lunes, 19 de diciembre de 2005

PARA LLORAR LA BAMBA

Economista César Bedón Rocha
19 de diciembre del 2005

“Reporte del Control de Calidad de Combustibles” – Resultados del Control de Calidad 2004 es el nombre del documento publicado en la Web del OSINERG (www.osinerg.gob.pe), y que revisé esta semana.


Desde hace tiempo esperaba encontrar un documento que me muestre en forma comentada la efectividad o no del trabajo de control de calidad de los combustibles desarrollado por el organismo regulador. Sabemos que existe todo un sistema de control a cargo de empresas supervisoras acreditadas pero nada de sus resultados. Si revisa por ejemplo, el reporte de avance de control de calidad al 1er Trimestre del 2005 observará que sólo nos presentan una relación de 108 Grifos y Estaciones de Servicio en el Perú que “han aprobado el control”, lo cual no dice nada pues no sabemos cuantos no han aprobado y quienes son.

Pero la costumbre o la recomendación legal que aplica el regulador es la de callar sobre las banderas o razones sociales infractoras. Sin embargo, no es así como se rompe la asimetría informativa, con la detección de la infracción y el inicio de un proceso administrativo sancionador sobre el que poco conocemos. La mejor sanción que se puede aplicar es la que el propio mercado con su preferencia dictamine. La otra sanción, la económica sólo engorda los fondos y no retorna al consumidor.

Usted y yo, usuarios de combustibles deseamos conocer si, por ejemplo, la gasolina que adquirimos en las Estaciones de Servicio “formales” reúnen las condiciones mínimas de calidad (octanaje, contenido de Plomo, presión de vapor, presencia de Azufre, adulteración con solvente, etc.). O ahora que lo publicita Petroperú, si es cierto que sus gasolinas se evaporan hasta 30% menos que las de su “competencia”.

En el caso del Diesel 2 nos interesa conocer si se cumple con la comercialización de un combustible de calidad Premium con un Indice Cetano superior a 45 (o de 50 como publicitan), de bajo contenido de Azufre y sin adulteración con Kerosene.

Deseamos conocer también cual es el desempeño de la Estación de Servicios en la que acostumbramos abastecernos y conocer si ha sido evaluada por el OSINERG y cuantas veces al año.

Para suerte de los consumidores peruanos, el aporte económico que efectúa la industria de hidrocarburos al OSINERG para fortalecer su organización es más que suficiente para el cumplimiento de su labor. O sea que, recursos económicos no le faltan y eso ya es bastante.

El Reporte que comentamos indica que se han supervisado muestras de 2,132 Grifos y Estaciones de Servicio del Perú. Si suponemos que no existen puntos repetidos durante el año, veremos que el 66.2% de los puntos de venta han sido visitados. Y ese es un buen ratio.

Los resultados generales presentados señalan un 5% de adulteración de Gasolinas y Diesel 2 a nivel nacional. ¿Sabe cuanto significa eso? Una bamba (adjetivo coloquial peruano por falso, adulterado), de 65 millones de galones al año.
La revisión del cuadro de muestras con adulteración para el Diesel 2 es dramática; el 40% de las muestras tomadas en Pasco (a pesar que existe en esa localidad una Planta de Ventas de Petroperú entregada en concesión), y en Lima (con una gran concentración de las actividades de control), el 18%.

En lo referente a gasolinas se llega a porcentajes de 29% de adulteración en la Gasolina 84 comercializada en Huancavelica, 18% de adulteración en la Gasolina 90 de Pasco (nuevamente Pasco), el 12% de la Gasolina 95 de Piura (al costadito de la refinería talara) y el 3% de adulteración de la Gasolina 97 en Lima.

En el resumen departamental, Pasco bate record con el 15% de sus combustibles adulterados seguido de cerca por Huancavelica con 13% y Ucayali con otro 13%. Dramática paradoja la de combinar extrema pobreza con extrema bamba y para agudizar la situación, mayor contaminación por combustión ineficiente.

El Reporte justifica la intervención del Estado para solucionar fallas de mercado como la asimetría de información pero insisto en que ésta no se supera con la sanción económica que en muchos casos es menor al beneficio ilícito obtenido y el daño ambiental ocasionado. Peor aún, los consumidores siguen desconociendo la conducta infractora y probablemente continúan comprando combustible en el mismo establecimiento, promocionado además por el regulador por cuanto si ingresa al programa FACILITO encontrará a ese mismo infractor (que él desconoce), destacando por sus bajos precios.
Si usted ingresa al FACILITO de OSINERG para revisar precios (y supuestamente decidir la compra), en el Distrito de Los Olivos encontrará, por ejemplo precios de Diesel 2 entre 9.94 y 10.59 Nuevos Soles por Galón. Caso similar en san Martín de Porres con precios entre 9.94 y 10.54. Sin embargo, el precio ex Planta de Petroperú en el Callao es precisamente de 9.94 ¿Cómo hace un establecimiento para vender al mismo precio de lista del productor y ni siquiera cobrar el flete hasta el punto de ventas?

Señala el reporte que una de las alternativas para reducir la adulteración es aumentando el costo de las mezclas. Y de esa manera ha actuado el Estado encareciendo el precio del Kerosene a raíz de su utilización como adulterante del Diesel 2; incrementó el Impuesto Selectivo al Consumo desde un equivalente al 13.9% del precio del productor en julio del 2001 hasta el 65.6% en agosto del 2003 y de paso obligó a las familias pobres a volver a la leña por el encarecimiento del producto, sin aplicar estos mayores recursos a programas de promoción de la salud y de conversión a combustibles limpios. Mucho menos se observó alguna orientación social del regulador para retribuir con las multas que de seguro ha podido cobrar. Como vemos el remedio es más caro que la enfermedad.

En lo referente al conocimiento del monto de las sanciones impuestas, los cierres de establecimiento que se hayan implementado, las suspensiones temporales o definitivas tampoco nos dicen nada aunque indican que han sido establecidas.

El Reporte confirma que en las zonas donde el nivel económico social es mayor (y los precios también), la adulteración es menor. Por el contrario, los principales problemas en Lima, por ejemplo, se presentan en la zona este donde el 29% de las muestras de Diesel 2 y el 15% de las muestras de Gasolina 90 indican adulteración. Sería bueno que el reporte se complemente con un cruce de precios para confirmar la tesis que precios demasiado bajos significan mayor adulteración y mínima garantía para el consumidor.

Un cuadro que merece mayor comentario es el que se refiere a los intervalos de adulteración en octanaje de las gasolinas. Se llega a reportar casos de menores octanajes de entre 16 y 32 octanos para la gasolina 84 con lo que estarían comercializando gasolinas de entre 68 y 52 octanos, mientras que Petroperú indica en su Web que su calidad típica es 84.3. ¿Se ha investigado la venta de solventes para que se confirme que es sólo de uso industrial?. Además estos tienen alto precio y alto octanaje ¿Con qué entonces se adultera?

Y en todos estos casos no se trata sólo de adulteración, daño ecológico, engaño al consumidor y el incumplimiento de la incorporación de los marcadores sino también de menor recaudación tributaria, de una cadena de coimas y de vista gorda.

En resumen, un documento esperado, con análisis que superan la simplicidad de una lista de los que cumplen, con mejor estructura para análisis pero que nos deja siempre la sensación de un Reporte Light, que no hace olas y no pisa callos y sólo para uso del regulador, dueño ahora de la información que no llega a retransmitir con todo lo que puede.
Es necesario presentar un resumen de las modalidades de adulteración encontradas en el almacenamiento, el transporte y el expendio final y una guía para el usuario que lo ayude a detectar la adulteración y denunciarla, un programa de incentivos económicos para la denuncia con garantía de anonimato y el cruce de información con la SUNAT y los municipios para el retiro de las licencias se hacen muy necesarios.

Creo que señalar las banderas más infractoras, los más descarados en la adulteración, los otros indicadores de calidad que no sean sólo el flash point del Diesel (que dice poco o nada), la lista de los infractores y las sanciones aplicadas y su cumplimiento es urgente y más que necesario para que sea el mismo mercado el que sancione a los establecimientos especuladores, además de servir de elemento de transparencia que elimine los siempre posibles abusos de los fiscalizadores.

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