Mientras en el resto de países del
mundo que de una u otra manera subsidian los precios del GLP se presentan
manifestaciones de júbilo por la baja del precio del Gas Licuado de Petróleo (GLP),
en el nuestro sucede todo lo contrario pues el consumidor no ve reflejado en el
precio del balón ninguna baja.
Demás están los comentarios
internacionales sobre la baja del crudo, las gasolinas y el GLP y muchos se
animan a criticar a las estaciones de servicio, creyendo que éstas son las
principales responsables que estos menores precios no se trasladen al público.
Esto sucede porque en nuestro
querido Perú la angurria y miopía estatal más bien han empezado en el caso del
GLP a aplicar recargos en el precio, llamados eufemísticamente “Factor de
Aportación” que en otras palabras pretende devolverle al Fisco lo que éste se
ha comprometido a pagar como subsidios (Factor de Compensación) a los
productores de tan importante combustible.
Los peruanos reconocemos como
precio de venta de los productores de GLP al mercado interno la paridad de
exportación, es decir un cálculo teórico sobre lo que recibe o recibiría un
exportador de GLP peruano y en esas condiciones la baja es de 8.30 Nuevos Soles
por cada 10 Kgs sin IGV en las últimas 54 semanas. Traducido en lo que hubiera
sido una baja en el precio al consumidor, se alcanzarían los 9.79 Nuevos Soles.
Es decir que, si en nuestro país no existiera el Fondo de Estabilización de
Precios creado y mantenido mediante sucesivos y anticonstitucionales decretos
de Urgencia por más de 8 años y se aplicara la oferta y demanda, el balón de
GLP costaría hoy casi 10 Nuevos Soles menos que hace un año. Esto, por supuesto
que hubiera permitido un ambiente menos conflictivo que el que se observa en la
actualidad.
Hoy el gobierno ha dejado de
subsidiar el GLP para uso envasado pero, absurdamente ha implementado un
recargo en la venta a granel, que para la presente semana es de 0.06 S/Kg antes
de IGV, encareciendo el uso automotor y dejando la puerta abierta para el
mercado negro que estará tetado a comprar para uso doméstico y venderá a granel
valiéndose de mil artimañas, en un arca abierta en que hasta el justo pecará
pues no hay forma de controlar y en el cual se pueden estar filtrando varias
Toneladas. Posteriormente, cuando se quiera investigar sobre este tema no
estarán exentos de responsabilidades los funcionarios que señalaron al gobierno
que no habría ningún problema de control, en clara señal de autosuficiencia
ajena a la realidad del mercado.
Todo hace suponer que este
recargo en el precio del GLP seguirá incrementándose en la medida que el precio
internacional continúe a la baja y ojalá ¡Que Dios no lo quiera! y no se les
ocurra a nuestros funcionarios públicos empezar a aplicar aportaciones a la
venta para envasado, que ya bastante tenemos con el impuesto para el FISE
próximo a implementarse y que significará un incremento de 0.38 Nuevos Soles
por balón de 10 Kgs. Ejemplos a seguir hay muchos, basta señalar el caso de
República Dominicana en que además de la baja del precio se sigue manteniendo
sin alteración el subsidio.
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