He leído con interés el editorial del diario oficial El Peruano del 16/02/2025, que destaca los logros iniciales del Programa BonoGas aplicado en instalaciones hospitalarias.
Aunque no
soy muy partidario de calificar como "estratégica" cualquier
inversión o gasto, debo reconocer que, en nuestro país, este tipo de acciones
cumple con los criterios necesarios para merecer dicha denominación.
En
efecto, el Programa BonoGas logra un impacto favorable en el desarrollo social,
económico y energético del Perú, entre otros aspectos, por las siguientes
razones:
- Alineación con objetivos
nacionales:
Se ajusta a la política de masificación del gas natural, impulsada por el Fondo de Inclusión Social Energético (FISE)[1] y administrada por el Ministerio de Energía y Minas. - Impacto económico y social:
Genera una mayor demanda de gas natural y de servicios relacionados, así como empleo en la instalación, operación y mantenimiento de las conexiones domiciliarias e institucionales. - Acceso a energía moderna y
sostenible:
Fortalece el acceso a fuentes de energía más limpias y eficientes, reduciendo el uso de combustibles más contaminantes, como el GLP, Diésel y Petróleo Industrial (Residual). - Contribución a la transición
energética:
Aporta al cumplimiento de los compromisos ambientales internacionales asumidos por el Perú, fomentando el uso de una fuente de energía menos contaminante. - Optimización del gasto
hospitalario:
Reduce el gasto destinado a combustibles en hospitales[2], lo que permitiría “liberar recursos que podrían redirigirse hacia la mejora de servicios médicos, la adquisición de equipamiento o la ampliación de la capacidad de atención”, tal como lo señala el diario oficial y que dudo se llegue a dar tal redireccionamiento - Resultados tangibles:
Entre los logros destacados, el Programa BonoGas ha facilitado más de 1 millón de conexiones domiciliarias y ha extendido su cobertura hacia las MYPE y diversas instituciones sociales, como comedores populares, hospitales y albergues, logros que deberían ser más ampliamente difundidos.
Críticas y Desafíos Pendientes
Pese a
estos avances, el Programa BonoGas ha recibido críticas que es importante
atender:
- Escasa difusión pública:
Existe poca información en medios de comunicación, lo que genera desconocimiento en la población sobre su existencia y beneficios, así como dudas sobre el proceso de postulación. - Concentración geográfica:
El programa se concentra en regiones con infraestructura de gas natural, dejando fuera a zonas alejadas, especialmente en el sur y oriente del país. Se requiere una estrategia clara para expandir la infraestructura a nivel nacional. - Burocracia y demoras
administrativas:
Se han reportado retrasos en la aprobación de solicitudes y en la ejecución de instalaciones, lo que desalienta a potenciales beneficiarios. - Problemas en la calidad de
las instalaciones:
Algunos usuarios han expresado preocupación por instalaciones deficientes y revisiones técnicas poco exhaustivas, lo que genera dudas sobre la seguridad a largo plazo. - Falta de capacitación:
Existe una necesidad de brindar más capacitación sobre el uso seguro y eficiente del gas natural a los usuarios finales.
Reflexión Final
El Programa
BonoGas es una iniciativa que merece reconocimiento por su impacto en la
modernización energética y su contribución al bienestar social. Sin embargo, su
consolidación requiere mejorar su difusión, optimizar los procesos
administrativos y garantizar la calidad de las instalaciones. Con estos
ajustes, el gas natural podrá consolidarse como una alternativa energética
clave para el sector salud y para el desarrollo del país en su conjunto
[1] [1][1]
FISE: Fondo de Inclusión Social Energética; creado por Ley 28749 del año 2006.
Inicialmente buscaba garantizar el acceso a servicios de energía eléctrica a
las poblaciones más vulnerables del país
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