domingo, 19 de abril de 2015

Acerca de la mala calidad de las gasolinas peruanas

El Decreto Supremo N°009-2012-MINAM publicado en el diario oficial el 18-12-2012 modificó los límites máximos permisibles de emisiones contaminantes para vehículos automotores que circulan en la red vial peruana. La referida norma considera “…que la gestión ambiental tiene como objetivos prioritarios prevenir, vigilar y evitar la degradación ambiental…”. Considera además que “…en el proceso de revisión de los parámetros de contaminación ambiental se aplica el principio de gradualidad, permitiendo ajustes progresivos a dichos niveles para las actividades en curso…”

En virtud de dichos objetivos y de la gradualidad se estableció que a partir del 01/01/2016 empiecen a regir disminuciones en los efectos contaminantes de los combustibles comercializados en el país. Así, por ejemplo, para los vehículos de pasajeros con peso vehicular menor o igual a 2,500 Kgs y con menos de 6 asientos (es decir la gran mayoría), la norma técnica aplicada pasa de la Euro III a la Euro IV [1] como mínimo. Vale señalar que la norma Euro IV que deberá aplicarse en el Perú desde el 2016, fue aprobada el año 2005, es decir desde hace 10 años en Europa y viene siendo reemplazada desde el 2008/2009 por la Euro V. Esto significa que nuestro legislador ambiental (El Ministerio del Ambiente) fue excesivamente contemplativo cuando el año 2012 fijo para el Perú recién para el 2016 una norma Euro que ya había sido superada en Europa; esto, supongo por el principio de gradualidad, pero principalmente por la influencia de los productores locales.


En mi post del 29-11-2014 [2] señalé que el último World Fuel Charter (5ª Edición, Septiembre 2013), había introducido la categoría 5 para mercados con avanzadas exigencias de control de emisiones y ahorro de combustible, dentro de los cuales aún no nos encontramos en el Perú y que estas exigencias, por ejemplo, elevan el mínimo de octanaje de las gasolinas a 95 RON eliminando el octano 91 e igualmente mantienen como máxima tolerancia la presencia de hasta 5 ppm (mg/Kg) de Azufre. Mientras tanto nuestra obsoleta Norma Técnica Peruana [3] señala el doble como límite máximo de azufre en las gasolinas.

Por supuesto que las normas Euro son harto conocidas por las refinerías que operan en el Perú las que han tenido suficiente tiempo para modernizarse y lograr la reducción de contaminantes en sus combustibles o, en caso de no poder fabricarlos, realizar o permitir la importación de gasolinas de superior calidad.

Esta reducción favorable para el medio ambiente, qué duda cabe, en los casos de vehículos con encendido por chispa (bujía) obliga a disminuir el monóxido de carbono (CO), de 2.30 a 1.00 g/Km, los hidrocarburos de 0.20 a 0.10 g/Km y los óxidos de nitrógeno de 0.15 a 0.08 g/Km; de tratarse de vehículos a compresión la reducción del CO lleva de 0.64 a 0.50 g/Km, los hidrocarburos más óxidos nitrosos de 0.56 a 0.30 g/Km, el óxido nitroso de 0.50 a 0.25 g/Km y el material particulado de 0.05 a 0.025 g/Km. Tengamos en cuenta que estas exigencias se miden en el rendimiento real del vehículo en carretera en términos de kilometraje recorrido y no tanto en los valores de los laboratorios de refinerías.

Todo esto a raíz de lo que considero la noticia de la semana por la que la Asociación Automotriz del Perú informó [4] Se requiere con urgencia que los ministros de Transportes, Energía y Minas y del Ambiente hablen el mismo idioma. De lo contrario, los fabricantes de vehículos no podrán enviar [al Perú] los que cumplan la norma Euro IV porque nuestros combustibles les crearían graves problemas y tampoco podrían enviar los vehículos que cumplan con Euro III porque ya no podrían ingresar al estar vigente la norma Euro IV”. Esta declaración no ha tenido mayor rebote informativo, a pesar de la gravedad de la misma y que ya anteriormente  la Asociación de Representantes Automotrices del Perú (ARAPER) en su documento “Normas de Emisiones Vehiculares y Calidad de los Combustibles en el Perú[5] del 15-01-2014 había declarado que “… La tecnología vehicular, exigida por nuestro país, no es adecuadamente aprovechada debido a la mala calidad de las gasolinas, no alcanzándose las reducciones de emisiones previstas, con el consiguiente efecto negativo a la salud y al medio ambiente”.

Busque en la Web de nuestra empresa estatal, Petroperú, y no encontré ningún comentario sobre este problema. Busqué igualmente en la pestaña del proyecto de Modernización de la Refinería Talara y encuentro como supuesto beneficio del mismo que [6] Disminuirá el contenido de azufre en los combustibles. Producirá y comercializará combustibles con bajo contenido de azufre (50 partes por millón)” mientras que la Euro 4 como hemos visto exige la décima parte, 5 ppm de azufre; es decir que ni con la millonaria inversión en el proyecto habrá solución para este problema, por desgracia. Advierto igualmente que si se prorroga la obligación hasta el año 2017, sería esta acción un ejemplo más que los plazos se pueden alargar y alargar o pasarle el problema al próximo gobierno.

 






[1] La Norma Euro es una norma europea sobre emisiones con una serie requisitos técnicos que regulan los límites aceptables para las emisiones de gases de combustión de los vehículos nuevos vendidos en los Estados Miembros de la Unión Europea. Estas normas son cada vez más rígidas en defensa del medio ambiente
[2] “A propósito de la COP20: Publicidad de gasolinas” http://cbedonrocha.blogspot.com/2014_11_01_archive.html
[3] La NTP 321.102.2002 Gasolina uso Motor redujo a 1,000 ppm el contenido de azufre; pero es solamente referencial debido a la interpretación dada por el MINEM a la norma indicada en el punto anterior (ARAPER) 

1 comentario:

Ing. CIP. Ricardo Bisso F dijo...

En efecto, las gasolinas que se comercializan en el Perú no responden a un control de contenido de azufre como en el caso del diesel que exige por norma que sea menor igual a 50 ppm de azufre. Los nivele de azufre en las gasolinas en el Perú van desde 180 a nivles de 400 o 500 ppm, según el grado de octanaje y productor. Pero como la opinión pública está idiotizada por una TV y prensa que gana dinero con rating de programas basura, no se alinean como deberían a informar mas a la gente. Presenté un proyecto de ley a un colega allegado al Congreso para ver que se puede hacer en esta materia.