lunes, 26 de septiembre de 2005

GLP A LA BOLIVIANA

Escrito por César A. Bedon Rocha
Monday, 26 September 2005


En el debate que se viene desarrollando en nuestro país sobre los precios del GLP, no falta y con reiteración poco técnica la referencia al precio de este importante hidrocarburo en Bolivia, con el argumento que cuesta muchísimo menos que en el Perú. A la aclaración que se alcanza, de que recibe un subsidio estatal, algunos afirman que en nuestro país también el GLP recibe subsidios y llegan a declarar que éstos corresponden a la aplicación de un arancel de importación cero (si es que se importa), o a un Impuesto Selectivo al Consumo de la misma forma equivalente a cero.

Técnicamente hablando el GLP no recibe un subsidio del Estado en el Perú. Una definición general indica que el subsidio es una ayuda económica que se concede de manera oficial a una persona o entidad. Incluso si avalamos, para el caso del GLP, la definición de la EIA (Energy Information Administration), el subsidio es la transferencia de un recurso económico del gobierno al comprador o vendedor de un bien o servicio que tiene el efecto de reducir el precio pagado, incrementar el precio recibido o reducir el costo de producción de un bien. En ningún caso hasta el momento se viene dando esta transferencia económica, aunque el símil del Fondo de Compensación en caso se determine finalmente una compensación a los productores (lo más probable), sí sería en su momento un subsidio.

Es bueno sin embargo, revisar algunos antecedentes de la actual situación de subsidio al GLP (que sí se da en el mercado boliviano), para determinar a la luz de la experiencia no ya sólo peruana sino ahora boliviana, si esa es una situación que deberíamos imitar como al parecer nos recomiendan algunos técnicos y políticos.

Recordemos que entre 1993 y 1997 se produjo en Bolivia la reestructuración de su sistema energético (electricidad e hidrocarburos). Los cambios obedecían al convencimiento de la necesidad de encontrar una adecuación a la realidad económica, promoviendo la participación del sector privado y la desregulación para aumentar la eficiencia y competitividad entre los actores. El Estado promulgó la Ley de Capitalización que permitía el ingreso de capitales privados en las empresas estatales generando sociedades anónimas mixtas. El Estado se retiró de las actividades operativas y se concentró en las funciones de promotor, fiscalizador, normador y regulador.

Los precios de los hidrocarburos dejaron de fijarse en función al apetito fiscal, sino que por el contrario se relacionaron con los precios internacionales (Costa del Golfo), y se indexaron con el Dólar. El año 1997 se iniciaron una serie consecutiva de bajas en los precios internacionales permitiendo que estas reducciones se trasladaran con satisfacción al consumidor. El precio internacional del Propano bajó de 234 US$/TM de 1996 a 176 US$/TM el año 1999.

Sin embargo las dramáticas elevaciones de precios del año 2000 generaron un terrible caos e incertidumbre. El precio internacional del Propano se incrementó hasta los 299 US$/TM (un aumento de 70% en un año). Es por eso que en julio del 2000 se firmó en Bolivia un acuerdo con los productores (similar a nuestro Fondo de Compensación), rompiéndose de esta manera lo establecido por el modelo de indexación de precios, de forma que los precios se congelaron, generándose una cuenta corriente que a junio del 2001 registraba ya un saldo a favor de los productores de 24 millones de US$, ampliando aún más el déficit fiscal.

Los acontecimientos que todos conocemos y que se recuerdan como “la guerra del gas” o “el garrafazo”, fueron una terrible convulsión y protesta por la eliminación del subsidio al GLP promovida por el Presidente Carlos Meza. En mayo del 2004 el D.S. 24914 indicaba que los precios de los productos regulados en Bolivia deberían reflejar la variación de los precios internacionales cada vez que varíen en 5% con excepción de la Gasolina Especial y el Diesel que se modificarían ante variaciones de 25% (D.S. 27500), no afectando mayormente en consecuencia los precios internos por cuanto además se considera el promedio aritmético de los últimos 365 días

Se estableció que el precio del GLP se calcularía según precios de referencia considerando una valorización de 50% Propano y 50% Butano para el precio spot en Mont Belvieu (MB). Sin embargo, la dura realidad y el alza incesante de los precios internacionales, obligaron a que los precios de referencia del GLP correspondieran a MB pero con un descuento (en ese momento por118 US$/TM), para mantenerlos congelados.

El referéndum de julio del 2004 y la promulgación en mayo del presente año de una nueva Ley de Hidrocarburos que derogó la Ley vigente desde 1996, fueron el resultado de la revuelta y asonada. La nueva Ley refundó YPFB (Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Bolivia), recuperando la propiedad estatal en las empresas privatizadas. Adicionalmente la nueva Ley (Art. 89º), estableció que el precio del GLP en el mercado interno sería regulado en un máximo en moneda nacional con parámetros de actualización con el precio de Paridad de Exportación. En la actualidad al precio de referencia se le descuentan 341 US$/TM congelándolo en 200 US$/TM descontando 341 US$/TM el precio internacional MB.

Como hemos visto el precio de referencia para las refinerías es artificialmente fijado por debajo del precio internacional y a éste se le descuenta además el subsidio a las plantas envasadoras equivalente a 110 US$/TM (275 US$/TM a la producción de refinerías que es el 21% de la producción total y 66 US$/TM al 79% proveniente del Gas Natural). El subsidio pagado a las envasadoras asciende a 36.4 MMUS$ anuales. Anteriormente los subsidios eran aplicados en forma cruzada por la empresa estatal. Su forma de cálculo era de lo más enrevesada. Con posterioridad a la privatización, el subsidio se entrega mediante Notas de Crédito Fiscal por unidad comercializada.

Sin embargo debe anotarse que el margen de comercialización, tan satanizado en nuestro país, equivale en Bolivia a un 60% del precio final al público (5.53 Nuevos Soles por envase de 10 Kgs), incorporando márgenes de transporte por poliductos, márgenes de almacenaje y márgenes mayorista y minorista.

Pero, el precio tan bajo del GLP en el hermano país de Bolivia es un problema sumamente serio porque propicia el contrabando hacia Chile, Perú y Brasil, incrementa el déficit fiscal y genera su uso como combustible automotor en forma clandestina e insegura reduciendo la recaudación de los impuestos a la Gasolina.

Cada vez hay menos GLP para las amas de casa pues la mayor parte se desvía al contrabando.
Se ha retrasado seriamente, por el bajo precio del GLP, la penetración del Gas Natural en los lugares más pobres. De las 35 plantas envasadoras existentes, 26 son de YPFB y se ha generado que el GLP no llegue a las zonas rurales en donde prima la complicada venta estatal, sin incentivos para la empresa privada que atiende mayormente en la capital.

La escasez del GLP, ya sea por la huelga de los trabajadores de la empresa estatal o por ineficiencias del servicio, es notoria, presentándose largas colas y reclamos sociales mediante bloqueo de vías con balones. Las autoridades de Hidrocarburos deben hacer distribución oficial de balones en las localidades con cada vez mayores demandas insatisfechas propiciándose como consecuencia un mercado negro y pingues ganancias para inescrupulosos que desvían sus cuotas al contrabando.

¿Es esto lo que queremos para nuestro país cuando cotejamos nuestros precios?

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