Conocemos como “riesgo país” en Economía, el riesgo promedio
de las inversiones realizadas en un país.
No mide sólo los aspectos económicos del riesgo sino también aquellos que se
presentan en el entorno político, de seguridad pública, guerra, seguridad
interna, modificación de la estabilidad tributaria, expectativas, ambiente, etc.
Este riesgo país se
relaciona íntimamente con la probabilidad que, en nuestro caso, el Perú se vea
imposibilitado de honrar sus compromisos con algún agente extranjero. El riesgo
país se entiende que está relacionado con la eventualidad de que un Estado
soberano como el Perú se vea imposibilitado de cumplir con sus obligaciones con
algún agente extranjero, por razones fuera de los riesgos usuales de
pérdida/ganancia subsistentes normalmente en cualquier proyecto.
El riesgo país se calcula como un diferencial contra
el rendimiento de los Bonos Soberanos del tesoro de los Estados Unidos, que se
acepta están libres de riesgo. De esta manera, un inversionista extranjero
podría invertir, libre de riesgo, adquiriendo estos bonos y obtener una tasa de
interés de 1.6%, 3.0% o 4.2% anual ya sea que los coloque a 5, 10 ó 30 años
(Valores a julio 2013 (BCRP). A partir de esta tasa, repito, libre de riesgo el
inversionista potencial evaluará en qué país le convendría más invertir
dependiendo del riego que represente dicho país para sus inversiones. Tener una
alta tasa de riesgo país significa también una exigencia de mayor rentabilidad
a los proyectos y consecuentes mayores precios.
Como consecuencia de la desaparición de fronteras
derivadas del libre comercio internacional es lógico que los banqueros e
inversionistas potenciales prioricen aquellos países de menor riesgo país pues
sus expectativas de retorno económico estarán más garantizadas. Por otro lado,
nuestras importaciones estarán afectas a mayores tasas de interés por
financiamiento o emisión de cartas de crédito pues nuestros proveedores encontrarán
un mayor riesgo encareciendo el valor de las mismas.
Nuestro país
ha pasado por tasas de riesgo sumamente elevadas. En los últimos 15 años ha
tenido un pico de 816 puntos[1] (agosto 2002). Con esfuerzos enormes
logramos ir reduciendo este Índice hasta 104 puntos en junio de 2007 para
volver a incrementarse a otro pico de 524 en diciembre del 2008. A partir de
esta fecha se vuelve a presentar una tendencia decreciente, la misma que
encuentra el Gobierno del Cmdte. Ollanta Humala en 171 puntos en julio 2011.
El actual Gobierno de nuestro país mantuvo este
Índice con una tendencia inercial decreciente hasta el mes de octubre 2012 en
que promedió 108 puntos. Llamo la atención a fijarnos en la evolución del
Índice de Riesgo País a partir de esta fecha pues al mes de julio 2013 hemos
alcanzado un deterioro que nos lleva a los 175 puntos; esto implica un severo
incremento de 62% en los últimos 9 meses y nos lleva a una situación peor a la
encontrada al inicio del actual Gobierno.
La tendencia es a que este importante índice
continúe deteriorándose, sin que se vean señales que apunten a atenuar su
incremento. Todo lo contrario, los últimos
meses las intentonas de reforzamiento de la actividad empresarial del Estado (y
que se continúan dando hasta el reciente mensaje presidencial de julio) nos
están pasando la factura y no son señales claras que contribuyan a una mejor
posición del Perú ante la inversión extranjera. Algunos podrán argumentar
equivalencias de mal menor con otros países de mayor riesgo; pero ese es otro
tema. Nuestra preocupación es en el Perú y esperamos muestras claras para
disminuir nuestro riesgo pues de continuar la tendencia atentará contra el
crecimiento de la economía peruana.
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