaciones de servicio y a nivel mundial son más de 10 millones los automóviles que funcionan con GLP y el número sigue creciendo gracias a las políticas de promoción desarrolladas por la mayoría de gobiernos.

El GLP no sólo reduce drásticamente las emisiones de contaminantes (Nox, CO, HC y partículas), sino que prolonga la vida del motor y reduce el consumo de lubricantes.

En noviembre del 2005 escribí un comentario (“SUBASE” AL GLP VEHICULAR), en la revista Energía, Industria y Medio Ambiente del que me parece oportuno extraer sólo un par de párrafos:
  1. La crisis de precios del petróleo hizo a nuestros automovilistas (lamentablemente con muy poca promoción, en forma no planificada, con escasa difusión y sin el apoyo estatal que ahora se le da al gas natural), volcar los ojos hacía los talleres de conversión de vehículos y gradualmente, con la desconfianza que nos es característica, empezaron a invertir en acondicionar sus vehículos gasolineros para que empiecen a operar también con GLP.
  2. El GLP en todas partes es más barato que las gasolinas y recibe medidas promocionales de los Gobiernos de todo el mundo para incrementar su uso, cosa que en nuestro país no sucede. Los incentivos incluyen a la conversión de vehículos, así como exoneraciones de impuestos que llevan el precio muy por debajo del diesel y las gasolinas.

Es cierto que ante la continua elevación de precios de las gasolinas, el Gobierno anterior no le dio al automovilista la oportunidad de migrar al GLP como si lo venían haciendo la mayoría de los países del mundo. Lo olvidó en su propuesta de cambio de matriz energética, omitió el aliento de conversiones, hizo demagogia con los precios internos y le fabricó como competidor al GNV en un claro error de estrategia. Si señalamos antes que el GLP no recibía ningún incentivo promocional y a pesar de ello había ganado espacio en el mercado peruano, como no tendríamos que preocuparnos si a falta de promoción se vendría más bien un castigo.

Sólo en el supuesto que lo declarado por el Sr. Ministro fuera una posibilidad en evaluación me atrevo a alcanzarle los siguientes comentarios:

  1. El incremento del consumo de GLP automotor se debe al esfuerzo privado de los agentes económicos (Plantas Distribuidoras, Plantas Envasadoras, Gasocentros, transportistas, taxistas, conductores particulares, operadores de montacargas, etc), que sin apoyo del sector estatal han logrado crear la verdadera cultura del gas, con inversión y financiamiento propio, dando una alternativa viable para todos los puntos del país por donde el GNV no llegará por razones técnicas y económicas.
  2. El anuncio de establecerse medidas de desaliento a través de mecanismos tributarios, así como establecer mayores barreras a las conversiones a GLP y a los gasocentros resulta sumamente peligroso pues significaría regresar a las épocas de la poderosa intervención gubernamental que decidía en nuestro país quien era favorecido y quien no con una decisión burocrática, afectándose la libre competencia con medidas extra mercado finalmente antieconómicas y más inseguras y corruptas.
  3. Me resisto a creer que todavía se piense que puedan subsistir ordenadamente dos precios en el mercado para un mismo producto, es decir un GLP automotor más caro y otro doméstico más barato, pues de estos ejemplos nuestra historia económica esta llena de dolorosas enseñanzas. Recordemos sino el caso del Kerosene Doméstico (subsidiado), y el Kerosene Industrial a precio real y que nadie compraba. El mercado lo que haría sería volcarse a la compra de GLP envasado en balones domésticos para hacer el peligroso trasiego de manera incontrolable y con un mercado negro paralelo. Ejemplos cercanos en Bolivia y Ecuador en los que por venderse el GLP subsidiado se prohibe su uso automotor y se llenan las ciudades de bombas de tiempo para abastecer “al paso”.
  4. En todos los países del mundo, el GLP y el GNV conviven en el mercado, con sus diferentes nichos perfectamente establecidos para el uso doméstico y de los automovilistas y para el uso industrial. Apoyar y promover indiscriminadamente a uno de los dos combustibles es un grave error de apreciación. Buscar enfrentamientos entre ambos peor aún. Repetimos una vez más que nuestro país tiene la enorme ventaja de contar con GNV y GLP, cosa que no sucede en muchos mercados.
  5. Debe incrementarse la fiscalización del OSINERG para que impida el despacho en los gasocentros a vehículos con balones de nuestras cocinas, así como la inconveniente atribución de distribuidores comerciales dada a simples unidades de transporte que abastecen los gasocentros directamente desde las Plantas de Distribución sin mayores exigencias de seguridad.
  6. Si se trata de poner más trabas a la instalación de gasocentros, éstas existen ya y en demasía, las mismas que vuelven desalentador instalar un gasocentro con trámites que exceden los dos años para su concretización.
  7. Hay que tener sumo cuidado con los efectos que se esperan de un desincentivo al consumo interno del GLP. Si se lograra reducir la demanda, lo que se crearía más bien es un exceso de oferta no almacenable lo que haría necesaria la exportación. No vaya a ser que lo que anime el escenario político no sea la posibilidad no negada de importar sino la imposibilidad actual de exportar. Decir que ya no se exportará por el crecimiento del mercado interno es y debería ser siempre una buena noticia.
  8. Tenemos una grave carencia de información estadística oficial que permita conocer la real situación. La información no se da, o se da a medias o se sigue dando con carácter de extra oficial, con modificaciones permanentes y con escasa transparencia. Los inventarios de GLP (producto terminado), de Camisea, Aguaytía y EEPSA por ejemplo, no se publican en la Web del Ministerio de Energía y Minas. Igualmente no se calcula ni publica un balance volumétrico a nivel nacional, el mismo que debería darse mensualmente. Tampoco creo que se están considerando las compras de algunos grandes clientes industriales.
  9. El Ministerio de Energía y Minas publicó una Nota de Prensa el 2 de agosto indicando que había “efectuado coordinaciones para asegurar el incremento de la producción de GLP con el objeto de abastecer adecuadamente la demanda nacional” (sic). La posterior declaración de Pluspetrol (el mayor productor nacional de GLP), indicando que no era posible incrementar esta producción sino hasta abril del 2008 debe haber sido la que animó a nuestro Ministro a pensar en desalentar la demanda; y, entonces, ¿para que dijeron lo que dijeron?
  10. La Nota de Prensa antes citada crea más dudas en el mercado, en lugar de precisar como pretende. Considera ventas totales (no sabemos si incluyen las exportaciones), para compararlas con la producción nacional. Compara las cifras de ventas de todo un año (2005, 2004, etc.) con las del promedio enero/junio 2006. Este es un grave error estadístico pues debido a la alta estacionalidad del GLP, las ventas en el segundo semestre del año se incrementan 11.4% sobre las del primer semestre.
    De esta manera el Ministerio de Energía y Minas en su Nota de Prensa señala una producción de 24.6 MB/DC (y que no es estacional), y la compara con la venta del primer semestre anotando como valor de éstas 24.6 MB/DC para demostrar cierto excedente. Lo cierto es que por estacionalidad (sin crecimiento vegetativo), en el segundo semestre se venderían 25.5 MB/DC, superando ya, desde este año, la producción nacional, contrario a lo que pretende demostrar y llamándonos a mayor preocupación.
  11. Igualmente equivocado es presentar un cuadro de producción y ventas cuando lo que debe presentar es otro de oferta y demanda y que supere la coyuntura presentándolo por lo menos para los próximos cinco años. Y lo que finalmente cierra la Nota es para pensarlo seriamente. Se dice que las refinerías podrían “aumentar en algo” su producción de GLP. ¿Considera el Ministerio que cuando se procesa mensualmente el modelo matemático de refinerías hay incentivo para producir GLP con un precio interno artificialmente bajo frente a otros combustibles cotizados a paridad de importación?
  12. Gracias a la inversión privada el número de gasocentros se ha incrementado, repetimos, sin apoyo estatal, enormemente. Al mes de mayo se tenían ya 101, habiendo crecido 33% respecto a diciembre 2005. En el camino se tienen unos 85 más que están en espera de concluir sus trámites ante el OSINERG. Por su lado cerca de 30,000 vehículos se han convertido a GLP.

Finalmente, que mensaje estaríamos dando a nuestro país y al mundo en una errática política que debe fomentar la utilización de combustibles limpios y que por el contrario desalentaría por unos meses lo que después debería volver a incentivar. Además si se desincentiva para no importar miremos mejor al contaminante Diesel que no producimos. Por lo demás, la Gasolina 90 más que duplica el precio del GLP automotor y en ese escenario ¿en que tamaño de desincentivo están pensando?

Dios nos coja confesados.