domingo, 12 de abril de 2015

Igual vendemos el bacín de la abuela, como las joyas de la Tía María


Comparto con mis alumnos del curso de Economía, en la Facultad de Comunicaciones de UPC, el análisis de diversas notas de prensa y/o comunicaciones de actualidad que tienen que ver con aspectos económicos de nuestro país. Así, vimos hace poco el conflicto surgido en el proyecto minero Tía María, en el Valle del Tambo, Departamento de Arequipa, a raíz de una declaración oficial muy seria, nada menos que del Director de Relaciones Institucionales de SPCC – Southern Peru Copper Corporation, Julio Morriberón (arequipeño él), a través de RPP TV [1] y la respuesta a medios dada casi de inmediato por la misma empresa mediante Nota de Prensa el 27/3/15, con las campanadas de falso júbilo de nuestro alicaído gobierno.
 
Las declaraciones no provienen de “un funcionario de la empresa”, como malamente afirmó SPCC en su afán de quedar bien con el gobierno. No se trata de cualquier funcionario sino de un Director, en este caso el responsable de las relaciones de comunicación de la empresa; tampoco son declaraciones improvisadas, pues éstas fueron leídas por el alto funcionario en la entrevista televisada en el medio de mayor sintonía en el Perú y de seguro correspondieron a un análisis previo y meticuloso como lo debe hacer cualquier empresa que lista en las bolsas de valores de Lima y Nueva York.


No es SPCC una empresa poco significativa, sino nada menos que una de las mayores productoras de cobre de nuestro país, que además funde el 100% de nuestro mineral y refina el 96.9% del mismo, con una de las también mayores reservas de cobre de la industria, con actividades de exploración en Argentina, Chile [2], Ecuador, México, países todos con los que competimos por atraer inversión y que de seguro saltarán de alegría ante el anuncio que SPCC cancela Tía María y se va de Arequipa con los 1,400 millones de USD que significaría la inversión en el proyecto dejando atrás 5 años de trabajo y con un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) aprobado por el Ministerio de Energía y Minas (MINEM), el 1/8/14.

Vale recordar que Tía María, con una vida útil estimada de 18 años, permitiría elevar la producción de SPCC en 120 mil Toneladas anuales de cobre (un incremento de 8.7% de la producción actual peruana), en un escenario complicado en que el Perú aspira a convertirse en el segundo mayor productor de cobre mundial el año 2016 [3], año en cuyo cuarto trimestre se esperaba entre en operación el Proyecto.

El sustento de la decisión de SPCC por supuesto que no le causó ninguna gracia al gobierno peruano, pues se resume en dos hechos que la empresa denuncia al país, cuales son la arremetida total de un nuevo tipo de terrorismo, el “terrorismo anti minero” así como la parálisis del Estado peruano en su rol de promoción de las inversiones y de dar las garantías necesarias para ponerse en marcha. Nada más y nada menos que poner en blanco y negro lo que todos señalamos diariamente pero que esta vez lo señala ante el mundo la empresa que ocupa el tercer lugar en la producción mundial de cobre.

Fuente: El Comercio
Hasta aquí lo expresado por el representante oficial de SPCC corresponde a la intención empresarial, conforme señalan, de “no hacerle el juego a las postergaciones eternas que vienen ya afectando a otros proyectos”. Que la información debió darla la empresa primero a la Bolsa de Valores de Lima, es un tema que ahora se esgrime con amenaza de sanción aunque yo señalo que la conducta del gobierno peruano es un asunto de dominio público y que no escapa a ningún inversionista actual o potencial, en este caso del sector minero peruano. Por supuesto que todos ellos tienen en claro que la inversión en exploración minera en el Perú ha caído 22.6% el año 2014, luego de una estrepitosa disminución de 30.3% el año 2013. Solo la Ministra de Energía y Minas podría declarar que Estamos sorprendidos por el anuncio”.

La Nota de Prensa aclaratoria de SPCC maltrata a su Director y en realidad no aclara nada pues solo indica que “continuará con sus mayores esfuerzos para sacar adelante el proyecto” amén de algunas invocaciones. En ningún caso niegan su percepción del terrorismo anti minero ni de la parálisis del Estado peruano, aspectos sumamente importantes en el mercado mundial ante los cuales nuestro país queda muy maltratado. Por su parte nuestro Presidente parece no haber dimensionado bien este problema y anda pensando en la “jauría de congresistas”. ¿Por qué, a escasos meses para que termine su mandato, nuestro Presidente constitucional no sale personalmente al frente del terrorismo anti minero y se la juega (alguna vez), por la inversión?

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