lunes, 26 de marzo de 2007

Spychips en el GLP - ¿Comienza un mundo de pesadilla?

Algunos amigos periodistas me han preguntado que esto de los microchips que el Ministerio de Energía y Minas propone obligar sean instalados en los cilindros de GLP rotulados en Kilogramos.

El propósito, según el proyecto de norma sobre canje de cilindros de GLP prepublicado en su Web (www.minem.gob.pe), es que estos microchips permitan el intercambio, almacenamiento y procesamiento de información relacionada con la fabricación y mantenimiento de los cilindros de GLP para que un también nuevo “Sistema de Control de Cilindros de GLP” identifique aquellos cilindros que se encuentren aptos para el envasado.

Por información de los promotores de esta iniciativa se trata de la tecnología RFID (Radio Frequency Identification), mediante la cual los microchips emiten una señal de radio y generan un número de serie único, utilizada en la gestión de inventarios.

La RFID viene a reemplazar a los códigos de barra que tienen una treintena de años. Algunas veces hemos visto estas etiquetas pegadas en un libro o en un CD comprado en las grandes tiendas. Generalmente son cuadradas y al despegarlas la parte interior es como una espiral de color rosa o azul metálico y que se usan (por ahora), como método antirrobo. La capacidad de memoria, reescritura y alcance de estas etiquetas es impresionante y las nuevas llevan antenas que hacen que sus datos puedan leerse a mucha distancia.

En nuestro país, tanto el Reglamento de Comercialización de GLP como las Normas Técnicas Peruanas (NTP), aprobadas por el INDECOPI, han recogido todas las precauciones técnicas, sólo que se conoce que existen en el mercado fabricantes que incumplen estas normas en cuanto a la calidad del acero utilizado, el grosor de las planchas, la calidad de la soldadura, etc. Así como empresas de supervisión que no ponen el cuidado suficiente en su labor, no son supervisadas o no cuentan con suficiente respaldo técnico para cumplir su función. Estos “cilindros bamba” tienen lógicamente en el mercado un precio menor que otros que si se fabrican cumpliendo las normas técnicas.

Como consecuencia el Ministerio propone ahora que se adicione un microchip a los balones, además de todo el hardware y software necesarios para la lectura y transmisión de datos, la implementación de un nuevo sistema de control electrónico de los cilindros de GLP, además de la incorporación en las plantas envasadoras de equipos de despacho que lean los microchips y determinen a quien despachan y a quien no, lo cual a simple vista parece innecesario si tenemos en cuenta que la vigilancia y sanción por incumplimiento de normas está a cargo del organismo regulador (OSINERG), y que además la industria del GLP aporta económicamente para que esta fiscalización se realice, y con éxito. Además, como en toda decisión empresarial que signifique incrementos de costos, al final los platos rotos los termina pagando el consumidor a través de mayores precios.

Hay mucho por comentar en torno a todas las propuestas de modificación del Reglamento que trae la propuesta del Ministerio de Energía y Minas y en sucesivas entregas las iremos analizando por su enorme importancia. En particular comentamos hoy sobre los microchips, sobre los que prefiero aceptar la caracterización de “spychips“ (chips espías) y sobre un aspecto ajeno a las consecuencias económicas derivadas de su implantación.

Se trata del atentado contra la privacidad de las personas que la tecnología RFID ha traído al mundo moderno y sobre la cual hay una alerta mundial, sobre todo de los consumidores .

“Y es que cada vez hay chips más sofisticados y menos detectables, de tal manera que los podríamos llevar puestos y no saberlo. La falta de regulación en este sector hace que la tentación sea irresistible: ¿te imaginas el valor que puede tener para un fabricante poder hacer un seguimiento de su producto incluso cuando este sale por la puerta del hipermercado? (
http://www.pixelydixel.com/2003/12/spychips-los-codigo-de-barras-caducaran-en-200x.html)
En mayo del 2001, IBM solicitó patente para identificación y rastreo de personas usando artículos con etiquetas de RFID. En agosto del 2001 Procter & Gamble solicitó patente para sistemas y métodos para rastrear a clientes en un entorno de tienda. En enero del 2004 Philips Electronics hizo lo propio para incorporar spychips en el calzado. Este mismo año se señalaba que ya los almacenes Walt Mart tenían una base de datos mayor a la de toda la Internet (New York Times – 14/11/04).

Todos estos antecedentes son señalados por Catherine Albretch (Directora de CASPIAN – Consumers Against Supermarket Privacy Invasión and Numbering) y Lyz Mc Intyre (Directora de Comunicaciones de CASPIAN en el libro “Chips Espias: Cómo las grandes corporaciones y el gobierno planean monitorear cada uno de sus pasos con RFID” (Grupo Nelson - 06/06/06). Indican en su obra que estos spychips (tan pequeños como una partícula de polvo), y que se vienen colocando en tarjetas de crédito, equipajes, jeans, zapatos, mascotas y ganado y hasta en el cuerpo humano no deberían ser usados para esclavizar a las personas y que los consumidores tenemos el derecho de estar informados de que se trata.

Señalan que el mundo que se viene sería sin ninguna privacidad en el que todas y cada una de las compras será supervisada y registrada en una base de datos y cada una de las propiedades enumeradas. Donde una persona a miles de kilómetros de distancia tiene un registro de todo lo comprado y que es posible que estemos en el umbral de un mundo aterrorizador si las corporaciones globales y agencias gubernamentales se salen con la suya. Un mundo según las autoras en que Wal Mart, Procter & Gamble, Kraft, IBM y aún el servicio postal de los Estados Unidos desea traer a la realidad en la próxima década.

Ambas autoras además han publicado en enero del 2006 el libroChrist “The Spychips Threat: Why ians Should Resist RFID and Electronic Surveillance” en el que Albrecht y Mc Intyre, que son cristianas, señalan aspectos religiosos sobre los implantes de microchips que podrían convertir al mundo en lo señalado en el Libro de las Revelaciones de la Biblia. De acuerdo con las Revelaciones, en “el tiempo del fin” la gente no podrá ser capaz de comprar o vender a no ser que estén numeradas y lleven una marca en su mano o frente.

¿Se animaría usted a llevar un spychip a su cocina?

lunes, 19 de marzo de 2007

Eliminación de exoneraciones o ¿Cómo ponerle el cascabel al gato?

“Juntáronse los ratones,
para librarse del gato,
y después de un largo rato
de disputas y opiniones,
Dijeron que acertarían
en ponerle un cascabel;
que, andando el gato con él,
librarse mejor podían.
Salió un ratón barbicano,
colilargo, hociquirromo,
y encrespando el grueso lomo,
dijo al senado romano,
después de hablar culto un rato:
“¿Quién de todos ha de ser
el que se atreva a poner
ese cascabel al gato?”
[i]

La decisión del Gobierno del Dr. Alan García de eliminar gradualmente (con reducciones semestrales, en un espacio de 5 años, empezando en enero del 2008), las exoneraciones tributarias a los combustibles en las regiones de San Martín, Amazonas, Ucayali, Madre de Dios y la provincia de Alto Amazonas de la Región Loreto [ii] ha sido quizá una de las decisiones más difíciles de tomar políticamente. Será también, en mi opinión, uno de sus mayores logros.

El abuso que hacen inescrupulosos al amparo de estas exoneraciones, sin ningún beneficio para las poblaciones de la amazonía supuestamente apoyadas, ha sido uno de los más denunciados problemas de la fijación de precios de combustibles en nuestro país.

El aliento al contrabando derivado de esta exoneración, la generación de corrupción y negocios ilegales, la nula mejora en las condiciones de vida y el enriquecimiento de sólo algunos ilegales comerciantes y productores han sido el denominador común muchísimas veces denunciados (yo mismo lo he hecho en varias ocasiones), sin que nadie se atreviera a ponerle el cascabel al gato por temor al manejo político que pudieran hacer de las expectativas de la población amazónica quienes verán en adelante eliminados su turbios negocios.

La exoneración fue inicialmente establecida por el gobierno del Ing. Alberto Fujimori (Ley 27037 del 30/12/98), a manera de contener las protestas derivadas del conflicto con el Ecuador y fueron inicialmente establecidas hasta el 31/12/00. Posteriormente, el gobierno del Dr. Valentín Paniagua (teniendo como Ministro de Energía y Minas al Ing. Juan Incháustegui), tuvo la gran oportunidad de no continuarlo, basado en el enorme apoyo popular a su gestión, pero con la Ley 27406 (22/01/01) dispuso “permitir que sigan vigentes las exoneraciones contempladas en la Ley de Promoción de Inversión de la Amazonia, su reglamento y leyes conexas…”.

Las exoneraciones tampoco trajeron consigo una reducción en los precios de los productores de combustibles. Es así como, por ejemplo, hoy comercializan ex refinería (sin impuestos), el Diesel 2 en Talara a 6.01, en Conchán a 6.10, pero en Iquitos a 6.76 y en Pucallpa a 7.43 S/./Gln [iii] (cuatro ciudades con refinerías), sobre precios a los que podrían buscarle cualquier fundamento de costos para justificarlos pero que sólo son explicados en un mercado de oferta oligo o monopólica .

Si vemos el caso del Kerosene, el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC), es de 2.11 S/./Gln. Hoy un galón de Kerosene se vende en promedio en grifos de Ucayali a 7.27 S/./Gln con un irreal beneficio para la población pues si a este precio se le tuvieran que agregar el ISC y el Impuesto General a las Ventas (IGV) de 19%, su precio subiría a 11.16 al público mientras que en el punto de ventas más caro del Perú (Puno), pagando todos sus impuestos cuesta sólo 10.49 S/./Gln [iv], siendo que es producido en Talara y trasladado por Buque Tanque desde ahí a Mollendo y luego por tierra hasta Puno.

En el caso del GLP, la situación es igualmente grave. En Pucallpa el precio del productor Aguaytía Energy es actualmente de 1.92 S/./Kg iv. Si a este precio se le agrega el 19% del IGV resulta en 2.19 S/./Kg., el más caro del país; 14% más caro del producido en Talara de la refinación del petróleo crudo.

De acuerdo con el Censo 2005 del INEI, sólo el 0.8% de las familias de las Regiones en que se producirá la eliminación de las exoneraciones consumen Kerosene para cocinar por lo que el efecto del alza de precios que se derivaría de la eliminación de exoneraciones afectaría fundamentalmente a los contrabandistas y narco traficantes.

Sin embargo creo que no debemos olvidar que el encarecimiento del Kerosene lo que ha producido en nuestra amazonía es un enorme vuelco hacia la insalubre y contaminante leña para cocinar. Un terrible 62.1 % [v] la utiliza (217,500 familias), y sólo el 30.1% utiliza GLP. Es decir en lugar de haber mejorado las condiciones de vida, éstas se han empeorado; Mientras en 1997 la pobreza total en la Selva era de 47.1%, esta creció el 2004 hasta 64.9% [vi], a pesar de las exoneraciones vigentes.
A manera de sugerencia, un programa de apoyo estatal de promoción del consumo de GLP apoyado por la gestión privada serviría de mucho para la promoción de estas localidades y debería acompañar la eliminación de las exoneraciones, sobre todo cuando a corto plazo tendremos una enorme cantidad excedente de este combustible para exportación inclusive.

Como conclusión lógica igualmente se desprende que el esfuerzo del gobierno por ponerle el cascabel al gato tiene que ver también necesariamente con un sinceramiento de los precios ex refinería de los productores en la amazonía y un estrecho seguimiento de su evolución a partir de ahora. Petroperú, que es el principal abastecedor de estas zonas, debería desde ya comprometerse a acompañar el esfuerzo estatal también en la determinación de sus precios ex refinería en la amazonía. No vaya a ser que algunos de sus expertos propongan recuperar el efecto del IGV vía incremento mayor de los precios ex refinería.


[i] ¿Quién le pone el cascabel al gato? – Fábula de Lope de Vega[ii] Esta eliminación excluye a la Región Loreto (con la excepción de la provincia de Alto Amazonas - Yurimaguas), por su innegable aislamiento.[iii] Precio de Lista Petroperú (24-01-07)[iv] Boletín de Precios – OSINERGMIN – Febrero 2007 http://www.osinerg.gob.pe/osinerg/hidro/pdf/DGH_REPORTES_FEB2007.pdf[v] Censo 2005 - INEI[vi] INEI – Información Socio Demográfica http://www.inei.gob.pe/Sisd/index.asp

martes, 13 de marzo de 2007

Urea Petroperú, sin subsidio

Esta semana, siguiendo con la increíble velocidad que ha impuesto Petroperú para celebrar entendimientos y firmar acuerdos para recuperar su presencia en el mercado nacional, se suscribieron dos acuerdos relacionados con la petroquímica.

El primero de ellos entre la estatal peruana y su similar Petrobrás tiene por finalidad poner en marcha la construcción de la primera (así la llama Petroperú en su Nota de Prensa “la primera”), planta de producción de fertilizantes (urea y amoniaco), mientras que con el segundo convenio entre la petrolera estatal y Suez Energy Internacional se llevarán a cabo estudios de necesidades energéticas y de servicios que el proyecto petroquímico requeriría. La inversión estimada para la edificación del complejo petroquímico con Petrobras es de 800 MMUSD para la planta de fertilizantes y de 2,000 MMUSD para la de polietileno. En el caso de fertilizantes la producción sería de 1 millón de TM al año.

Este importante anuncio nos obliga a referirnos a lo sucedido con la petroquímica básica de Petroperú anteriormente, pues no es la primera Planta de Fertilizantes que construiría, sino que ya incursionó en este negocio.

Entre los años 1973 y 1974 se iniciaron los trabajos del “Proyecto de Sistema de Recolección de Gas” para la futura Planta de Fertilizantes. Se utilizaron 90 Km de tubería de 6, 8, 10, 12 y 16 pulgadas que condujeron el Gas Natural hasta la Planta Pariñas y de allí a la Planta de Fertilizantes.
El sábado 9 de abril de 1975 fue inaugurada la Planta de Fertilizantes de Petroperú. Se construyó con tecnología de última generación de la Toyo Engineering. La inversión total fue de 2,500 Millones de Soles (Al tipo de cambio oficial de 40.37, equivalía a 61.9 Millones de USD).

Estaba ubicada a 4 Km. al norte de Talara y utilizaba como materia prima los gases metano y etano (seco), que también sirvieron como combustible para sus hornos y calderos. Esta Planta de Fertilizantes estaba integrada por tres plantas principales: La Planta de Amoníaco (300 TM Diarias), la Planta de Urea (510 TM Diarias de Urea para la agricultura) y la Planta Termoeléctrica cuya capacidad era de 54 MegaWatts.

Además, la planta de fertilizantes contaba con una red de servicios auxiliares como: Plantas de Destilación, Desmineralizadora, de Vapor, de Dióxido de Carbono, de Gas Inerte y el sistema de captación de agua para enfriamiento.

Estos antecedentes técnicos es bueno tenerlos en cuenta porque muchas veces se ha argumentado que en nuestro país no tenemos experiencia en Gas Natural y que ésta es reciente mientras que como señalamos, hacen más de 30 años ya se utilizaba, incluso industrialmente este recurso en la zona de Talara por la empresa petrolera nacional. Por lo que experiencia le sobra a Petroperú.

La intervención comercial de Petroperú fue sin embargo lamentable. Desde su primer año de operación, la producción de la Planta de Fertilizantes Petroperú era entregada íntegramente a la ENCI (Empresa Nacional de Comercialización de Insumos), para su comercialización, sin libertad de fijar sus precios pues éstos eran controlados para el productor. No sucedía lo mismo con ENCI que modificaba sus precios con la sola aprobación de su Directorio.

Operativamente la producción se mantuvo siempre por debajo de su capacidad de diseño, alcanzando su record en 1981 con un 83% de la misma (425 TM/DC).

En 1986, la Planta de Fertilizantes de Petroperú produjo 394 TM/DC, mientras se descubrían las grandes reservas de Gas Natural de Camisea. El precio del crudo bajó de 26 a 10 USD/Barril entre enero y julio del mismo año. Petroperú tuvo que convocar más de 350 licitaciones para adquirir materiales de stock y uso directo para sus operaciones, ocasionando problemas a la producción de todas sus unidades por su complejidad administrativa y excesivo tiempo empleado para las compras. Los precios de los combustibles estuvieron congelados todo el año. La demanda por Urea excedía enormemente la producción de Petroperú y la presión de diversos agentes con influencia política era tremenda por conseguir acceso a la producción privilegiada e incluso para ser nombrados Distribuidores.

La situación económica de Petroperú absorbiendo costos de producción elevados se fue deteriorando. En 1989 la producción de Urea cayó 56%, de 379 TM/DC a sólo 168, un tercio de su capacidad instalada debido al menor suministro de gas de proceso y también por limitaciones operativas (falta de repuestos, limitaciones profesionales de gerencia, iliquidez, etc.).

El Ing. Ramírez (http://marcotorrespaz.ueuo.com/), Gerente de ENCI declaró en Expreso en el Agro el 21-02-91 “…se llega al extremo que en 1987 el subsidio a los fertilizantes llegó al 97.6% Es decir los agricultores favorecidos sólo pagaban el 2.4% del valor real del fertilizante. En el caso de las comunidades campesinas, éstas por disposiciones del gobierno aprista, sólo pagaban la mitad de esta cifra, es decir el 1.2%. El caso de la urea es patético ya que el valor del saco era superior a lo que se pagaba por el contenido del producto. El agricultor con sólo vender el envase, ganaba dinero. Lógicamente, esto trajo como consecuencia muchos manejos dolosos, propiciándose el contrabando y la acaparamiento por parte de los conductores directos e intermediarios”

Continúa señalando que “Los subsidios a los agricultores de cultivos de riego se otorgaban con sólo presentar un documento del Ministerio de Agricultura, que era el Plan de Cultivo y Riego, en el cual indicaban sus necesidades de fertilizantes así como el cultivo al cual iría destinado. La producción nacional era insuficiente y no cubría la demanda nacional que en promedio llega a las 300,000 T.M. anuales. Se produce urea en la planta de Petroperú en Talara, cuya capacidad instalada llega a las 152,000 T.M., pero que por su obsolescencia, problemas de mantenimiento y de abastecimiento de gas, ha producido en enero último sólo 3,000 T.M de las 12,000 T.M. programadas.”

En mayo de 1991 la Planta de Fertilizantes de Petroperú paró sus operaciones por falta de gas, la necesidad de fuertes inversiones y las enormes pérdidas acumuladas. Sus instalaciones fueron posteriormente canibalizadas o vendidas como chatarra.

La tendencia internacional de precios actuales de la Urea es al alza. El margen entre el precio CIF y el valor de venta en el mercado interno fluctúa entre 60 y 100 US$ por TM mientras que el precio medio en diciembre 2006 fue de 360 US$/TM. El precio medio CIF fue de 262 US$/TM. El Ministerio de Agricultura ha anunciado que importará 25,000 TM (5% de la demanda nacional anual), a fin de lograr que los precios bajen en el mercado local que opera con empresas privadas importadoras.

Los vientos que hoy soplan en nuestro país nos hacen sostener la esperanza que esta vez las cosas serán diferentes o deberían ser diferentes si se concreta la producción de un fertilizante como la Urea que cubre el 80% de las necesidades de Nitrógeno de nuestra agricultura. Para ello un buen estudio de costos y de mercado, con precios competitivos del Metano de Camisea para el productor son más que necesarios, así como garantizar que será el mismo mercado el que fije los precios y no los controles de antecedentes nefastos.

lunes, 5 de marzo de 2007

Que lisura, más de un Sol de diferencia

(1)
La reciente reacción mediática, motivada por el reajuste del precio del GLP en cilindros, me trajo a la memoria la reacción del ex Presidente Alberto Fujimori con relación a los precios de las gasolinas en las diferentes Estaciones de Servicio de Lima, en esa época nuevas o remodeladas bajo banderas de cadenas internacionales de prestigio y en el marco de la apertura a la inversión extranjera.

Bajo el grito de ¡Que lisura, más de un sol de diferencia! nos colocó en las pantallas de televisión a un grifero de color que se preguntaba si a los consumidores nos sobraba la plata por permitir estas diferencias de precio. Quien sabe si este fue el inicio de la posterior desaparición de estas cadenas. A pesar de existir libertad de precios y una amplia oferta, la máxima autoridad de la Nación cuestionaba que existiera tal diferencia en un galón de gasolina y que además calificara casi de tarados a los consumidores por pagar tales diferencias. Y de paso nos pedía a los funcionarios de Petroperú que consiguiéramos afiliar puntos de venta y pintarlos en un fin de semana para competir contra estas “abusivas” Estaciones. Si hoy revisamos el diferencial de precios de la gasolina 97 en Lima, éste llega a 2.99 Nuevos Soles por Galón en Ate, por ejemplo y a 1.85 la Gasolina 90 en Villa El Salvador. ¡Por algo será!

Recientemente en nuestro país se ha vuelto a poner de moda que no es posible que los precios del GLP en cilindros de 10 Kilogramos varíen entre 28 y 33 Nuevos Soles (precios moda), entre una y otra marca, si el producto supuestamente “es el mismo” y se recomienda no adquirir el más caro sino el más barato. En términos redondos este cilindro contiene 5 Galones de GLP y el diferencial de precios sería de 1 Nuevo Sol por Galón, mucho menor que la brecha de precios en las gasolinas. Esta es una característica del mercado de hidrocarburos, a la que vemos que el GLP no escapa. ¡Por algo será! Debe ser por algo, no les parece que el consumidor castiga esa “oferta” de precios tan bajos no dándoles la preferencia de su consumo y relegándola a un mínimo casi marginal. Estas envasadoras a las que el mercado reconoce como “pequeñas”, acordaron (ACORDARON, así lo dice el Acta correspondiente de la Comisión Pro Inversión de junio 2005), que sus márgenes no iban a ser en ningún caso superiores a 6.25 Nuevos Soles más IGV. A los niveles actuales de precios de Petroperú, el precio de estas envasadoras no debería pasar de los 28.58 Nuevos Soles (y lo redondean a 28.00). Ese fue su compromiso, con márgenes que se obtienen principalmente de evadir el mantenimiento y la reposición de cilindros, así como el canje e incurrir en competencia desleal al utilizar cilindros ajenos.

Otro aspecto que se rescata actualmente es que los diferenciales entre los precios máximos y mínimos se ratifican en 5 Nuevos Soles a lo largo el tiempo.

Otra aseveración que se vuelve a sacar en medios es que algunas envasadoras de GLP que habían incrementado sus precios al público, deberían haberlo hecho en 15 ó 20 céntimos de Nuevo Sol y no en cincuenta. Señalaban que no hacerlo de esa manera era abusivo (el proveedor había aumentado el precio en 61 céntimos).

Históricamente los precios del cilindro de 10 Kilogramos los ha fijado el mercado en 50 céntimos o un nuevo sol. De esa manera, si los incrementos de costos no se acercan al medio Sol, no son trasladados al consumidor y si se acercan pues se trasladan. Ese podría ser un paralelismo de conducta.

Si revisamos la información de precios que publica OSINERGMIN a través del programa Facilito se puede verificar fácilmente esta característica. Yo tengo cuadros preparados con precios del 27/12/05, 14/09/2006 y del 28/02/07 y en ninguno se encuentra un precio en punto de venta que difiera de lo señalado. Esto es muy similar a lo acostumbrado en las Estaciones de Servicios cuyos precios de combustibles líquidos terminan en nueve.



Una tercera afirmación igualmente falsa es que la venta de GLP envasado se trata de un monopolio (colocado en primera página de un diario local sin mayor análisis).

Se registran oficialmente 2,065 locales de venta a enero del 2007, así como 105 Distribuidores en Cilindros y otras 105 plantas envasadoras, amén de 73 marcas distintas. En estas condiciones es fácilmente deducible que ni de lejos, la oferta de GLP envasado sea monopólica.

Otra cosa es la venta de las productoras en las que si se observa que las plantas envasadoras que compran a Pluspetrol no tienen otra opción de compra pues el otro productor importante, Petroperú, no tiene volumen para atenderlos y la única vía que quedaría sería la del mercado de importación, imposibilitado por ser más caro que el precio local. De ahí la explicación de algunas conductas desacertadas del productor como la de bajar o subir los precios comprometiendo a los otros canales de la cadena a que trasladen estas variaciones.

Sólo una reflexión final, tomada de la Web del INDECOPI y que deberíamos tener siempre en cuenta. La libre competencia es “la libertad tanto del consumidor, a quien no se debe privar de opciones para que elija libremente lo que mejor se adecué a sus necesidades, como del productor, quien debe tomar libremente sus decisiones empresariales en función de lo que considere más apropiado a sus intereses”.

[1] La opinión del Sr. Bedón es personal y en nada compromete a la Asociación Gas LP Perú, de la que es su Director Ejecutivo.