Recientemente, el Directorio Transitorio de Petroperú hizo público un comunicado clave: la aprobación del Plan de Reestructuración propuesto por la consultora Arthur D. Little / Columbus (ADL/C), junto con medidas urgentes para garantizar la austeridad, disciplina y calidad del gasto y de ingresos de personal. Este plan responde al Decreto de Urgencia (D.U.) N°004-2024, vigente hasta el 31 de diciembre 2024, y toma en cuenta el detallado informe presentado por ADL/C sobre la situación financiera y operativa de la empresa estatal.
El documento del Directorio
Transitorio se destaca por su enfoque crítico y detallado, reconociendo
abiertamente los problemas estructurales que enfrenta Petroperú. Sin embargo,
también peca en cuanto a su dependencia continua
del apoyo estatal y la falta de soluciones concretas para desafíos específicos,
como el caso de la postergación de la operación completa de la refinería de Talara.
Una de las medidas más
destacadas mencionadas en el comunicado es la propuesta de adoptar una gestión
privada como vía hacia la autosostenibilidad financiera de Petroperú. Aunque se
enfatiza la necesidad de autonomía en la gestión, el comunicado carece de
detalles específicos sobre cómo se llevaría a cabo esta transición y los pasos
concretos que se seguirían para alcanzar la autosostenibilidad financiera a
largo plazo.
La idea de gestionar empresas
estatales mediante modelos mixtos que incluyen participación privada no es
nueva, pero sigue siendo un tema controvertido y poco común en el mundo,
especialmente en el sector de los hidrocarburos. Sin embargo, existen ejemplos
internacionales notables que muestran cómo este tipo de modelos pueden operar
con éxito, equilibrando intereses estatales con la eficiencia del sector
privado.
Ejemplos Internacionales:
Equinor (Noruega):
Anteriormente conocida como Statoil, Equinor es una empresa estatal noruega de
petróleo que se ha destacado por su modelo parcialmente privatizado.
Actualmente, el Estado noruego posee el 67% de las acciones, mientras que el
33% restante está en manos de inversores institucionales y del público en general.
Esta estructura permite a Equinor operar bajo principios de buen gobierno
corporativo, transparencia y responsabilidad social, a la vez que asegura la
participación del sector privado en la gestión y operación de la compañía. En
el año 2023, Equinor reportó utilidades de
36 mil millones de dólares, lo que refleja su capacidad para mantener
una posición competitiva en la plataforma continental noruega y a nivel global.
Petrobras (Brasil):
Aunque Petrobras sigue siendo mayoritariamente propiedad del gobierno brasileño,
una parte significativa de su propiedad, aproximadamente el 34.8%, está en
manos de instituciones privadas y del público en general. Entre los inversores
se encuentran entidades como fondos de pensiones y gestores de activos. Esta
combinación de propiedad estatal con participación privada ha permitido a
Petrobras mantener su posición como una entidad estratégica para el desarrollo
nacional de Brasil, mientras opera de manera eficiente en el mercado global del
petróleo y gas. La empresa ha demostrado cómo la gestión mixta puede contribuir
a su competitividad y sostenibilidad a largo plazo.
Eni (Italia):
Fundada en 1953, Eni es una compañía multinacional italiana de energía que
opera en los sectores de petróleo y gas en más de 60 países. Eni es
parcialmente propiedad del gobierno italiano, que posee aproximadamente el
30.10% de las acciones a través de entidades como el Ministerio de Economía y
Finanzas y la Cassa Depositi e Prestiti (CDP). El resto de las acciones se
encuentran en manos de inversores institucionales y minoristas, lo que facilita
una gestión equilibrada entre los intereses estatales y las exigencias del
mercado global. Eni cotiza en las bolsas de Milán y Nueva York, sometiéndose a
estrictas regulaciones y supervisión tanto a nivel nacional como internacional.
La estructura de propiedad y la gestión profesionalizada de Eni han contribuido
a su crecimiento como una de las principales empresas energéticas a nivel
mundial.
Estos ejemplos ilustran cómo
la combinación de propiedad estatal con la gestión privada puede ser efectiva
para mejorar la eficiencia, la transparencia y la competitividad de las
empresas estatales en el sector de hidrocarburos. Si bien cada modelo tiene sus
particularidades y desafíos, todos comparten el objetivo común de equilibrar
los intereses públicos con las exigencias del mercado global.
En el caso específico de
Petroperú, la propuesta de adoptar una gestión privada podría significar un
cambio significativo en su operativa actual. Sin embargo, es crucial que
cualquier transición hacia un modelo mixto considere cuidadosamente los riesgos
y beneficios involucrados, así como los mecanismos necesarios para garantizar
la continuidad operativa y el cumplimiento de objetivos estratégicos a largo
plazo.
Conclusiones y Reflexiones
Finales:
La gestión privada de
empresas estatales en el sector de hidrocarburos representa un desafío y una
oportunidad para Petroperú. Si bien modelos como los de Equinor, Petrobras y
Eni han demostrado su viabilidad en contextos diferentes, es fundamental señalar
que todos estos modelos incorporan necesariamente la transferencia de capital estatal
al sector privado, sobre lo que no se ha puesto énfasis.
El camino hacia una gestión
más eficiente y autosostenible para Petroperú requiere no solo de decisiones
estratégicas bien fundamentadas, sino también de un compromiso claro con la
transparencia, el buen gobierno corporativo y la responsabilidad social.
En resumen, la propuesta de
adoptar una gestión privada en Petroperú plantea un debate importante sobre el
futuro del sector de hidrocarburos en el país. La experiencia internacional
muestra que, aunque complejo, este modelo puede ser una opción viable para
fortalecer la posición competitiva de la empresa estatal y contribuir al
desarrollo sostenible de la industria energética peruana.
Fuentes: Equinor, World Oil, Simply Wall St., Eni, an integrated energy company
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