Los aportes a que hacemos
referencia no son poca cosa y afectan al precio final con que los combustibles
son comercializados a los gasocentros, estaciones de servicio y plantas
envasadoras y que finalmente son extraídos de nuestros bolsillos.
Este es un contrasentido, sobre
todo en el caso del GLP en el que se ha anunciado se está próximo a publicar el
reglamento de la ley del Fondo de Inclusión Social Energético (FISE) que
permitirá subsidiar el consumo de los sectores más vulnerables de la población
(pobreza extrema), mientras que por otro lado actualmente se recarga el precio
del balón de 10 Kgs de GLP con 0.59 PEN, impidiendo su baja al consumidor final.
Esto por supuesto que no implica una elevación del precio a las envasadoras
pero impide el traslado de las bajas de precio del mercado internacional al
consumidor. Ah y si se trata de ventas de GLP a granel, Dios sabe con qué
mecanismos de control, el aporte es mucho mayor llegando a ser casi el triple
del aporte por ventas a envasadoras.
¿Y en las gasolinas? Gracias a este
absurdo sistema en que las gasolinas 90 y 84 aportan al Fondo (precio regulado)
y las de alto octanaje (95, 97 y 98), no lo hacen, se presenta el caso que en 12
estaciones de servicio de Lima la gasolina 98 cuesta entre 15.85 y 16.99
PEN/Gln, mientras que en otras 3 estaciones de servicio la de 90 octanos tiene
el mismo rango de precios; la lógica consecuencia de esto es que se produzca un
traslado de la demanda hacia las gasolinas de alto octanaje por el escaso o nulo
diferencial con la de 90 octanos, o en algunos casos, la gasolina 90 resulte más
cara que la de 98 octanos, incrementándose de esta manera la importación de
gasolinas de alto octanaje.
¿Por qué sucede esto? Por que
como ven en el cuadro adjunto la de 98 no paga aportes al Fondo y se regula por
oferta y demanda, mientras que la de 90 octanos, de precio regulado aporta con
un impacto de 1.44 PEN/Gln.
Finalmente, el combustible de
mayor consumo en el Perú, el Diesel, en lo básico utilizado por el transporte
terrestre de carga y pasajeros, se le obliga a aportar al Fondo con un impacto
al público de entre 1.04 y 1.14 (según el nivel de azufre) PEN/Gln.
Nada más absurdo como la
situación antes descrita; pero así es como suceden las cosas en nuestro país; con
precios fijados en el escritorio para los combustibles de consumo popular,
superponiéndose al mercado y con afán recaudatorio. Nada más desatinado como
dejar pasar esta oportunidad para que, una vez eliminados todos los subsidios,
se vuelva a implementar el libre juego de oferta y demanda al que tanto temen
nuestros funcionarios públicos.
1 comentario:
Hola Cesar,
espero puedas leer mi comentario.
Mi nombre es edwin zarco, sociologo y master en economia, Me han dado la tarea de escribir un articulo sobre:
1. Subsidios en combustibles fósiles: propuestas y justificación para su desacoplamiento y eliminación en el Perú
El articulo es parte de un Papper sobre Medio Ambiente en el Perú para La Red Liberal para América Latina - RELIAL
Estoy buscando información sobre el punto que te indico. Tu crees que pueda ponerme en contacto contigo via e-mail, seria una gran oportunidad.
Muchas Gracias
edwinzarconieva@yahoo.es
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