lunes, 17 de abril de 2006

GLP PARA LOS MAS POBRES

EL GLP ha crecido en su importancia como combustible preferido para cocinar en nuestro país. Es así como de ser usado por el 46.1% de los hogares el año 2000 se alcanzó el 47.3% en abril el 2004 (INEI - Encuesta Nacional de Hogares Abril 2004). Pese a ello su utilización en el área rural se mantiene prácticamente constante. Pasó de 8.4% el 2000 a 8.7% en abril del 2004). Muchos factores explican (pero no justifican), esta pobre penetración.

Aún un número importante de amas de casa utiliza kerosene y biomasa para cocinar. En el área rural se consumió leña en un 76.1% de hogares el 2000 y se pasó a 75.5% en abril del 2004, prácticamente ninguna mejora pues la reducción del consumo de Kerosene de 9.2 puntos porcentuales en los mismos períodos no se trasladó al GLP manteniéndose un 28.8% de consumidores de otros combustibles diferentes y de peores resultados para la salud.

Por supuesto que esta exclusión del consumo de combustibles limpios tiene mucho que ver con el nivel de necesidades insatisfechas (pobreza). La Encuesta Nacional de Hogares del IV Trimestre del 2001 (INEI) indicó que no más del 5% (cinco por ciento), de los departamentos de pobreza generalizada del Perú consumen GLP y no creemos que se hayan registrado cambios significativos a la fecha. Esto porque no existe una política gubernamental destinada a encarar frontalmente la utilización de combustibles sucios en las cocinas de los más pobres.

Generalmente el tema del alto costo del GLP ha sido esgrimido sin mayor análisis como justificación para no enfrentar con seriedad una de las características más importantes que definen la pobreza de nuestros connacionales. Un pequeño esfuerzo, centrado principalmente en las zonas urbanas ha sido el desarrollado por el Ministerio de la Mujer a través del interesante programa Mi Cocina. Falta mucho más por hacer en este rubro como por ejemplo incorporar oficialmente una dotación de suministro de GLP para asignar a la población en situaciones de catástrofe natural donde otros combustibles han demostrado su inoperatividad.

Por el lado del costo hemos señalado anteriormente que indicar que el GLP es caro resulta un paradigma que debemos de insistir en su eliminación de la mente de nuestros políticos. En relación con el GLP, el Kerosene es 86% más caro (cuesta 83.78 mientras que el GLP cuesta 45.00 US$ por millón de BTU´s de energía útil). Si lo vemos en términos corrientes, de fácil lectura por los consumidores, un Litro de Kerosene cuesta en Lima 2.99 Nuevos Soles mientras que 1 Litro de GLP se vende a 1.78 Nuevos Soles (marzo 2006).

En lo que se refiere a las ventajas del GLP vamos a resumir las principales, descontado como está el hecho que económicamente es más barato.
  1. El Perú ha pasado a ser autosuficiente en GLP. Es más, cuenta con volúmenes excedentarios Esta es una ventaja contra países que subsidian el GLP a pesar de no contar con él en cantidad suficiente, incurriendo en elevados costos por este concepto.
  2. Las ventajas de la libre competencia en el mercado del GLP han permitido desarrollar una extensa red de distribución a nivel nacional cubierta por empresas de primer nivel que compiten en calidad, cantidad y servicio.
  3. Las características promotoras del Reglamento de Comercialización de GLP han impulsado a las envasadoras a invertir en stock de cilindros para GLP habiendo más que duplicado el stock del mercado en los últimos 10 años.
  4. El consumidor de GLP es ya un consumidor educado, que tiene conciencia de los riesgos del combustible y que conoce de sus ventajas. Desarrollar programas para que este conocimiento se traslade a los más pobres no debería ser nada difícil.
  5. Conozco de iniciativas importantes promovidas por el Ministerio de Salud con cooperación internacional (GTZ, COSUDE, etc.), en las que participé, que han aportado en el tema de cocinas mejoradas de leña que al incorporar chimeneas han mejorado la calidad de vida. Pienso sin embargo que el salto tiene y puede ser mayor. Para que pasar al kerosene después de esto, cuando se puede migrar directamente al GLP, sobretodo con comunidades que ya han aprendido las ventajas sobre la salud de una buena combustión.
  6. El Kerosene es más fácil de controlar y encender que la biomasa pero no es tan rápido como el GLP que incluso puede ser comprado y guardado en pequeñas cantidades. Existen en el mercado no sólo los tradicionales envases de 10 Kilogramos sino también de 5 y de 3 Kilogramos.
  7. El GLP cuenta con regulaciones de seguridad para su uso y transporte. Se almacena en envases de fierro y contiene odorantes para prevenir riesgos por fugas. El Kerosene es más riesgoso en su uso y almacenamiento, incluyendo los riesgos para los niños por envenenamiento, incendios y quemaduras.
  8. El tiempo destinado por las amas de casa o por los niños para aprovisionarse de biomasa puede ser valorizado como importante y su minimización puede por ejemplo incrementar las horas de estudio de los niños. En La India (2004), se reportó que las amas de casa dedican más de 14 horas a la semana para colectar biomasa.
  9. El tiempo de exposición del ama de casa y de los niños a su cuidado dentro de casas de una sola habitación, sin chimeneas ni ventilación es muchísimo mayor con biomasa que con el GLP. En países donde se han introducido cocinas con GLP las mujeres han reportado decrementos en el tiempo para preparar sus alimentos.
  10. El Kerosene toma más tiempo para la limpieza de las cocinas que el GLP.
  11. La menor demanda de combustibles de biomasa genera una menor presión contra el eco sistema pudiendo reducir la deforestación.
  12. El GLP produce en su consumo, mucho menos polución que cualquier otro combustible doméstico en todas las clases de contaminantes. Los niveles de contaminación del Kerosene son menores que la biomasa pero no tan bajos como los del GLP.

Las políticas que deben implementarse en nuestro país para mejorar la calidad de vida de las amas de casa más pobres resultan urgentes y no puede seguirse dejando de lado. Los beneficios en mejores condiciones de salud como son la erradicación de enfermedades respiratorias en los niños, enfermedades de obstrucción de pulmón en las mujeres adultas y el cáncer al pulmón tienen un costo elevado y es un pago injusto hecho por los más pobres que no consumen GLP. En este esfuerzo estamos seguros que la orientación y promoción gubernamental encontrará apoyo en la iniciativa privada siempre que se desarrollen políticas inteligentes que mantengan la estabilidad jurídica y se respeten las inversiones ejecutadas para el desarrollo del mercado.